Esta es mi historia

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Obito camino hasta las puertas de la ciudad y salió de ella, Kakashi lo seguía por instinto, aunque en realidad no pensaba en nada, estaba demasiado shockeado por el fallecimiento de su maestro.

Cuando salieron de la ciudad siguieron caminando hasta un bosque y estando ahí, Obito se sentó bajo un arbol. Kakashi hizo lo mismo en uno que estaba al lado. Estuvieron callados un buen rato y ambos intentando evitar que él otro lo escuchará, lloraron por su maestro.

Kakashi estaba destruido, durante los últimos años su sensei había sido su única familia, lo había protegido desde siempre, le entregaba el cariño y protección de un padre a la vez que era un modelo a seguir.

Obito se sentía culpable, sabía que él no había asesinado a Minato, pero se sentía igual de mal que si lo hubiese hecho. "¡Yo no lo hice!" se repetía en su mente, "yo le avise", "intente estar a su lado" se decía pero ninguna de esas frases lograba calmarlo, Obito en realidad buscaba una excusa para explicar lo mal que se sentía. Primero perdió a Rin y su mundo se apago, y ahora que había decidido volver a la ciudad y conseguir la paz con medios que a ella pudieran ponerla orgullosa, su maestro había muerto.

Se quedaron unos 15 minutos cada uno en sus pensamientos y al final fue Obito quien hablo.

- Te voy a contar una historia, Kakashi, pero si me interrumpes me parare, me iré y no volveremos a vernos nunca, ¿de acuerdo?

- De acuerdo -respondió Kakashi que seguía atontado por el golpe que supuso perder a su maestro-.

- Trataré de ser breve porque no es algo que me sea fácil ni agradable de contar. Antes que dudes Minato sensei ya lo sabía y por eso firmo un decreto indultándome -hizo una pausa larga, excepto en cartas que le había escrito a Rin aunque sabía que ella nunca las leería, jamás había contado esta historia-. Me dormí luego de ser aplastado por las rocas... -se río, recién partía la historia y ya lo estaba haciendo mal- no eso no es verdad, no se cual es la verdad, sólo se que me aplastaron las rocas y que luego aparecí en una cama. Era un lugar siniestro, Kakashi y se que si no me hubieses visto pelear anoche sólo creerías que lo que te digo son inventos, pero es la verdad. Había un viejo en ese lugar y me dijo que era Madara Uchiha, el fundador del clan, que seguía vivo gracias a un árbol que le daba chakra -se río y Kakashi igual- si, un árbol que le daba chakra, todo era rarísimo ahí. Me recuperó la mitad del cuerpo con células que había obtenido del primer Hokage y tenía unos ayudantes que se llaman Zetsu y el original es aquel contra el que luchamos anoche. Viví con ellos mucho tiempo y el viejo intento reclutarme para su plan, que era básicamente proyectar un genjutsu en la luna de forma de que todos vivieran felices para siempre en sus mundos de sueños -Kakashi ahora lo miraba confundido-. A mí me pareció una estupidez así que me negué. Pero un día uno de los Zetsu me comentó que tú y Rin estaban en problemas, yo aun no estaba lo suficientemente fuerte como para salir de allí, pero me fui de todos modos con ayuda de los Zetsu. Llegué adonde estaban Rin y tú siendo perseguidos -se detuvo para juntar fuerzas para lo que seguía- y la vi morir -lágrimas cayeron por su ojo, no pudo evitarlo, era el dolor más grande que había sentido, era revivir el momento en que las luces se apagaron-.

Kakashi fue a decir algo pero recordó lo que Obito había dicho sobre interrumpirlo.

- No sabría describir bien lo que sentí y tampoco es que quiera hacerlo, pero fue horrible, fue tan horrible que decidí unirme al plan del viejo Madara. Me convertí en su líder -Kakashi ahora lo miraba con el ojo que se le veía muy abierto- recluté aliados muy fuertes, Nagato y Konan de la aldea de la lluvia, e incluso cometí muchos crímenes de forma de poder avanzar con el plan, que era capturar a todos los Bijuu, los necesitábamos para un jutsu tan grande -le costaba hablar, le daba mucha vergüenza lo que había hecho, se sentía arrepentido, se sentía humillado, quería viajar en el tiempo y evitar que las cosas fueran así, pero no es así como va este mundo-. Pero el dolor de perder a Rin me estaba volviendo loco, y al cabo de un tiempo decidí dejar todo eso, no porque quisiera volver a Konoha o porque ya no creyera en la paz -pensó un segundo en como explicar porque se había ido-. Me encantaría decirte que lo deje porque descubrí que no me hacía feliz, o porque descubrí que no hay valor en un mundo falso... pero la verdad es que sólo me retire porque pensé que Rin no estaría orgullosa de mis actos... sólo deje ese camino porque me imagine sus lágrimas, desde donde sea que esté, viéndome convertido en un criminal.

Kakashi comenzó a llorar, no pudo evitarlo, y como Obito ya estaba llorando, no tuvo mayores problemas con eso.

- Así que abandoné a mis aliados y le conté todo a Minato-sensei, incluido el plan de atacar Konoha durante el parto de su hijo porque ahí se debilitaba el sello de Kushina sobre el zorro de las nueve colas. Me dijo que me hiciera cargo de Zetsu, porque era mi responsabilidad al haberlo ayudado a cometer sus crímenes y él se haría cargo de Nagato que era mi otro aliado, pero parece que eso le costó la vida.

Se quedó en silencio, Kakashi tampoco dijo nada y al cabo de un minuto Obito siguió hablando.

- De esa forma lo que tengo que hacer ahora es quemar el cuerpo de Madara de forma de evitar cualquier truco extraño, eliminar a los clones de Zetsu y verificar si Konan constituye o no por sí sola una amenaza para el mundo.

Kakashi se río y Obito lo miró como enojado.

- Casi nada -dijo Kakashi-.

Obito ahora también se reía.

- Casi nada.

Quedaron mirándose, Obito estaba preparado para las críticas, los reproches, incluso los ataques de su compañero, pero no estaba preparado para lo que en realidad le dijo.

- Lo siento, Obito... lo siento de verdad.

- ¿Qué? -contestó sorprendido-. 

- Lo  siento... por no ser capaz de salvarte en el Puente Kannabi, por no ser capaz de salvar a Rin -volvió a llorar con fuerza-. Nada de esto te hubiese pasado si yo hubiese sido más fuerte... si yo... -le costaba hablar y Obito le interrumpió-.

- La vida es la vida.

- Esa es una frase estúpida -se burló Kakashi-.

- La vida es a veces un poco estúpida -ambos se rieron, Obito hizo una pausa y siguió hablando-.De modo que sólo queda ahora una pregunta.

- ¿Cuál?

- ¿Qué hacer ahora?

- Terminar las tareas pendientes, luego de eso veremos que hacer.

- ¿Quién te invitó Kakashi? El cuerpo está en la aldea de la lluvia y ese lugar ya es suficientemente deprimente yendo solo -se burló Obito-.

- Lo que pasa, Obito... -le costó hablar, era complicado lo que tenía para decir- es que tú eres lo unico que me queda.

Obito regresa a casa / Los viajes de Itachi UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora