Capítulo 7.

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Foto de Trevor en multimedia.

Estaba sentada en mi cama observando mi clóset fijamente, como imbécil, tratando de descifrar que me pondría para la fiesta de Trevor.

No quiero sonar como la típica adolescente que dice no tener ropa, pero es que en serio no tenía ropa. Era muy raro que asistiera a fiestas, así que mi ropa era más universitaria y casual, que atrevida y sexy.

Suspiré enfadada conmigo misma y me volteé para tomar mi laptop y seguir viendo un video de cómo hacer slime casero, el cual le regalaría a mi hermana en unas semanas para su cumpleaños.

El fin de semana pasado habíamos ido a la feria de libros con ella y nos habíamos divertido mucho, especialmente porque tanto a Alan como a mi nos encantaba leer y porque Melissa se había quedado en unos colchones inflables que estaban para los niños.

Ese día había sido la última vez que Alan me había hablado de la fiesta, pero me había dicho exactamente lo que íbamos a hacer.

"-Primero entraremos casualmente como si nada pasara, tomaremos y fingiremos que fuimos a la fiesta- Dijo entrecerrando los ojos que le brillaban con diversión. –Luego, se que Trevor se acercará a mi y me pedirá que hablemos- Dijo casual volteando a verme, tenía una sonrisa graciosa y encogió los hombros.- No me preguntes, es muy gay, le gusta resolver la cosas callado.- Había dicho riéndose.- No quiero que te acerques a sus amigos mientras vaya a hablar con él, son demasiado penes dulces para mi gusto y tú tienes unas tetas de infarto.- Solté una carcajada y él me imitó.- No en serio, no te acerques a ellos.- Dijo luego un poco más serio pero sin sonar duro.- Cuando terminemos de hablar nos iremos de ahí cagando hostias, no queremos que me golpeen.-"

Allí murió el tema, justo cuando pasamos por un puesto que estaba dedicado a los libros de Rick Riordan, nuestros favoritos.

La verdad es que si planeaba hablar con los amigos de Trevor, porque quería saber qué carajo había pasado en él y Alan, además de que de seguro estaban demasiado hermosos como pasar de ellos.

Y no, no es engañar a Max, solo hablaré con ellos.

Pasó una hora desde la última vez que revisé mi armario y solo me quedaban tres para arreglarme, sí lo sé, muy poco tiempo.

El sonido de mi celular me indicó que Julia me estaba llamando y sabía que era ella porque le coloqué la canción de American Horror Story, su serie favorita.

- ¿Lista para la fiesta?- Preguntó sin saludar, típico de ella.

-No, ni siquiera tengo ropa, necesito que me prestes.-

Se rió maléficamente y me dijo que vendría en cinco minutos a mi habitación

En realidad habían pasado diez minutos pero no me extrañaba, porque ella siempre llegaba tarde a todo.

Abrió la puerta con dificultad ya que tenía ropa en la mano, la llave cayó al suelo y la dejó ahí tirada mientras tiraba todo en su vieja cama.

-Hola guapa.- Dijo volteándose como una psicópata mientras subía las cejas.- Mira lo que te he traído.- Señaló con las palmas abiertas la ropa como si fuera un premio que me acabé de ganar.

Rodé los ojos y me acerqué a ella.

-¿Qué se supone que es esto?- Tomé una prenda que parecía un croptop.

-Una falda.- Dijo mientras ponía música en su celular.

Solté la diminuta "falda" y tomé un vestido que no parecía ser tan corto, era todo plateado con brillantes y sin mangas.

Toxic CureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora