Me enamoré de un flaite

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Nos quedamos regaloneando un rato con el Frank en su cama, a veces éramos unos flojos porque no hacíamos nada en especial pero al menos hacíamos nada juntos.

Divagando en mis pensamientos me acordé del carrete del Ray y que debo invita al Frank.

— Oye amor— llamé su atención.

— Dime mi rey— dejó de ver memes en Instagram para mirarme.

— ¿Tienes algo que hacer este viernes en la noche?

— No ¿por qué?

— Es que un amigo va a hacer un carrete, me invitó y quiero que vayas conmigo porque si no me voy a aburrir mucho— hice un pucherito para que me dijera que sí.

— Yaaaa vamos po, hace rato que tengo ganas de carretear, démosle nomás po amor.

— Buena, te paso a buscar el viernes a las 10.

— ¿Tan tarde?—

— Uy que erís vieja culiá, si los carretes empiezan después de las doce a veces— me reí por su actitud de vieja y le dejé un besito en la mejilla.

— ¿Cómo que vieja culiá? ¿y vo? "Frank cierra la ventana que me da frío, siento el aire en la espalda", erí bien mal hablao tu Gerard Way— me agarró de la cara y con el ceño fruncido me dio un beso.

Después de varios besos volvimos a hacer nada juntos, vimos un par de películas hasta que nos dió sueño y nos fuimos a dormir.

Me gusta dormir con el Frank porque por más que se haga el choro a veces le gusta que le hagan cucharita en la noche porque según él "duerme mejor", tan mamón que puede llegar a ser me causa ternura.

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Pasó la noche, al día siguiente para variar desperté primero, me moví y ver a mi Frankie tan relajado siempre me alegra el día, hoy estaba metido en un charco de baba y se escuchaba roncar, no lo quería despertar así que me acurruqué de nuevo y me dormí.

Desperté media hora después porque lo sentí moverse.

— Voy al baño, sigue durmiendo nomás…—me dijo suavecito— shh…—

Bueno, si así lo pides.

Y así quedé raja una hora más hasta que me empezó a doler la espalda por estar echado todo el día y me senté en la cama.

Miré al lado y el Frankie para variar estaba viendo memes, se intentaba reír bajito pero no le resultaba.

Cachó que me desperté.

— Buenos días bella durmiente ¿cómo estuvo el tuto?

— Reparador pero ya me estaba doliendo la espalda de estar todo el rato echado así que me paré— tomé mi celular para ver la hora.— ohh son la 1 ¿hagamos almuerzo?

— ¡YA! ¿puedes hacer los fideos que hiciste la otra vez? es que estaba muy ricos.

— Bueno amor, deja bañarme y bajando a cocinar.

Mientras me bañaba me puse a meditar sobre la vida y me detuve a pensar sobre el carrete del Ray ¿el Frank se sentirá incómodo entre tantos cuicos? ¿y si lo tratan mal? ¿quedará la cagá? No creo, mis amigos son bien piola, a la Lynz ya le cae bien el Frank, costó pero lo hizo.

Dudo que con el Ray sea diferente el asunto, además él es más relajado, se van a llevar bien.

Pegué un saltito cuando un chorro de agua fría me cayó encima, por la chucha, por lo menos alcancé a enjuagarme el shampoo del pelo y a sacarme el jabón del cuerpo, suspiré juntando valor y terminé de bañarme con agua helada.