Capítulo 2.

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Foto de Brody en multimedia

El supuesto Brody no se inmutó con la actitud defensiva de Alan, probablemente porque era más alto que él y mucho más fornido, se veía que nos llevaba a ambos algunos años de diferencia. Era guapo, con el pelo ligeramente largo y castaño, sus ojos eran marrón oscuro y estaban escondidos tras unos lentes de fórmula que lo hacían ver totalmente ridículo, ya que no contrastaba con su apariencia de matón. Sus brazos dejaban ver algunos tatuajes en las partes donde la camisa verde no lo cubría, llevaba también unos jeans rasgados ¿Mencioné que ya que era jodidamente caliente?

Sus ojos se fijaron en mí cuando Alan hizo el intento de echarme para atrás, empujándome ligeramente con su mano y manteniéndola en mi abdomen, supongo que en modo de protección. Cuando pensé que el chico me sonreiría sus ojos se hicieron aún más oscuros, como cuando se ponen los de Alan cuando está enojado, justo como lo está ahora.

- La pregunta, Alexander, es qué estás haciendo tú aquí- Dijo Brody llamando a Alan por su segundo nombre, crucé mis brazos sintiéndome fuera de lugar.- Sabes lo que opina mamá de estas cosas.- Su voz sonó autoritaria.

El nombramiento de la madre de Alan lo hizo temblar, no sabía mucho de su familia, pero sabía que era lo suficientemente problemática como para ser un trauma para él. Recordé entonces cuando meses atrás Julia me había dicho que el hermano mayor de Alan, quien se había graduado hacía un año, se llamaba Brody.

-Como si tú lo supieras, imbécil.- Pronunció mi amigo acercándose a su hermano, que lo veía con desagrado, ambos estaban a una cercanía límite. - ¿A qué has venido?- Preguntó de nuevo, despacio, retándolo a hacer cualquier cosa que ameritara un golpe.

Brody se alejó de él.

- Necesito que cuides de Aaron.- Dijo mirando al suelo momentáneamente.- Iré a trabajar y la niñera no puede, estoy desesperado y eres mi única salvación.-

-No.- Sentenció Alan, le dio la espalda y tomó mi mano para irnos de allí, mas mi mirada volvió al chico que se había acercado de nuevo a nosotros jalándome a mí como única manera de detener a su hermano. -¡No la toques!.- Me alejó Alan. -No la vuelvas a tocar.- Dijo como si tuviera alguna enfermedad, su actitud hacia que su hermano hizo que me diera miedo, realmente jamás lo había visto así.

-¡Es tu jodido sobrino!- Gritó Brody elevando los brazos.- No lo hagas por mí, mierda.- Dijo pateando una lata que estaba en el piso.

Alan lo observó de arriba abajo antes de que volviera a caminar hacia la salida, su agarre en mi mano se intensificaba con cada paso y sus cejas estaban fruncidas, haciendo con sus ojos se vieran aterradores.

En cuanto llegamos al auto me senté en el lado de copiloto, observando como él tenía un ataque de ira y golpeaba con su puño un árbol cercano ¿Por qué estaba tan enojado?

Su hermano me hizo recordar a mi hermana Melissa, hacía un tiempo que no la veía ni a ella ni a mi padre, no desde que habían iniciado los exámenes finales y no podía concentrar mi mente en algo que no fuera eso.

Un portazo me hizo salir de mi ensoñación, el perfume de Alan invadió de inmediato todo el auto mientras se ponía el cinturón o al menos lo intentaba, ya que estaba demasiado molesto como para lograrlo. Mi mano tomó suavemente la suya tomando la hebilla del cinturón para colocarla correctamente en su lugar. Sus ojos estaban cerrados y respiraba literalmente como un toro enfurecido, sus manos estaban ahora en el volante, sus nudillos soltando un poco de sangre por el impacto que tuvieron con el árbol.

Mi boca se abrió para decir algo, pero la cerré de inmediato al darme cuenta de que cualquier cosa lo sacaría totalmente de sus cabales.

No les mentiré, ser amiga de Alan no era para nada fácil, las constantes peleas que tenía con la gente, los insultos que soltaba sin querer cuando se enojaba conmigo, incluso todas las chicas que lo acosaban y atentaban en contra de mí. No era fácil, pero lo seguía siendo porque disfrutaba de los pequeños momentos que teníamos juntos, cuando nadie tenía que pretender ser nada y tan solo podíamos ser nosotros en nuestro máximo esplendor.

Toxic CureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora