AARÓN
Abrí los ojos, pero no pude verlo. Se había ido, me iba, para siempre. De repente un nudo apretó fuerte mi corazón, esto sí era una situación de descontrol. El miedo de perder algo que había considerado mío se hacía más y más grande, y era una situación incontrolable, no podía hacer nada para evitarlo.
¿Te da miedo perder algo tuyo o te da miedo perderlo a él?
¿Qué me daba miedo?
Fruncí el ceño apoyando mi mandíbula en la almohada sobre mi brazo.
Me daba rabia, pero ahora solo quedaba disfrutar de lo que me quedaba y luego enfrentar al problema que había ahuyentado, ya había escapado muchas veces. Y estaba solo, completamente solo, sin algún motivo aparente por el que luchar. Me había cansado de correr de aquella situación, y quizá ese era el fin, arraigarme a esa sensación de indiferencia y tristeza para siempre. Hasta ahora solo había habido un único propósito por el que quedarme, y aunque me costó aceptarlo, lo único que disfrutaba era el sexo que tenía con él.
¿Te gustaba el sexo con él o te gustaba él en el sexo?
Las dos.
¿Sólo eso te gustaba de él?
No era la primera vez que me hacía estas preguntas, pero tampoco sabía si estaba preparado para responderlas. No, desde luego que no. Y ahora no era el momento para solucionarlas.ღღღ
No fui a clase esa semana, me quedé en casa recogiendo mis cosas y haciendo maletas. Pensé alguna que otra vez escribirle, pero en ocasiones esperaba que lo hiciese Dani. Siempre era yo el que lo buscaba y simplemente él era el que me esperaba, pero también lo esperaba yo y sabía que si no le hablaba él no lo haría. Pero yo mismo había marcado esa linea y determinado los personajes, pero no quería ni sabía borrarla.
Cada día que pasaba era cada día que luchaba para no escribir a Daniel, pero yo sabía que ya nos habíamos despedido como "me gustaba". Pero faltaba algo.Él...
Un último recuerdo se me vino a la cabeza y finalmente acepté lo que tendría que haber aceptado hace un tiempo.
Me gustaba, mucho, adoraba estar con él. Me gustaba su manera de ruborizarse y sentir vergüenza, me gustaba su risa incoherente. Todo, desde el lunar de su hombro pálido, hasta sus ojos aparentemente marrones miel con pinceladas verdes.
Me reí por no llorar, para comprender la situación y llorar igualmente. Había sido un tonto, un inmaduro, y yo ya no podía hacer nada.
No quería decirle todo esto antes de irme, solo causaría más daño del que ya había hecho.
Pero lloré y no me comprimí. Lloré solo en aquella habitación por primera vez en años. Lloré porque me iba a ir sin él.
No me supuso difícil llegar a esta conclusión. Creo que lo supe desde el principio pero no quería abrir mi corazón. Solo hubo algo que quise y había sido mi padre. Pero cuando ocurrió lo que ocurrió, toda esa torre de emociones se destruyó.
Supe desde el principio que me iba a tener que volver a casa con mis padres, y que todo con Dani iba a ser un juego, pero me vino grande y no supe manejarlo.
Me dolía decirlo en voz alta finalmente, cuando me iba, cuando ya nada había que hacer.
Vuelve a por Dani, se merece explicaciones.
Se merecía explicaciones y cariño. Tenía que volver como fuese.
En ese momento todo era cólera, y seguía pensando como un niño pequeño que cree poseer el mundo. No me culpo.ღღღ
El día llegaba y ya me había apenado lo suficiente. Ahora tenía que enfrentarme a mi padre, y lo tendría que hacer día y noche. Miré la pantalla del móvil y sonreí, esto sería una aventura de la cual aprendería. Era mejor creer que todo iría bien y no volver a cometer el mismo error dos veces. No volvería a cerrar mis sentimientos, ni volvería a tratar mal injustamente a alguien y menos si lo quiero.
-Es momento de cerrar esta etapa de mi vida junto ti, aunque no estés presente para verme. Sé que estarás orgulloso cuando te lo cuente. - Dije mirando la pantalla de mi móvil.
El coche de mi hermana estaba abajo, ya me había preparado para escucharla todo el viaje, pero para mi sorpresa, no era ella la conductora. Era un chófer. Perfecto para dormir y escuchar música.
Saliendo del pueblo miré todo por última vez y sonreí, un poco vacío, no había mucho que ver. Todo lo que tenía que recordar estaba en mi casa, mi casa vacía.
Metí mi mano en el bolsillo y de él saqué una figura morada deforme. No me acordaba. Cuando empecé todo ese lío con Daniel, se le cayó de la chaqueta este bicho morado raro y se me olvidó devolvérselo.
Que feo.
Pensé en su momento. Sí, seguía siendo feo, pero era de Dani. Eso le combinaba muy bien con su personalidad. Me daba curiosidad que era esa figura, pero la aferré en mi puño y sonreí pensado que ya preguntaría al verlo nuevamente.
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AUNQUE NO LO PAREZCA
RomanceDaniel y Aarón son dos compañeros de clase que a través de un incidente, descubren que quizá no solo son compañeros o amigos, sino algo más. Algo que les llevará a atravesar muchos obstáculos...