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Diana tras escuchar las palabras del chico, se gira hacia el enfurecida, y señalándole de manera incriminatoria le dice

- No metas a mamá en esto...¡A ella no!

Y después de decir eso, la chica se va del despacho con un portazo.

Horas después, a altas horas de la noche, todos los empleados de la casa y el señor Salvatore se encontraban durmiendo en el lugar, Alessandro hacía un par de años que ya no vivía en la casa y Diana aún no había llegado.
Emily, que no podía dormir al estar en un lugar nuevo y desconocido para ella, se dirige hacia la cocina a por un baso de agua cuando de repente escucha el sonido de unas llaves proveniente de la puerta principal, entonces la chica se asoma para ver y se encuentra a Diana borracha y llorando desconsoladamente, la chica no se podía mantener en pie, al entrar cae de rodillas y llora aún más, Emily al ver a la chica así, siente lastima y va corriendo ayudarla.

Cuando Emily va hacia ella y le ayuda levantarse, sus miradas se cruzan y ve como en la mirada de Diana transmitía mucha tristeza y dolor pero rápidamente desvía la mirada y la sube con dificultad hacia su habitación, la cual estaba llena de libros, la tumba en la cama y le quita los zapatos para luego taparla con las sábanas. Después de eso la chica se disponía a irse del lugar pero se pone a observar la habitación, donde encuentra infinidad de libros y algunos vinilos pero lo que más le llama la atención es una foto boca abajo. Cuando Emily levanta la foto se encuentra a una Diana más pequeña junto a su madre en un barco con una amplia sonrisa.

Años atrás una Diana y Alessandro adolescentes se encontraban cenando en el salón junto a sus padres, Fabrizio Salvatore y Stella di Luca

Las consecuencias del ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora