Capitulo 4.

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¿Sería buena idea decir que es un omega?

Ahora sonaba la mejor decisión que podía tomar, en especial por ese alfa que no dejaba de mirarlo como si hubiera asesinado a su madre, la mirada era tan pesada que tenía que bajar su vista a su comida y intentar no mirar a ese hombre que parecía totalmente molesto.

Por ahora no había tenido problemas, el día había pasado normal pero si las cosas seguían así no duraría mucho.

Pero ahora que miraba a su alrededor muchas personas lo miraban con enojo.

¿Su aroma dulce salió? No era posible, había tomado sus supresores ese día, lo recordaba perfectamente al igual que rociar su perfume para fingir.

—Estas llamando mucho la atención... ¿Que te hace tan especial?— la voz frente a él lo saco de sus pensamientos e hizo que levantará la mirada, viendo a un chico con un color de pelo bastante extravagante.

—Vete.

—Nos acabamos de conocer, además solo vine a averiguar lo que todos quieres saber... ¿Por qué estás aquí?— de nuevo miro al chico, quien mantenía una sonrisa burlona.

Se mantuvo callado por unos momentos, no sabía si era buena idea decirlo la razón por la cual estaba ahí, pero aún así, él también quería saber los tipos de crímenes de la gente y ese alfa con aroma fresco no se veía molesto.

—Robe un banco con un imbécil y asesine a un oficial... Todo por culpa de ese idiota.— lo último lo susurro queriendo que lo escuchará su mejor amigo. —¿Y tú menta?

—¿Menta?— el otro frunció el ceño. —¿Por mi pelo? Supongo que puedes llamarme así, jamás es buena idea decir tu nombre aquí. Estoy aquí por tráfico de drogas, un idiota no supo hacer bien su trabajo y ahora estoy aquí.

—Trabajar en equipo fue malo para los dos.— el otro asintio.

—Bueno, ¿Ahora me dirás porque todos te miran como si les hubieras robado?

—No lo sé.— un golpe en seco apareció en su boca callandolo de seguir con su respuesta, Menta estaba buscando algo.

—¿Puedes olerlo?

—¿Que cosa?

—Es algo dulce, muy dulce.— bien, ahora sí era hora de correr.

—No, será mejor que me vaya así que te puedes quedar aquí, no vemos.

—Espera...— antes de que Hoseok se levantará el contrario tomo su mano y lo jalo llevándolo lejos de él comedor. —¿Por qué hueles así? Por eso todos te miraban así, hueles muy dulce.

—Claro que no, es solo que-

El menor no pudo decir nada porque el mayor lo llevo a los baños casi a rastras, tomándolo del cuello frente a los lavabos, abrió un grifo y con su mano tomo agua y la tengo por todo el cuello del menor, el pelinegro trataba de soltarse pero era difícil teniendo en cuenta que la fuerza era muy diferente.

Termino de lavar su cuello y lo levanto, el alfa olfateo su cuello y asintio con una sonrisa.

—¿Así de bien hueles siempre?— el menor no dijo nada —¿Que hace alguien como tú aquí? ¿No deberías estar cuidando a tu esposo?

—Y-Yo...— antes de que hablara una persona más entro a los baños tomando por sorpresa al alfa.

—¿Min? ¿Que haces con el nuevo?

—Jin, deberías tocar, siempre interrumpes los mejores momentos que tengo.

Hoseok miro en dirección a la puerta, estaba asustado y ahora esos dos alfas podían hacer la diferencia en su situación.

Pero ahora lo que más le preocupaba era saber porque olía dulce cuando se supone había tomado sus pastillas y había puesto perfume en su ropa.

—¿Por qué hueles así?— Min lo sostenía por el cuello y solo pudo escuchar una ligera risa.

—El nuevo tuvo visita de su omega, quería hablar con él así que lárgate ahora.

—Es una pena, olía muy bien.

—Lo se ahora vete.— Jin salió de los baños y dejo a Hoseok solo con Min, ahora era buena idea decir que era un omega. —¿Ya me dirás?

—Todo lo que dije era verdad.

—¿Quien seria tan estúpido como para entrar en una prisión llena de alfas?

—Es la misma razón por la cual no tengo un esposo aún.— Min pareció entender y lo soltó, dejando un poco más tranquilo a Hoseok.

—Un omega no sería tan estúpido como para entrar en un lugar como este, pero tú eres idiota así que supongo que tu si puedes, escucha si no arreglas tu problema tendrás otro peor, y no será nada lindo teniendo a toda la prisión detrás de tu trasero.

—Ya hice de todo, las pastillas no funcionan y el maldito perfume no funciona.

—Dame tu camisa.— el menor frunció en ceño y negó, no dejaría que un alfa quisiera abusar de él en su primera semana. —Damela antes de que algo malo pase, escucha en este momento estoy siendo muy paciente contigo.

Hoseok bajo la cabeza y suspiro, suponía que no tenía otra opción.

Se quitó su camisa, dándosela al alfa quien la olfateo y sonrió, el alfa también quitó su camisa y se la dió a Hoseok.

—¿Que hago con esto?

—Ponertela y rogar para que nadie se de cuenta que escondes tu aroma con el mío, por ahora la usarás así, las feromonas son más fuertes si son de alguien real y no tus estúpidos perfumes.

Hoseok se la colocó y pudo percibir el aroma del alfa que para nada era malo, de hecho le gustaba un poco.

—Gracias supongo...

—Oh no, aquí cada cosa cuesta, tus gracias no me sirven de nada, me ayudarás en algunas cosas si es que deseas seguir con vida.

—¿Tengo otra opción?

—¿Prefieres ser violado? De este lugar soy la persona más cuerda y que aún tiene algo de principios intactos.

—Tener principios significa no cobrarme por tu ayuda.— el otro río y asintio.

—Supongo que es cierto, pero eso sería allá afuera, aquí es todo tan distinto, ahora sígueme y recuerda no decir nada.

Ambos caminaron hacia la puerta y cuando Min la abrió, todo lo que hizo fue suspirar y bajar la cabeza rendido.

—No sabes mentir bien, Yoongi.— el alfa que antes había entrado lo sorprendió cuando abrió la puerta. —¿Me dirás?

—Cállate y síguenos.— fue lo único que le dijo a Jin antes de salir por la puerta y dejar al omega de pie algo confundido solo recibiendo la sonrisa pícara de Jin.

Bueno, más personas sabían su secreto. ¿Que más podía hacer?

Lo único que podía arruinar más su vida, es ser marcado por algún alfa de ese lugar.

-J⁷

Sin salida. [BTS X HOSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora