Capitulo 20.

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Una cosa, solo una cosa le habían pedido a JungKook y ahora estaba entrando en un colapso mental. El menor de los idiotas sabía bien que Hoseok y la hija de Namjoon estaban en peligro, varias personas les habían declarado la guerra y salir no era una buena idea pero el omega había insistido tanto que no les quedó de otra que acompañarlo a donde sea que él quisiera ir.

Y ahora... Había perdido a esos dos...

No encontraba a la pequeña o al chico por ningún lado, y aunque estaban en un bosque cerca de la ciudad, eso no quitaba que el peligro estuviera a la vuelta de la esquina.

Con desesperación camino hasta llegar a la mansión, busco a Namjoon para que lo ayudara a buscar pero sabía que si le decía que había perdido a su hija lo golpearía así que mejor cambio de dirección topandose con Park.

—¡Jimin! Eres tan oportuno como siempre.

—¿Que quieres?

—Deja de ser tan grosero, por eso Hoseok siempre te ignora.— el otro libero un ligero gruñido y giro su vista para seguir caminando. —¡Espera! Antes de que te vayas tienes que ayudarme.

—¿A qué?

—Los perdí.— soltó sin más haciendo reír a Jimin.

—Genial, voy a decirles a los demás.

—Escucha, si me ayudas a buscarlos prometo que haré lo que tú quieras.— el pelirrosa pareció pensarlo y sonrió asintiendo.

—Bien, vamos.— ambos caminaron en dirección a la salida y pusieron marcha hacia el bosque donde había visto a esos dos por última vez.



•••••



La risa de la pequeña y su mano apretando la de ella firmemente le dieron algo de valentía para hacer lo que estaba haciendo.

La pequeña le había dicho muchas cosas y el quería conocerla más así que con mucho cuidado y poniendo en acción todo lo que sabía sobre ser un carterista y un buen ladrón, le quitó la billetera a Jeon y tomo a la pequeña para correr en dirección a la ciudad.

La niña sonreía y no podía controlar su risa sabiendo que lo que había hecho era una travesura que su padre jamás aprobaría pero su ahora mamá lo estaba cuidando así que estaba bien.

Estando en la ciudad cubrio su cabeza con su gorro y tomo la mano de la pequeña con fuerza poniéndola a su lado, caminaron por varios minutos hasta llegar a una dulceria algo pequeña pero suficiente para emocionar a Yeon Seol.

—Puedes pedir lo que quieras pero no mucho, recuerda que no tenemos tanto dinero.— la niña asintio y camino sujetando aún su mano en dirección a los chocolates.

Todo parecía ir bien, o eso creía hasta que al salir de la tienda vio un cartel con su rostro y al lado un cartel con el rostro de Yeon Seol con la palabra "Desaparecida" escrito con rojo en la parte superior, lo que le hacía recordar que aún no sabía con exactitud cómo había llegado la niña a esa mansión.

—Oye Seol, aún no me dices como llegaste a la mansión dónde estaba tu padre.

—Oh, un hombre dijo que era amigo de papá y me llevo hasta esa casa, ahí ví a papá.— frunció el ceño.

—¿Solo eso dijo? ¿Sabes que ir con extraños es malo?

—Si, papá lo dice siempre, así que pedí algo que comprobará lo que decía, el señor me mostró una foto de él y su identificación así que le creí.— vaya, eso tenía más sentido sabiendo quien es su padre.

—¿Dónde estabas cuando paso?

—Sali de la escuela cuando ví a ese señor, por cierto, no lo e visto de nuevo, tal vez no era amigo de papá.— tal vez solo era un trabajador de Taehyung que tenía como tarea llevar a la niña.

Hoseok asintio y siguió caminado hasta llegar a un parque, ahí él se sentó en una pequeña banca y la pequeña comenzó a jugar con algunos niños que estaban ahí. Apesar de estar cubierto, el omega sentía una mirada fija en él, miro en todas direcciones pero no había nadie además de los niños que estaban jugando con la pequeña.

Trato de calmar sus nervios, los seis alfas no habían hablado con él sobre lo que estaba pasando y aún así solo sus advertencias le hacían saber que algo estaba mal, así que jamás aparto la vista de la niña, quien ahora se acercaba a él con un pequeño grupo de niños.

—Mami, ellos son mis compañeros de escuela... ¡Les dije que yo tenía una mami!— el chico sonrió a los niños que lo miraban sorprendidos por saber que la niña decía la verdad.

—¿De verdad es mamá de Yeon Seol? Se ve muy joven.

—¿Y ustedes son los chicos que se portaron mal con ella?— los niños bajaron la cabeza.

—Lo sentimos, pero ella siempre decía que tenía una mamá y jamás lo vimos a usted.

—De acuerdo, pueden irse a jugar, solo no vuelvan a molestar a Seol.— los niños asintieron y corrieron en dirección a los juegos.

La pequeña tomo su mano y Hoseok levantó la vista notando que tallaba sus ojos en señal de sueño, miro el cielo y noto que estaba oscureciendo así que se levantó y comenzó a caminar saliendo del parque, pero aún si tiendo una mirada sobre él.

Después de caminar durante un par de minutos, sintió una mano sobre su hombro, volteo y suspiro sabiendo ahora de quién era la mirada, y también sabiendo que si no hacía algo estaba acabado.

—¿Podría mostrarme su identificación?— el oficial se acercó a él peligrosamente, puso a la niña detrás de él y sonrió hacía el oficial.

—La olvide en casa pero en un momento puedo traersela.

—No lo creo, será mejor que me acompañe.

—¿Hay algún problema conmigo oficial? Cómo puede ver mi hija viene conmigo así que no creo que pueda ir con usted.

—La niña también viene, al parecer es la niña que tanto estábamos buscando.

—¿Ah sí?— apretó la mano de Yeon y empezó a retroceder.

El oficial tomo su brazo con fuerza atrayendolo a su cuerpo, la marca en su cuello comenzó a doler un poco pero aún así mantuvo si mirada firme, Yeon comenzó a asustarse pero jamás se separó de Hoseok.

—Escuche, mi esposo no se pondrá nada feliz por saber que está haciendo un malentendido con su hija.

Para su mala suerte no había ninguna persona en esa calle que parecía algo abandonada, e incluso parecía un callejón sin salida.

—Por favor, usted es a quien tiene a la jefatura vuelta loca, es el chico que escapó con los otros seis, y ahora e matado dos pájaros de un tiro, encontré a la niña y a ti te mandaré a prisión cómo se debe.

—Bueno, solo quiero decirle algo.— Hoseok miro por detrás del oficial y sonrió con cinismo, aligerando su agarre de la mano de la niña.

—¿Son tus últimas palabras antes de ir a prisión?

—No, son las últimas palabras que va a escuchar antes de que vaya al hospital.— el oficial lo miro confundido y luego miro detrás de él. —No tengo un esposo, pero si seis alfas que harían lo que sea por mi.

Y un golpe llegó al rostro del oficial asustando a la niña, pero dejando ver la imagen de Park y Jeon agitados por tanto correr.

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Perdón por no actualizar seguido.

-J⁷

Sin salida. [BTS X HOSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora