Capítulo VI

950 66 2
                                    

MIRIAM

–Vais a ir a la fiesta de navidad?– preguntó Amara.

Me saco de mis pensamientos, como siempre yo empanada.

La verdad es que no le veía nada malo a ir a esa fiesta,posiblemente iría, las opciones aquí no son muchas.

–Yo no–dijo Sofía desanimada.

Me sorprende que Sofía, una chica que no la callas ni queriendo y que tiene energía para parar un camión no quiera ir.

–Por que?– pregunté con curiosidad.

–Es que estoy un poco cansada y no me apetece.

Sabía que mentía pero no le iba a dar más vueltas al tema por qué si no decía la verdad significaba que no quería hablar de ello.

Era sábado,por la tanto no había clases y teníamos el día libre para hacer lo que sea, y como no, yo iba a dormir hasta la hora de comer y luego me hecharia una siesta para descansar.

–La fiesta es mañana y todavía no sé qué ponerme.

¡¿Como que mañana?!

–¿Como que mañana?Esas cosas se avisan con antelación, joder.

–Lo se, lo sé, lo siento.Podemos ir esta tarde a comprar algo si quieres.

–Tengo planes– y bastante productivos la verdad.

–Cuales? Dormir?

–Exactamente.

Literalmente Amara sabe todo de todos, da miedo que me conozca más que yo misma, por lo menos no sabe eso, sino estaría algo jodida por mi parte.

Aunque yo también sabía lo mío sobre algunas personas,como por ejemplo, Sofía no iba a la fiesta por algún chico rompecorazones, la verdad es que romperle el corazón a Sofía es bastante fácil,ella es una chica muy frágil.

–Entonces vais a ir o no? No me iréis a dejar plantada,no?

–Agh, está bien, iré contigo de compras y luego a la fiesta esa.–dije sin ningún ánimo.

La cara de felicidad de Amara se fue creando poco a poco hasta que dejó ver sus dientes a través de su sonrisa, lo cual significaba que ahora estaba totalmente obligada a ir con ella.

---

Dentro de casi 9 horas Amara y yo vamos a ir a la fiesta de navidad del Winchester College.

En ese mismo instante me di cuenta de lo mucho que odio a la gente, tanto que empezaba a ser algo preocupante para las personas normales, grupo en el que no me incluia.

Y, por mucho que me apeteciera dormir, tenía que ir a esa estúpida fiesta, a la que en un principio sí quería ir, pero interrumpió mis estupendos planes, o por lo menos, los que me hacían feliz.

En día anterior, Amara me "obligo" a ir de compras con ella a un centro comercial de la zona, allí estuvimos metidas 3 horas y media para elegir un puto vestido para cada una y menos mal que la convencí de que no hacía falta ropa interior de encaje a juego.

Menos mal que salí de allí antes de que se metiera en otra tienda más, como no, se terminó cogiendo un vestido azul, por las rodillas y con volantes.

Yo al contrario, me compré un vestido verde, por los muslos y algo apretado con un escote bastante notable.

Me daba una pereza increíble el simple hecho de ir a una fiesta, pero a la vez me animaba la parte en la que todos bebíamos alcohol sin que nadie se enterasse, por qué, como no, somos adolescentes, como quieren que vallamos a una fiesta sin alcohol?

OTRO ROYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora