·Capítulo 8·

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15 de junio 2014

-¿Crees que ha sido buena idea dejar a Lilith sola en casa?

-Lilith es muy independiente, Paul. Ya sabe qué hacer si tiene una emergencia, tiene nuestro número de teléfono apuntado en una libreta. Si quiere comer o beber, tiene un taburete en la cocina.

-¿Y si se cae, o tiene un accidente?

-Mi hermana vive a una calle de nuestra casa, también le he apuntado su número. Y tiene el botiquín en su habitación.

-Y por esto me casé contigo, Nance -Nancy y Paul salieron del coche.

-Por cierto, en la reunión de Mystcal, Jessica acudirá, ¿no? -Nancy asintió-. Entonces quiero hablar con ella de Lilith, quiero que la conozca, seguro que estará orgullosa de nuestra hija.

-Pero ella no ingresará en Mystcal, ¿verdad? No creo que sea lo indicado, tiene que seguir siendo una niña normal, y asistir a su colegio.

-Ella ya nos ha preguntado sobre el color de sus ojos varias veces, no podemos ocultárselo toda su vida, Paul.

-Cariño, ya llegará el momento adecuado para decírselo, aún es muy pequeña para comprenderlo -Paul y Nancy entraron al lugar de la reunión, pero tomaron caminos distintos. Nancy cogió un vaso de agua, a su lado, se encontraba un hombre que ella conocía.

-Buenos días, Nancy -apareció Philius Dorks.

····

Harry se despertó en la enfermería del Sr. Meddygaeth a causa de escuchar una voz susurrando en sueños. Miró la camilla que estaba a su lado, allí se encontraba Lilith, moviéndose bruscamente.

-Mamá... Mamá... No, no, no te vayas... Por favor, mamá, te lo pido... -las lágrimas mojaron su almohada.

Harry tapó sus oídos con sus almohadas, pero Lilith siguió llorando, cosa que a Perkin no le gustaba.

Lilith despertó. -Perkin... Idiota... Las pastillas... ¡Las pastillas, Perkin! -gritó con falta de aire.

Harry se levantó de la camilla con nervios, cogió las pastillas con la etiqueta de «Tranquilizantes» y abrió el tapón. Con cuidado sacó una pastilla y la depositó en la boca de Lilith.

-¿¡No entiendes el funcionamiento de las pastillas, imbécil!? -exclamó enfadada.

-Ya voy, pesada -le preparó un vaso de agua. Lilith bebió toda el agua del recipiente sin pausas-. ¿Qué se dice, Brown?

-No voy a darte las gracias, niñato. Cualquier persona me habría ayudado -espetó mientras se levantaba de la camilla.

-Eh, eh, eh -la detuvo por los hombros-, ¿dónde crees que vas? El señor Meddygaeth ha dicho que debemos quedarnos.

-¿En serio quieres quedarte aquí conmigo sin hacer nada, solo aborreciendo mi presencia y deseando estar con tu novia y tus amiguitos en lugar de estar conmigo?

-Yo...

-Buena suerte con tus hazañas de las cuales yo no formo parte, Perkin -le dio una palmada en la espalda-. Tal vez en otra vida -salió de la enfermería.

Harry se quedó congelado. Ninguna chica en toda su vida le había desafiado como lo hacía Lilith. La joven de ojos violetas poseía una personalidad atrayente, llena de valentía y lógica, cosa que a Harry le parecía interesante, aunque su tapadera le impedía admitirlo.

••••

-Los Keys & Locks siempre han sido los mejores, admitidlo -afirmó Beckett.

-¿Bromeas, zanahorio? Ese grupo de música solo tiene fama de ser "guapitos" -Theo exageró las comillas-. En cambio, las Queens of a fantasy se trabajan sus canciones, y son dueñas de ellas. Bailan, cantan y son una gran influencia.

-A mí me gusta Jamie Cupcake, es muy guapa y canta como los ángeles -habló ensimismada Marestia-. Su pelo, su rostro, su ropa, ella en si es perfecta... -todos la miraron- ¿Qué? Me gusta mucho...

En la mesa de la cafetería se sentó Lilith, pidió un café y un croissant élfico, el cuál contenía semillas verdes y una masa rosa con matices azules.

-Hola gente. -le pegó un bocado al croissant.

-¿Estás bien, Lilith? Tengo un poco de maquillaje en mi mochila, si quieres podemos dar un poco de color a tu piel y cubrir esas ojeras, ¿te parece? -Oriana tocó con delicadeza el rostro de Lilith.

-No hace falta, Oriana -habló con la boca llena-. Solo que ayer me mareé y he pasado la noche en enfermería, nada más -continuó comiendo su croissant.

-Oye Lilith, ¿cuál es tu grupo de música favorito? Estábamos debatiendo y...

-Nirvana, Guns 'n Roses, Queen y Pink Floyd... Oh, aunque Green Day también me gusta mucho...-los amigos se miraron sin entender a Lilith-. Entiendo, no conocéis ninguno, ¿verdad? -los demás negaron-. ¿Queréis subir al cuarto de Oriana y mío y os pongo algunas canciones? -preguntó eufórica.

-Si tan buenos grupos son... Aunque no serán comparables a Keys & Locks.

-Zanahorio...

-¡Chist! -depositó un dedo en sus labios-. Cállate gótico desaliñado, sabes que estoy en lo cierto -Beckett lo agarró del brazo y siguieron a Lilith rumbo a la habitación.

Mientras los dos chicos hablaban con Lilith de las diferencias culturales entre los mundos de donde procedían, Marestia y Oriana se encontraban a gran distancia de ellos, cogidas de la mano.

-¿Qué tal Malkom, el tritón nuevo? -preguntó mientras acariciaba los nudillos de Marestia.

-Es un tanto especial, no sabe cómo utilizar sus poderes -habló apenada-. Cuando la profesora Cynthia analizó su estadística en especie, no aparecía que tuviese las variaciones de ADN que un tritón posee, es muy raro -miró al techo.

-Tal vez los gnomos hicieron algo mal, esas criaturas bordes y creadas por el mismísimo Drácula no hacen las cosas con cuidado -Marestia le pegó con el codo y Oriana se quejó-. Quiero decir, no me fío de ellos, muchos son farsantes.

-No creo que hayan sido ellos, Jessica los tiene bien controlados -rio-. Sé qué Malkom definitivamente no es un Tritón.

Marestia se quedó pensando un instante, hasta que se tropezó con los escalones para subir al cuarto de las dos Hadas del grupo.

-...Y este disco es una edición limitada de A Night at the Opera, de Queen. -Lilith mostró sus discos con ilusión.

-¿Por qué te gusta tanto la música, rarita? -preguntó divertido Beckett.

-Porque me ayudó a no tirar la toalla en los peores momentos.

Los amigos pasaron toda la tardeescuchando música, riendo y bailando. Por una vez en toda su vida, Lilith se sintió completa y feliz.

 Por una vez en toda su vida, Lilith se sintió completa y feliz

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