—Pídele perdón a Killua—, se escuchó a una voz un tanto infantil y masculina decir, la rabia rebotaba en el timbre de voz haciendo temblar ligeramente las palabras pronunciadas. Una vez más se encontraba frente el culpable de un gran problema. Esta vez, Killua sufrió la manipulación de su hermano, obligándolo a matar una vez más y así autodescalificarse del examen de cazador. Gon vibraba de furia – definitivamente, Illumi iba a pagar.
—¿Disculparme? ¿Por qué?—, refutó el maldito. Los morenos puños se apretaron con mayor fuerza. Todavía tenía la valentía de preguntar la razón por la cuál debería redimirse—. Kil es un asesino por naturaleza, simplemente le recordé ese detalle.
Wow, ahora sí estaba enojado.
—Te equivocas—, gruñó.
—¿No podrías simplemente dejar a Kil en paz? Contigo en el camino, él...
—¡Me niego!—, interrumpió. Negro cruzó con marrón, este último brillando con furia y determinación por recuperar a su amigo. Había recorrido tanto camino... había trabajado tanto en su amistad con Killua y que este pueda vivir a su gusto... y ahora le estaban diciendo que se aleje de él, ¿que le está causando problemas? Simplemente se estaba volviendo loco, se negaba a permitir que esa excusa barata de hermano siga respirando el mismo aire que su amigo.Gon creía que Illumi lo atacaría o ignoraría por su comentario, sin embargo, este habló con una ligera sonrisa en su rostro—; eres un buen niño, me gusta.
Lejos de sentirse alagado, Gon se sintió repugnado. No podía creer las palabras que estaban saliendo de su boca, se negaba a seguir escuchando cómo Illumi soltaba semejante barbaridades de Killua. Pero lo peor de todo no era eso, sino que era la sinceridad, la creencia que tenía en sus propias palabras. Gon sentía que su salud mental se desvanecía con cada segundo que se mantenía junto el ojinegro azabache.
"Una marioneta despiadada de la oscuridad, eso es todo lo que es, fue y será Kil. Un asesino cuyo único deseo es sentir la cálida sangre de sus víctimas en sus manos. No puede haber nada más bello que el arte de la muerte, y tú no tienes mucho gusto que digamos... pero, si el asesinato es un arte, Kil es un artista de primera. La octava dulce voz que gritará a los cielos la demencia en los ojos de aquel que disfruta esta preciosa esencia llamada asesinato."
No, insistía en no creer en sus palabras. No hay forma alguna de que Killua vea alguna clase de belleza en esto, Illumi no tiene ni puta idea lo que habla.
—Te equivocas—, volvió a gruñir.
—No me equivoco—, corrigió el más alto, su mano extendida hacia el moreno. Gon estaba seguro de que intentaba lo mismo que una vez hizo con Killua en el examen de cazador. Él no caería por algo tan barato como la manipulación de Illumi, era simplemente ridículo creer en que hay belleza en el fin de una vida.
—Es la forma en que padre y yo le educamos—, estableció—. Kil únicamente piensa en si una persona debe o no debe ser asesinada, ¿o no es así, Kil?Un jadeó escapó de los labios carmesí del azabache, una nueva presencia habiendo aparecido en la habitación.
Su vista se dirigió hacia su derecha, donde ahí se encontraba su amigo; encadenado con varios cortes profundos, moratones tan negros como la noche y quemaduras al rojo vivo. Estaba inconsciente. Gon no creía lo que sus ojos veían, el cuerpo de Killua estaba tan maltratado y abusado que era casi imposible decir un lugar donde no hubiese daño; allí donde no estaba la sangre cubriendo su cuerpo, habría piel completamente inflamada de posibles hemorragias internas o piel levantada por las altas temperaturas a las que habría sido expuesto. Era horrible y doloroso contemplar algo así, Killua fue maltratado toda su vida por su propia familia con la excusa de mierda nombrada entrenamiento.
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La pesadilla de Zoldyck
AdventureTras el examen de cazador, Gon y sus amigos deciden ir hasta la montaña Kukuroo para rescatar a Killua de su propia familia y la manipulación de esta. De lo que no se percatarán hasta verlo con sus propios ojos, es que ambos viven en mundos muy dife...