💚5- El anillo

157 8 0
                                    

*Narrador

Tom, dispuesto a todo para lograr su meta, fue con el profesor Horace Slughorn, Profesor de Pociones que era uno de los profesores que adoraba a Tom y que incluso lo unió al Club de las Eminencias, club creado por él mismo y que reunía a los alumn...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tom, dispuesto a todo para lograr su meta, fue con el profesor Horace Slughorn, Profesor de Pociones que era uno de los profesores que adoraba a Tom y que incluso lo unió al Club de las Eminencias, club creado por él mismo y que reunía a los alumnos más destacables de Hogwarts.

Después de una reunión, Tom se juntó con Slughorn y le preguntó si se podían hacer siete Horrocruxes, ya que siete era el número mágico más poderoso, aunque aclaró que todo era en un "asunto teórico".

-Es con fines académicos.

-Lo se Tom, nadie tomaría en cuenta esta teoría para llevarla a la practica- el profesor se sintió algo culpable por haber hablado tanto sobre el asunto con su alumno.

-Gracias profesor, iré a la biblioteca a estudiar. Si quiero ser alguien en la vida, no puedo perder mi tiempo en tonterias como los "horrocruxes"... ¿No?

-Asi es Tom, eres brillante y muy inteligente. No desperdicies tu tiempo y tu talento en cosas como estas.

-Adiós.

Salió de allí mucho mas entusiasmado que nunca, ahora sabia que esa teoría, no solo era posible, sino que también podía dividir su alma más de una vez.

•••

-¿Segura que quieres venir Morgana?

-Claro que si. No quiero que vuelvas solo a la casa de los Gaunt, quien sabe que pueda pasar.

-Esta bien, será una visita rápida. Solo quiero recuperar el anillo de mi madre, es el objeto perfecto para hacer mi primer horrocrux.

-Bien, entonces vámonos.

Ambos chicos salieron de camino a la casa de los Gaunt, a las afueras de Pequeño Hangleton. Aprovecharon la semana de Navidad para hacer el viaje, a escondidas de todos. Al llegar alli, entraron cuidadosamente y al no ver a nadie comenzaron a buscar. Revolvieron cada rincon, hasta dar con una pequeña caja de madera escondida debajo de unos muebles.

-Creo que lo encontré Tom.

-Debe ser este, estoy seguro- lo tomó en sus manos y lo observó con cuidado. Se trataba de un anillo pequeño con una piedra dentro, la cual tenia grabada una especie de runa que no conocia- ¿Sabes que es esto?

-No, pero siento que he visto ese símbolo alguna vez.

-Creo que es todo, deberíamos irnos- la noche había caído antes de lo esperado.

-Si, ya se hizo demasiado tarde.

-Gracias- se acercó a Morgana de una manera extraña- sin ti aun seguiría lamentándome en un rincon sin saber nada sobre mi pasado.

-De nada, ya te lo dije... cuentas con mi apoyo.

-¿Por qué?

-¿Por qué... qué?

-¿Por qué cuento contigo?- la tomó de la mano colocandole el anillo que era de su madre- ¿Por qué no te vas?

-Ya... te lo dije- tartamudeó- no te tengo miedo.

-¿Entonces por qué estas temblando?- ahora la sujetaba de la cintura con algo de fuerza- no te haré daño... jamás.

-¿Lo prometes?

-Si, lo prometo- no dejaba de ver a la joven frente a él. Morgana tenía el cabello mas largo y ondulado de lo que acostumbraba, se estaba convirtiendo en una mujer hermosa que despertaba muchas cosas dentro de Tom.

-¿Qué haces?- preguntó luego de sentir la lengua de Tom lamer su cuello sin previo aviso.

Pero él no le respondió, solo siguió recorriendo toda la extensión de la fina piel de su cuello con la lengua, de manera hábil pero lenta a la vez. Morgana sintió como se le aflojaron las piernas en cuestión de segundos y por esa razón le rodeó el cuello con ambas manos.

Tom se alejó solo unos milímetros para mirarla a los ojos, sus verdes estaban casi cubiertos por el negro de sus pupilas, y sus labios se acercaron a los de su contraria uniendolos en un beso. No era uno lento y tímido, sino todo lo contrario. Ambos se besaron con pasión y sus lenguas luchaban entre sí, hasta que la de Morgana fue sometida por la de Tom y él llevó el control del beso.

La arrinconó contra una pared presionando su cuerpo con fuerza con el suyo, la tomó del cuello con una de sus manos luego de interrumpir la unión entre ellos. Eso hizo que Morgana abriera los ojos buscando los de Tom, se miraron con deseo por algunos segundos hasta que él habló, rompiendo el silencio.

-Eres mia... ¿Entendiste?

-Si Tom- respondió inmediatamente.

-¡Vamonos!- le orodenó luego de soltarla de su agarre.

Morgana estaba completamente convencida de una cosa: No iba a alejarse de Tom, bajo ningún punto de vista. No le importaba lo peligroso que era estar con él, ya que conocía sus maliciosos pensamientos, se quedaría a su lado mientras él se lo permitiera.

__________⚘__________
...

My Love Voldemort - el camino hacia la inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora