Citas y confusiones

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Pasado un tiempo desde aquel día, llegamos a clase. Cuando la profesora comenzó a explicar, de repente me llegó un avión de papel a la mesa. No sabía de quién era, así que lo abrí. Al abrirlo decía:

Helena, ¿hoy puedes quedar? Tengo que preguntarte una cosa.

Firmado: Kai

Yo le respondí que sí y se lo volví a lanzar. Luego, a la hora del patio, fui hasta él y le pregunté dónde quedábamos, pero él simplemente me ignoró. Me fui con mis amigas a merendar en un banco. Cuando subimos a clase, me llegó una bola de papel a la mesa. La abrí y decía:

Quedamos después de clase en el McDonald's que hay enfrente del instituto.

Quedaban quince minutos para salir de clase y Kai se marchó. No sabía por qué, pero no me preocupé. Cuando sonó el timbre de salida, llamé a mi madre para decirle que comía en el McDonald's y, nada más colgar, me fui rápido al lugar de encuentro. Al entrar, el personal me llevó a un sitio del McDonald's que no conocía y allí estaba Kai, esperándome con una alegre sonrisa. Todo estaba muy bien decorado: luces LED rosas, mini velas aromáticas... Todo estaba muy bien diseñado.

—Hola, Kai.

—Helena, em... —se sonroja—. Tú... ¿querrías salir conmigo? —me dice en tono tímido.

—Pues... sí...

Kai se queda callado y sus pupilas se dilatan. Yo me levanto de la silla y le doy un abrazo; él me devuelve el abrazo y me da un beso intenso en los labios. Cuando terminó el beso, volví a sentarme, me sonrojé y empezamos a comer. De vez en cuando nos mirábamos y la tensión subía. Luego, después de comer, Kai me acompaña a casa. Seguimos quedando repetidamente hasta el 23 de junio, el fin de curso. Raquel ya me había pagado el ticket de avión. Al día siguiente, Kai y yo quedamos y de mi mochila saqué un ticket de avión que había comprado para él, para ir juntos en el avión.

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