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Ante el grito del padre, Diana se pone algo nerviosa, mientras que Alessandro al verla de esa manera se le dibuja una media sonrisa algo maquiavélica, pero Diana sin prestar atención a su hermano dice

- Papá...e-es cierto... pero Emily y Alessandro no están juntos... Emily y yo estamos enamoradas...y aunque creas que es anti natural o un pecado, eso no me va impedir seguir amando a esa mujer...aunque sea una mujer...sigue siendo una persona, una persona humilde, amable, generosa, creativa, fuerte, cariñosa, divertida...¿No me puedo enamorar de esas caulidades? ¿Independientemente de su género? Papá...Emily ha sido la única persona en mi vida que me ha hecho comprender el significado del amor, ha sido la única que me ha hecho sentir de verdad....

Antes de que el señor Salvatore pudiera contestar, Alessandro empieza a decir

- Papá...¿Eres consciente de lo que está diciendo esa sucia? Es una pecadora, una invertida... papá si esto sale a la luz la imagen de la empresa se va a la mierda...no van a querer volver a comprar ni a confiar en nosotros...además...¿Enamorada? ¿Emily enamorada de ti? Solo has abusado de ella porque tenías envidia de que Emily y yo estuviésemos juntos

- ¡Eso es mentira! ¡Emily y yo nos amamos! ¡Es a ti que te jode que Emily me quiera a mí antes que a ti! ¡Imbécil!

- Cazzo ¡Ya basta! Alessandro vas a ir conmigo a la notaría, voy a cambiar la herencia...para que la imagen de la empresa no se vea perjudica, el heredero de la empresa vas a ser tu

- Pero...

- Nada de "peros" Diana, ya has oído a papá...

Dice Alessandro mientras ayuda a su padre a levantarse de la cama, enfadada Diana abandona la habitación y se dirige hacia la habitación donde se encontraba el material de pintura, en el camino hacia la habitación, se encuentra con Emily, que preocupada intenta alcanzar a Diana, pero está, ignorando a la chica, se encierra en la habitación

Las consecuencias del ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora