Destino

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Cuando les dije que tendría una cita se volvieron locos, en estos momentos es cuando quisiera que me tragara la tierra, pero después del alboroto de preguntarme todo acerca del hombre en cuestión, solo les dije lo necesario, además de que tuve que mencionar que era padre soltero, no estaban muy de acuerdo, pero me vieron ilusionada que terminaron cediendo y dándome “permiso” para salir con él. No les dije que sería en su casa, se volvería más locos. Terminaron saqueando mi armario y escogiéndome el vestuario, debo admitir que vivir con los encargados del maquillaje del teatro de Madrid es bueno, así que vi mi ropa salir volando por los aires, mientras revisaban cada rincón y escogían algo decente para mí, al final se decidieron por un vestido color azul cielo, unas sandalias negras de tiras y un abrigo largo, parecía que iba a un restaurante de lujo, MinHyuk me maquillo, pedí que no me maquille como si fuera una actriz de cine, prefiero lo natural, él se opuso, y me puso una ligera sobra en los párpados color azul y piel, con un delicado delineado, mis labios con un rosa bajito solo resaltando el color.
Honey me arreglo el cabello, unos ligeros rizos adornaron mi rostro, junto a unos pendientes de plata en argolla, nada ostentoso, debo admitir que me veía irreconocible, no acostumbro a maquillarme más que con un ligero delineado y algo de brillo labial, lo cual siempre me han reclamado.

Tocan a la puerta y estoy sumamente nerviosa, no sé qué pensara el señor Hoseok al verme así, quería que no se viera como si estuviera esperándolo, pero eso pareció y más con ellos abriendo la puerta para recibirlo. Los veo saludarlo yo me quedo unos pasos en el pasillo, estoy nerviosa. Su mirada se posa en mí, me sonrojo por la sonrisa que me dedica, es encantadora, lo miro atentamente tiene un atuendo algo informal, camisa a rayas azules y cafés en tonos pastel, con rayas blancas en las esquinas marca Celine, zapatos de vestir negros junto con pantalones de color café oscuro a juego con un cinturón con hebilla dorada.
–Buenas noches Rose.
–Buenas noches Hoseok.
Los chicos carraspean.
–Mmm, MinHyuk JooHeon, les presento al señor Hoseok, Hoseok, ellos son mis compañeros.
–Tus hermanos –dice Honey.
–Exacto, no compartimos la sangre, pero nos hemos ganado ese título. Así que señor Hoseok, le pido que no quiera sobrepasarse con ella -agrega Min.
Ay dios mis mejillas adquieren un tono carmín, no puedo creer que le estén leyendo la cartilla.
–Chi-chicos.
–No cariño, este hombre debe saber que no estás sola.
–Bien, gracias, pero…
–No Rose. Me alegro que me lo digan, yo no quiero jugar con ella caballeros, de hecho, no quería que fuera rápido, pero dadas las circunstancias. Quiero cortejar a Rose y espero que sea de su agrado, no quiero presionarla en nada, si ella me acepta en el futuro será decisión suya, no quiero que este conmigo por obligación o por sentirse presionada.
¿Me acaba de pedir permiso para dejarlo conquistarme? No puedo salir de mi asombro.
–Bien, eso espero –dice Min.
–Si, la queremos tanto que no aceptamos que idiotas se acerquen a ella.
–Es un alivio saber que hay alguien que la cuida.
–Así es, así que no intente pasarse de listo.
– ¡Min!
–Si, o si no le juramos que lo buscaremos y lo haremos pagar.
– ¡Honey!
–Estoy bien Rose, es bueno poner todo sobre la mesa. Tengan por seguro de que no quiero lastimarla, es lo que menos deseo. Ahora, con su permiso me gustaría que pasemos a retirarnos ¿Rose?
–Ah, sí.
–Regrésela a una hora decente señor.
–Oh dios, ya basta con esto de padres sobreprotectores, no tengo quince.
–Pero pareces, así que no te quejes.
Quise decirle idiota, pero me contuve. Solamente respire y pase en medio de ellos, antes de salir me gire y le di un beso a ambos.
–Gracias, pero puedo cuidarme, así que no lleguen a los extremos por favor.
–Está bien –dijeron al unisonó.
–Bueno ya me voy.
–Cuídate cariño.
–Cuídate omma.
–Si, par de tontuelos.
Con esas risas, pase a retirarme con Hoseok a mi lado y una mano en mi espalda baja.