Toxic Cure

Prólogo.

"El problema es que nos enamoramos de la idea de amar y ser amados sin saber realmente lo que es amor"

Octubre 31 del 2013, 2:30 pm. Eastmouth.

El tráfico de esta maldita ciudad ya está en mi lista de cosas por odiar.

Soné la bocina de mi auto por milésima vez de lo que serían dos horas que llevaba atascada aquí, en medio de Londres, con una hora y media de retraso. Mi cabeza dolía por los incesantes gritos y quejas de los conductores a mi alrededor que se encontraban en la misma situación que yo y podría jurar que necesitaría nuevas piernas porque ya no sentía las mías, sin mencionar que mi trasero probablemente estaría plano por tanto tiempo sentada.

Froté mis sienes frustrada para luego intentar asomarme por la ventana a ver que sucedía, sin alcanzar realmente a ver nada que no fueran carros y un semáforo a lo lejos, que según yo, ya había cambiado de color más de mil veces.

Subí la ventana y caí derrotada en mi asiento cerrando los ojos, hasta que un molesto sonido empezó en el interior de mi bolso, colocado en el asiento de copiloto.

No tarde en darme cuenta de que era mi celular y lo saqué, atendiendo sin ver quien era.

- Paige Anne Brooks ¿Dónde te has metido? - La voz molesta de mi amiga hizo que me alejara un poco del teléfono con una pequeña sonrisa.

De inmediato volví a colocarlo en mi oreja y me dispuse a explicarle el porqué de mi atraso.

- Lo sé, lo siento Julia, pero el tráfico está terrible lo juro.- Dije y noté que los carros delante de mí encendían sus motores y empezaban una lenta marcha. Sonreí satisfecha. -Ya los carros se empiezan a mover ¿Falta algo? Porque puedo pasar por la tienda - Dije y encendí mi motor imitando a los otros autos cuya marcha había acelerado un poco más.

- No Brooks, quiero tu trasero aquí para prepararnos para la fiesta porque se que lo más probable es que estés evitando venir por eso.- Su tono de voz era de enojo pero podía sentir que no quería ser muy dura conmigo.

- Sabes que considero estas cosas estúpidas Jules, si fuera una fiesta normal iría sin problemas.- Traté de ser lo más honesta posible para ver si podía convencerla.

- Lo sé pero vendrás si no quieres amanecer con el pelo color rosa.- Rió haciéndome rodar los ojos.

Odiaba las fiestas de disfraces, odiaba Halloween y odiaba que utilizaran a mi pobre amiga para prepararlo todo solo por ser de primer año. Desde que le dieron la noticia de que sería la encargada de organizar la fiesta de Halloween de la Universidad estaba hecha todo un manojo de nervios, transmitiéndomelos sin duda a mí.

Para la Universidad Knight las fiestas eran muy importantes y la fiesta de Halloween anual era por tradición organizada por los estudiantes de primer año que se propusieran a hacerlo.

Por supuesto que Julia me obligó a ser parte de esto, ya que yo odio las fiestas y más sin son de disfraces. Y ¡Oh! , que casualidad, esta era una de esas.

- Ya se, no faltaré, solo déjame salir de este tráfico y llegaré enseguida.- Dije y colgué sin muchas más ganas de oír cosas acerca de la fiesta y porque podía ver policías a lo lejos así que no quería meterme en problemas por hablar mientras conduzco.

Si es que ir a 10 km por hora se puede llamar conducir.

Mientras más me acercaba a los policías, podía ver más claramente la situación que minutos atrás no podía ver. Habían ambulancias y bomberos, además de un pequeño desvío a lo lejos para evitar la horripilante escena que finalmente tenía ante mis ojos.