(26) Qué nos pasó?

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Mientras corría hacia el auto, me iba reafirmando que tenía que continuar con mi propósito.  No podía flaquear; necesitaba buscar la manera de no toparme con Sebastián en la universidad.  El verlo con Mikaela me lastimaría, y no podía permitir que volviese a sufrir.

Pero el destino no estaba a mi favor cuando las llavs del auto se me cayeron al suelo.  Mis manos temblaban de tal manera, que no podía agarrarlas; dándole ventaja a Sebastián de llegar hasta mí.

Este me tomó por los brazos y me encarceló entre ellos y el auto.

"Déjame ir por favor Sebastián" le rogaba aun con lágrimas bajando por mi rostro.

"Gabriella, no entiendes que te quiero, que me preocupo por ti.  Que no me has permitido llegar a ti o hablarte desde hace tiempo. Qué pasó Gaby? Qué te hice para que estés actuando de esta manera?"en su rostro se notaba tristeza, dolor.

"Sebatián, permíteme que me vaya.  No quiero hablar de esto, mucho menos aquí."

"No Gaby, no puedo.  Tú eres muy importante para mí; demasiado.  No puedo permitir que te alejes así nada más."

"Sebastián, perdóname."

"Sebastián, qué haces aquí?" preguntó una voz que se acercaba a nosotros.

Ambos miramos a la persona que se acercaba.  Jamás en mi vida la había visto, pero podía imaginarme quien era.

"Mikaela" fue lo único que Sebastian dijo.

"Te vi dirigiéndote hacia acá y me extrañó."

"Mikaela, ella es Gabriella" dijo él, introduciéndonos, mientras su novia me observaba de una manera que no podía explicar.

"Estásbien Gabriella?" preguntóella mientras sus ojos me estudiaban de pies a cabeza.

"Sí. Creo que es hora de irme" esta era la oportunidad para escapar.

"Gaby, espera" dijo Sebastián.

"Hablamos luego, Sebastián" respondí, tomando mis llaves y subiendo al auto; manejando a casa de mis abuelos, sintiéndome derrotada por haber sido débil.

Llegué a la casa sin poder controlar el llanto.  Provocando que mi abuela me detuviese al instante.

"Gaby, qué te sucedió, mi vida? Por qué lloras?"

"Nada abuela, no es nada."

"Mi vida, podrás engañar a cualquiera, pero a mí no.  Al igual, intentarás alejar a todos, pero sé que te duele" me dijo mi abuela, tomando mi mano y llevándome a la cocina donde comenzó a prepararme una taza de té.  Luego de servirlo, se sentó a mi lado, colocando su mano sobre la mía.

"Mi vida, he visto como has querido alejar a todos de tu vida.  Como, aun cuando te proyectas con una fuerte coraza, ahí adentro aun esta la Gaby de antes.  La niña amorosa, amigable; que aun cuando escondía todas las perversidades que le hacía Amanda, continuaba alegrándonos con su manera de ser.  A puesto a que te encontraste con Sebastián en la universidad, cierto?"

"Sí.  Honestamente, no estaba preparada para esto."

"No es que no estabas preparada para esto, es que sientes algo más que una amistad hacia ese muchacho.  Lo pude notar el verano pasado, y es obvio que es algo recíproco.  Pude ver como aquella vez casi se besan en el patio.  Lástima que tuve que llegar."

"Abuela, por favor."

"Gaby, no lo niegues. Sabes que es cierto.  Y te apuesto a que se hizo novio de la chica por intentar esconder ese sentimiento por ti.  Adicional al hecho de que tú tenías novio para ese entonces."

"Porqué abuela? Porqué a mí?"

"Eso es algo que no te puedo explicar. Lo que te puedo asegurar es que todo esto ha sido algo que te ayudará a ser más fuerte. Cada vez que veas esa cicatriz en tu brazo, recordarás cuantas veces caiste, pero te levantaste nuevamente y continuaste."

"Sebastián me preguntó por la cicatriz."

"Y eso es algo que tú le debes contar.  Y si te preguntas cuanto te quiere ese chico, cuanto se preocupa por ti, recuerda el día que caiste por las escaleras gracias a Amanda.  Quién tomó el primer vuelo y llegó a ti? Quién enfrentó a Amanda y quién llamó a tu papá? Piénsalo mi vida.  Ahora, discúlpame, voy a ver quien está tocando la puerta" me dijo ella levantándose y saliendo de la cocina.

Yo me quedé sentada, jugando con mi taza de té.  Pensando en lo que mi abuela me acababa de decir.  Intentaba contestar las preguntas que ella me había hecho.  Buscaba dentro de mí, intentaba analizar, recordar...

No! No puedo! Probablemente sueno llena de terquedad, pero no quería sufrir más.

"Gabriella, tú y yo vamos a hablar" la voz de Sebastián me desconectó de mis pensamientos, mientras que este me tomaba de la mano y comenzaba a halarme.

No había manera de safarme; aceptémoslo, él es más fuerte que yo.  Pero, porqué mi abuela lo dejó entrar? Qué hizo Sebastian para escaparse de Mikaela?

Sebastián me dirigió a mi habitación, cerrando a su paso la puerta con seguro.  Mirándome directamente a los ojos, y obligándome a sentarme a la cama, este se arrodilló frente a mí.

"Antes de comenzar a hablar, necesito hacer algo" fueron sus palabras, seguido, me sostuvo por los hombros y me besó. Tomándome por sorpresa y dejándome perpleja al instante.

Cruzando PuertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora