AUNQUE NO LO PAREZCA

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Cualquier tipo de verosimilitud con la realidad, será pura coincidencia. La historia es totalmente ficticia y no involucra personas reales.

CAPÍTULO 1 : DANIEL

Dani, ese es mi nombre, el nombre de un chico que en ese momento medía más o menos un metro setenta y cinco y algo desgarbado. De pelo corto marrón oscuro y liso.

Era extremadamente simpático y nunca me enfadaba por cosas irrelevantes, también me considero guapo, ahora y antes (No solo porque lo diga mi madre). La gente criticaba que era un poco engreído y egoísta. Pero solo eran opiniones. También estaba muy seguro de que era lo que quería para mí en ese tiempo. Pero como bien he dicho, estaba...

Una bonita mañana de un invierno soleado, me desperté como de costumbre a las siete y media de la mañana, ese día era viernes. Los viernes a primera hora tenía biología, por ende, ese día me desperté desanimado. Eso de ser el mayor del insti y comportarme bien no iba conmigo, yo era más de: "como no ser" un gran ejemplo a seguir... Y como era de esperar me quedé en la cama holgazaneando. A causa de esto llegué tarde a clase, pero ¿sabéis qué es lo que hizo que me levantase de la cama? el hecho de que vería a Nelia, la chica de la que estaba totalmente enamorado.

Nada más llegar a clase se me acercó a hablar Adri, un amigo. Me saludó muy simpático, como de costumbre, y tuvimos una conversación liviana que no iba más allá de lo típico.

Unos segundos después se me acercó la adorada Nelia, y me saludó muy alegre, pero yo, que era un crío, estaba muerto de la vergüenza, y por eso tan solo le respondí con un simple "hola" seco. Ella me miró de manera extraña. Me preguntó si esta tarde tenía tiempo libre, yo me quedé totalmente sorprendido, pero le dije que sí, ella respondió:

-Bien, pues a la salida te digo por qué y otra cosa más. 

-¿Otra más? -Le pregunté.

Ella contesto que sí, que eran muy importantes.

Y justo cuando le iba a preguntar de qué se trataba, sonó el timbre y se fue corriendo mientras miraba hacia atrás, donde estaba yo.

De ahí en adelante solo di clase, pero en un cambio de hora se acercó Adrián, y me dijo:

-Mira, ahí está Esther, tu novia.

(La chica que en ese momento estaba por mí).

Yo a Adri le respondí de manera gruñona. Ella nunca sería mi novia y no la odiaba, pero digamos que no me agradaba su presencia. Adri dijo que enfadase era de maricas, que solo estaba bromeando. Yo, que claramente era mucho más maduro que él, lo miré y acto seguido le dije:

- Cállese puto. - Con una terrible imitación del mexicano.

Y me metí en clase.

Las demás clases fueron de lo más corrientes. Menos matemáticas, que tuve guardia. Cómo no, en esa clase me senté atrás del todo, en una mesa en la que no se sentaba nadie.

Recuerdo ponerme a mirar el móvil y a pasar de todo, ya que en esa clase, Nelia no estaba y yo me encontraba algo desanimado. Así que ese sitio era un buen lugar.

Al sonar el timbre recuerdo que Aarón se había sentado en la otra punta de la clase. Por alguna razón me fijé en esa tontería. Quizá por mi déficit de atención.

A los diez minutos noté que alguien me miraba, miré al frente, pero no vi nada extraño, así que seguí a lo mío.

Después de estar un buen rato con el móvil, me volví a sentir observado, pero en este caso en vez de mirar hacia adelante, miré a un lado. Y ahí encontré al causante de que yo me sintiese observado. Exacto, Aarón me estaba mirando, pero no apartó la vista, algo que hizo que me sintiese, además de observado, incómodo.

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