Ya es por la mañana, y Raquel y yo ya nos hemos vestido para ir a clase. Al llegar, la directora le dejó estudiar aquí por un tiempo, ya que había sido alumna. En el recreo, Raquel y yo fuimos a buscar a Kai. Raquel se quedó hablando con él y yo me fui a dar una vuelta. Cuando llegó Raquel, me dijo:—Ya le he echado todo en cara a Kai.
—¿Y qué dijo?
—Que se arrepiente de haberte dejado.
—Pues no va a tener más oportunidades. Después de lo que me hizo, no voy a volver a caer a sus pies.
Una vez que me contó lo de Kai, Raquel y yo fuimos a buscar a Lucas.
—Lucas. —Le digo casi gritando.
—Hola, Helena.
—Lucas, esta es Raquel, mi mejor amiga.
—Hola, Raquel.
—Helena, ¿podemos hablar? Y si puede ser, sin Raquel delante. —Me dice susurrándome.
—Okay, sin problema. Raquel, ¿puedes irte un momento, por favor?
Raquel se va y Lucas y yo nos sentamos en un banco para hablar.
—Oye, ¿Raquel tiene novio?
—No, ¿por qué?
—Es que me parece muy guapa, esos ojos color miel y ese pelo rubio con un toque de castaño. Me encanta.
—Pues tienes la pista libre. Voy a hablar con ella y te digo, ¿okay?
—Vale, muchas gracias.
—De nada.
Lucas se queda sentado en el banco mientras yo me alejo para buscar a Raquel.
—¿Qué quería Lucas?
—Ah, nada, cosas de clase.
—Vale.
—Una cosa: a ti te gusta Lucas, ¿no?
—No.
—No me mientas, se nota mucho, sobre todo cuando le miras; se te dilatan mucho las pupilas.
—Bueno, sí, es cierto, me gusta.
—Vale, no te muevas de aquí, ahora vengo.
Voy corriendo hacia donde está Lucas.
—Lucas, tengo buenas noticias.
—Cuenta. —Me dice ilusionado.
—Le gustas a Raquel.
—¡Toma! —Da un grito de alegría.
—Así que, te vienes conmigo, os dejo solos y se lo dices.
—No, qué vergüenza.
—Yo no conozco a esta parte de ti, tan vergonzosa. Saca tu verdadero Lucas y díselo sin miedo.
—Vale.
Lucas y yo vamos hasta donde está Raquel.
—Vosotros quedaros ahí; yo ahora vuelvo.
—Espera, Helena. —Me dice Raquel tímida.
—Raquel, tengo que decirte algo.
—Dime.
—Pues que hoy, cuando te vi, al ver tus preciosos ojos y tu precioso pelo, me enamoré y me gustaría pedirte que salieras conmigo.
—Yo también me enamoré cuando te vi, pero déjame pensármelo unos días.
—Vale. —Dice tímido.
Vuelvo a aparecer; Lucas ya se había ido, solo quedaba Raquel.
—¿Y bueno, cuenta?
—Pues que me ha pedido salir.
—No fastidies.
—Sí.
—¿Y qué le dijiste?
—Que me lo pensaría.
—Te aviso: en menos de cinco días, acéptale, porque si no, se cansará de esperar.
—Vale.
Nos fuimos a clase y, a la salida, Raquel nos invitó a Lucas y a mí a un restaurante. Cuando terminamos de comer, nos fuimos a casa. Raquel y yo fuimos a darnos un baño en la piscina. Cuando fuimos a cenar, le llegó un mensaje a Raquel, pero no era de Lucas, era de Kai.
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Caminos de corazón
Roman d'amourLa historia sigue a Helena, una joven que enfrenta cambios significativos tras una intensa relación con Kai. Después de la despedida de su mejor amiga Raquel, Helena regresa a casa y comienza a desarrollar una conexión con Kai, marcada por momentos...