𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 - Tokyo Revengers x OC

𝐭𝐫𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞

2005

-¡No me vuelvas a hacer algo como esto!

Draken sonrió, algo abrumado.

-¡Hablo en serio! -volví a decir- ¡Me asustaste demasiado, imbécil!

-Ya, ya... -sobó mi espalda para calmarme- Estoy bien, no pasó nada.

Suspiré, en serio casi muero al pensar que lo podía perder. Me senté en una de las sillas al lado de la cama del hospital. Mikey entró como si nada devorando un dorayaki.

-¿Quieres? -me preguntó con la boca llena.

-No.

Estuvimos los tres riendo y conversando por poco más de una hora.

-¿Y Baji? -preguntó Draken.

-Dijo que vendría luego, está con unos asuntos de la escuela -suspiré- Debo irme, quedé de ver a Mucho.

Me levanté, pero paré al ver una bolsa en el suelo.

-¿Qué es? -pregunté mirando levemente el interior- ¿El uniforme?

-Es mi primera chaqueta de la ToMan -respondió Mikey.

-¿Y qué piensas hacer con ella? -pregunté otra vez.

-Se la daré a Takemicchi, como agradecimiento por lo que hizo el otro día -dijo mientras seguía comiendo.

Enarqué una ceja.

Ese tipo me parecía de lo más sospechoso.

-Bien, me voy -dije para chocar puños con ambos y marcharme- Oh, antes de que me vaya. ¿Necesitas que te traiga algo mañana?

-De hecho sí, ¿Puedes ir por ropa a mi casa? -preguntó- Creo que mañana me darán el alta y no tengo ropa limpia.

-Claro, no hay problema -sonreí- ¡Adiós!

Salí del hospital, me subí a mi moto y emprendí camino hacia mi departamento.

Al llegar me encontré con Baji.

Casi vivíamos juntos. Aún no dejaba completamente su casa porque eso pondría triste a su mamá, pero casi siempre se quedaba en mi departamento.

-Bienvenida, guapa -dijo acercándose a mi para darme un beso- ¿Cómo estaba Draken?

-Mucho mejor -sonreí- ¿Irás?

-Sí, en un momento salgo -dijo para luego apuntar la cocina- Compré pizza.

Mis ojos se iluminaron.

-¡Gracias! -me lancé sobre el para envolverlo en un abrazo.

Me arrastró hacia el sillón y nos tumbamos allí. Solo disfrutando la compañía del otro mientras nos hacíamos mimos.

-Tu ibas a salir, ¿No? -preguntó con los ojos cerrados, con su rostro escondido en mi cuello.

-Mhm -asentí- Aunque ya que estamos así, no me importaría decirle a Mucho que lo dejemos para otro día.

Él rio.

-Nada de eso -apretó mi nariz- Iré al hospital y tu irás con él. Luego vendré a dormir contigo, ¿Qué dices?

-¿Cómo podría decir que no? -sonreí acariciando su cabello.

Al rato, Baji se había marchado y yo terminaba de comer un trozo de pizza para salir también.

[...]

Mucho me estaba esperando en el lugar que acordamos. Luego de un poco de conversación banal y preocupación por Draken, me dijo algo que me heló.