Capítulo 10 - Amor odio

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La habitación se encontraba ciertamente en silencio, lo cuál resultaba complicado considerando lo grande que era y la cantidad de eco que había en esta. Un simple paso condicionaría un estruendo.

Se encontraba sentado sobre aquella sorprendentemente cómoda cama, si era honesto no sabía el por qué de su asombro, pero cierta parte de él le decía que la lujuria no podría ser algo muy común en la vida de los Zoldyck a pesar de las apariencias. Él se encontraba sólo, considerando que había terminado antes que los otros dos azabaches ahora se encontraba explorando con la mirada la alcoba perteneciente al albino, quien había abandonado esta hace unos minutos para inspeccionar el ambiente familiar y, en caso de que les hubiesen engañado con respecto a la supuesta celebración, huir.

No le había resultado complicado conseguir un traje con sus medidas, considerando que Illumi hace varios años usaba una semejante que le resultó decente a sí. Lo que de verdad costó fue encontrar algo para Leorio, quien resultó ser realmente alto y delgado en comparación a su robusta familia; finalmente optaron por ropas de Zeno cuando este era joven. Según Killua, el traje de mayordomo era algo prohibido para cualquier otra persona que no ocupe ese papel, además que insistió en que el azabache mayor ocupara el conjunto de su abuelo por algún motivo que desconocía. Ni siquiera él fue capaz de echar un vistazo a este, simplemente pudo ver en la ráfaga de un microsegundo algo grisáceo. Algo le decía que no iba a ser un traje normal y corriente.

Finalmente, la puerta del armario se abrió, donde habían sido invitados a cambiarse ya que disponían de espacio más que suficiente para ello sin siquiera escuchar a los otros. Gon apareció del interior caminando de una forma un tanto extraña, Kurapika frunció el ceño entonces preguntándole por su comportamiento. Tras unos segundos de Gon "andando" por el cuarto hasta llegar junto el rubio dijo—; me cuesta moverme.

El traje pertenece a Killua, quien usa la misma talla que él por lo que ni se molestaron en buscar otra cosa, eso sí, Gon no se esperaba que fuese a ser tan incómodo llevar un frac. Aunque jamás se hubiese puesto él uno en su vida.

Se preguntó por unos instantes el por qué tardó más que Leorio en ponerse elegante, puesto que el mayor solía llevar esmoquin casi todo el tiempo puesto que le hacían sentir "adulto y sexy". Aún así, Gon le explicó que ni siquiera se había empezado a preparar cuando él terminó porque le estuvo ayudando a ponerse el traje sin arrugarlo. Igualmente, tras lo que parecieron años entre los cuales incluso Killua llegó admitiendo ver sólamente los preparativos para una celebración normal y corriente, apareció el señor Paradiknight.

—¿Por qué tengo que llevar esto?—, cuestionó una vez apareció frente el resto; un kimono* de tonos negros y blanquecinos por debajo de un hakama* grisáceo. Nunca había visto al abuelo de Killua, pero simplemente con ver esas prendas comprendió que no debía haber esperado algo moderno de este.

—Así funciona esta familia—, comentó Kurapika finalmente poniéndose en pie y reacomodando su esmoquin gris—, todo lo que podemos hacer es aguantarnos.

「ゾルディック」「の」「悪夢」

La música comenzaba a sonar y los Zoldyck se encontraban en el lugar, cada uno metido en sus asuntos.
—Kalluto, ven—, se le oía decir a Milluki mientras andaba por el amplio salón.

Casi inmediatamente Leorio vió una oportunidad para al fin divertirse después de las caóticas semanas que había pasado en Padokia, era una noche para disfrutar y él pensaba aprovecharla. Se aproximó a Kurapika tomando su mano y repasando su cintura con la restante con una única orden—; muy bien, a bailar.
—No, pero...—, trató de refutar el rubio a pesar de ya estar siendo dirigido por el azabache.
—Venga, anda.

La pesadilla de ZoldyckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora