Vinculación, creación y muerte

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Navy

Salí de la ducha envuelta no solo en la toalla, sino en las sensaciones que recordar lo sucedido con Candy, me producían.

Él seguía ahí, parecía que se había quedado mirando la puerta los quince minutos que pasé dentro pensando en Candy, y pensando en él.

Tiempo... necesitaba más tiempo... me quedaba media hora... necesitaba decirle tantas cosas... pero el tiempo solo me dio para hacer una cosa. Dejé caer la toalla. Él ya no tenía tampoco su ropa.

La conexión con Navy era mucho más grande que la que tenía con Nilo y con Candy, solo que pasé todos estos años negándolo. Esa conexión facilitó las cosas, porque le transmití en pocos segundos, un resumen de lo que habían sido mis pensamientos y sentimientos de los últimos años, fue la respuesta a la pregunta que me había hecho: Por qué me alejé de él. Por miedo. El miedo a veces sirve, en este caso fue así, era mejor esperar el tiempo adecuado. Más ahora, el tiempo nos falló y yo debo irme.

El tramán tiene su lógica y mi cabeza de ingeniero no puede evitar verlo de esa manera

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El tramán tiene su lógica y mi cabeza de ingeniero no puede evitar verlo de esa manera. Los creadores lo tienen todo perfectamente diseñado. Nunca he estado en su ala de la universidad, solo permiten la entrada de estudiantes de las carreras de Creación, diseño humano, ingeniería genética y médicos genetistas, maestros y colaboradores. Mucho menos he pisado sus oficinas y laboratorios, a los que solo los altos mandos tienen acceso.

Sin embargo, conozco parte de los diseños. Durante la especialización, nos enseñaron los planos de los cerebros de los cuerpos liberianos. Las sinapsis cambian de acuerdo al tipo de respiración. Es por eso que el tramán comienza respirando.

Cada inspirar es tomar un poco del otro, cada expirar es soltar un poco de uno. Ser espectador de su cuerpo desnudo es un privilegio. Respiramos hondo mientras ella se acerca y yo la espero. Cuando está a unos cuantos centímetros levanto las manos a la altura de mi pecho con las palmas mirándola a ella. Ella pone sus palmas sobre las mías y la electricidad nos conecta físicamente. No hay vuelta atrás. Estamos unidos.

Las palmas se juntan, los dedos se entrelazan, las piernas se enroscan, los genitales se rozan; los abdómenes se contraen, suben y bajan con cada respiración. Sonreímos, parpadeamos.

- Aquí estoy, aquí estás, aquí somos, ahora uno. Ahora para siempre. - Decimos al unísono.

El beso sella el recibir al otro, el aceptarlo, en el beso se le agradece por vincularse a uno. Pero en ese beso encontré algo que no esperaba. Cuando soñaba con vincularme con Lena, no esperaba que no hubiera besado a nadie más; sin embargo, yo sabía que no lo había hecho, hasta ahora. Quise preguntar, pero su mirada suplicante me sugirió que lo habláramos después... ¿después cuándo, si te vas?

 ¿después cuándo, si te vas?

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