Sorpresa!!!! Doble capítulo hoy. Espero que lo disfruten :) Besos.
*************************************************************************************************
Hoy es mi último día en este hermoso lugar. No necesito admitir que me encuentro triste y que extrañaré a mis abuelos, amigos y a Sebastián. Lo sé, mi papá, Jeremías, y mis amigos están esperandome de vuelta en la casa; pero me gusta mucho estar aquí. Me siento completamente feliz.
Aquí el sol brilla para mí todos los días, siempre me siento alegre, me rio, me divierto, y comparto tiempo con personas que quiero mucho. No me maltratan, no hay lágrimas, no me siento deprimida, no me encierro en mi cuarto. No puedo esperar por que el próximo verano llegue. Seré completamente libre!
Un año más Gabriella, solo un año más...
Me encontraba acostada sobre la grama, en el patio trasero de la casa de mis abuelos, con mis ojos cerrados. El sol se sentía grandioso y la brisa del viento era perfecta; pasaría todo el día compartiendo con mis amigos y abuelos.
Perdida en mis pensamientos, no me percaté de que alguien me estaba observando. De repente, setní agua sobre mí. Sorprendida, abrí mis ojos para ver a Sebastián con la manguera de agua en sus manos, tirando agua sobre mí. Me levanté lo más rápido que pude, y corrí hacia él.
"Sebastián! Vas a pagar por esto!"
"No te atreverás" dijo e inmediatamente cerró la llave del agua.
Mientras estuvo de espaldas a mí, lo abracé fuertemente, con la intención de compartir el agua que tenía sobre mí.
"Gaby, no!" me gritó intentando safarse de mi agarre, solo logrando que ambos cayeramos al suelo, rosando sobre la grama y la tierra como niños pequeños.
Cuando nos detuvimos, Sebastián estaba sobre mí, y esto se sintió algo extraño. Este gran chico, con quien había compartido la mayoría del verano, en vez de con mis otros amigos, me estaba mirando profundamente a los ojos y sentí volar.
Luego de aquel incidente en la playa, todo continuó normal entre nosotros. No hubo ningun encuentro de tipo cercano; eramos solo dos amigos en todo el sentido de la palabra. Dos amigos que se entendían muy bien ya que la vida había decidido jugar, de no muy buena manera, con ellos.
Su rostro comenzó a acercarse al mío, sintiendo su respirar en mis labios. Ambos estábamos claros de que yo tenía novio, aun así, no podía explicar lo que estaba sucediendo en este preciso momento.
Cuando estábamos a solo centímetros el uno del otro...
"Gaby, necesito que me ayudes con el bizchocho" dijo mi abuela desde la puerta.
Ambos miramos a la misma vez en su dirección, y Sebastián casi saltó, quedando de pie y ayudándome a levantarme. Caminamos hacia la cocina, donde mi abuela se sorprendió al vernos mojados y sucios.
"Ustedes dos parecen dos niños pequeños, que fueron dejados sin supervisión en el parque luego de un gran aguacero."
"Fue culpa de Sebastián" dije mientras le hacía una mueca.
"No me eches la culpa. Eres igual de culpable que yo."
"Por favor... Voy a mi cuarto, los veo luego" dije mientras comenzaba a caminar a las escaleras.
"Y qué hay con el bizcocho?" preguntó abuela.
"Estoy segura de que Sebastián, luego de lavarse bien las manos, te puede ayudar. Voy a darme un baño y te ayudo luego con el resto."
ESTÁS LEYENDO
Cruzando Puertas
RomantikQué haces si la vida continúa pegándote golpe tras golpe? Si un minuto de felicidad significa días de sufrimiento y angustia. Esa es la vida de Gabriella. Tras perder a su madre en un accidente automovilístico cuando era pequeña, toda su vida camb...