𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭

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AMANE POV.

2 meses, solo 2 meses quedaban para salir de la correccional. Habían sido dos largos años. Bueno, en realidad era solo uno y medio pero me agregaron más por la acumulación de mis malas conductas aquí dentro.

No quiero irme, no quiero volver a esa vida. Si es que así puedo llamarle.

Miraba con atención aquella navaja que sostenía en mi mano, era capaz hasta de matar a algún recluso de aquí para quedarme más tiempo.

De pronto, abrieron mi celda.

-Kimura, tienes visita.

Mis ojos se abrieron como platos, si alguien vino a visitarme, solo podía ser una persona.

-No tengo ganas -dije ocultando mi nerviosismo, intentando ser la misma de personalidad plana y misteriosa que aparentaba ser.

-¡Levántate! -dijo el guardia, tomándome de un brazo y arrastrándome con ayuda de otro- Es tu segunda visita, deja de ser tan antipática.

Llegamos a la sala de visitas, y lo vi allí sentado. Tan arreglado, tan limpio, tan falso.

-Señor Kimura, tienen 15 minutos, no podemos darle más -dijo el guardia mientras me esposaban las manos.

-No se preocupen, es suficiente -sonrió y me apretó el estómago.

Quedamos a solas.

-¿No tienes micrófonos contigo, verdad? -preguntó serio- Tampoco veo cámaras.

-No las hay, solo hay detectores de humo.

-Perfecto, ahora, ¿Me explicas por qué mierda eres tan tonta? ¿Qué es eso de alargar tu condena? Acumulaste meses y meses extra, hasta parece que no quisieras salir...

Mantuve silencio.

-Es eso, lo supuse -rio- Bien, no puedo arriesgarme a perder el negocio por una mocosa malcriada. Así que tengo un trato para ti.

Enarqué una ceja.

-Vamos a separar caminos. Tu saldrás de aquí y te olvidarás de mi y de la familia. Todo lo Kimura desaparecerá de tu vida y tu desaparecerás de la nuestra.

-No -sonreí de medio lado- No lo harías tan fácil. ¿Cómo te aseguras que no diré nada?

-Podría asesinarte...

Me recliné, quedando frente a él.

-Hazlo.

-¿Eres estúpida? ¿Cómo te hago desaparecer apenas sales de una maldita correccional? -rodó los ojos, hurgando entre sus bolsillos- Ten.

Miré el papel que dejó sobre la mesa. Mis ojos se abrieron como platos.

-No...-negué- ¿Cuál es el truco?

-No hay truco, maldita mocosa. Te doy esto, y te olvidas de mí. Cómprate una casa o algo y no le cuentes a nadie jamás nada sobre nosotros.

-Es mucho dinero...-musité realmente sorprendida. Y sí que era mucho, bastante para una niña de 12 años.

Bueno, niña no. Lo que había hecho y vivido estaba muy lejos de ser digno de una niña.

El hombre que tenía en frente, era el causante de todo mi infierno.

Me adoptó a los 7 años, solo para darme una vida miserable, solo para ser un esbirro en su negocio de droga.

Nadie al verlo siquiera sospecharía de él. Era un máster en la materia. Todo siempre lo tenía bajo control y sin ninguna sospecha en su contra. Había traficado, asesinado y torturado. Los Kimura eran famosos en los barrios más bajos.

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 - Tokyo Revengers x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora