Sin salida. [BTS X HOSEOK]

Capitulo 8.

Quiero aclarar que está historia tiene clasificación para adultos, así que en los capítulos no voy a colocar una advertencia, está será la única y para hacer saber que lo que contiene está historia no es para menores de edad.

Si les gusta este tipo de contenido, pueden seguir leyendo.

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Un gruñido de parte de ambos y un ligero ruido afuera hizo que ambos comenzarán a lanzar golpes el uno al otro, Park sabía pelear pero su fuerte era las muertes con un plan de por medio, jamás hacía las cosas sin antes tener un plan, eso era sucio.

Un ligero quejido hizo que Min girará y viera a Hoseok sudando más de lo normal, estaban jodidos.

—Dime que tú celo aún no va a llegar.

—Esos supresores que me dió Mark no funcionan, sus estúpidos aromas son muy fuertes y eso me confunde...

—¿A qué te refieres?— Hoseok no sabía que responder, su cabeza le mostraba miles de ideas pero una sola hizo que su cuerpo se tensara y comenzará sudar aún más. —¿Que mierda sucede?

¿No podía ser, cierto? Ellos... Esos cuatro... No.

—Dejame salir de aquí, apesta aquí.

—Si eso lo sabemos, apestas, tu aroma se está volviendo muy-

Todo sonido pareció cortarse por completo, un silencio sepulcral los envolvió, parecía que el tiempo de había detenido.

Una ola de calor llegó a Hoseok tan de repente que cayó al suelo, su aroma saliendo por completo inundando las fosas nasales de los demás.

Varios gruñidos se escucharon y el omega levantó la mirada, mirando a esos cuatro gruñir en su dirección con los ojos color dorado, estaba acabado.

—E-Esperen... ¡N-No, idiotas!— logro formular Jin, al ver cómo todos se acercaban al omega, por alguna extraña razón no quería que nadie acercara al chico.

Su poco autocontrol se fue a la mierda al ver cómo JungKook tomaba al omega por el cuello y lo azotaba contra la pared.

El cuerpo de Hoseok comenzaba a soltar aún más feromonas, su lobo cada vez tomando más el control de él, y al tener a cuatro alfas dispuestos a darle lo que él quería, era obvio que lo tomaría, después de todo era la primera vez que salía por completo en su celo.

Debido a sus gruñidos no se dieron cuenta cuando la puerta fue abierta, y otro alfa poco a poco ingresaba cerrando la puerta detrás de él.

El cuerpo del omega estaba caliente, la excitación comenzaba a golpearlo de una manera tan abrumadora que no sabía siquiera lo que estaba apunto de hacer. Con algo de burla sonrió al alfa que aún lo sostenía del cuello, mirándolo con algo más que cinismo.

—¿Me gruñiran todo el tiempo? ¿O haremos algo más?— y eso fue lo que hizo sonreír a los cinco al mismo tiempo.

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El teléfono que tenía en su mano no paraba de sonar, las personas que lo sacarían de ahí estaban esperando su señal y si se pasaba del tiempo, el escape sería un fraude.

Con molestia contesto la llamada sin despegar su vista del pasillo donde se supone ambos alfas tenían que llegar.

—¡¿QUE?!

—Es hora, solo tiene 30 minutos máximo, hay suficiente espacio así que puede venir seguro, jefe no tarde.

—Cuando te vuelva a llamar, la bomba tiene que estar lista, espera mi llamada.— y la llamada se cortó.

Era el colmo, ahora tenía que buscar a ambos, sus ganas de irse solo y dejarlos ahí eran muchas pero sus tratos eran algo que siempre respetaba y con Jeon un trato y una promesa era lo que lo ataban a él, con Kim solo había una promesa pero al igual, jamás rompía sus promesas.

De una cosa estaba seguro, si los encontraba los sacaría de ahí y haría que los golpearan por hacerlo arruinar su plan.

De todas maneras, jamás les prometió sacarlos en buenas condiciones.

Comenzó a caminar por todos lados, viendo que todos comenzaban a irse a sus celdas, tenía que ser rápido a los descubrirían.

Nadie le dirigía la palabra, nadie se quería meter con él pero el simple hecho de que él preguntara algo era tener una respuesta segura, como la que estaba próximo a recibir.

—Se fue en busca de Jeon, le dije que se fue junto a Park y Min y no lo e visto desde ahí, se fue por ahí.— dijo el hombre señalando un pasillo solitario.

Suspiro y volvió a correr en esa dirección hasta que ese aroma que llamo totalmente su atención desde el día que vio al nuevo en el patio llamo su atención.

Esta vez era tan fuerte que le atraía como un imán, era imposible de seguir y solo la potencia de este le indicaba que se trataba de un omega en celo, algo digno de admirar, quería saber que tan audaz era uno cuando estaba así.

Llegó hasta una puerta donde emanaba aún más el aroma, sus ojos cambian de color poco a poco a un dorado brillante, jamás había olido un aroma así de atractivo.

Abrió la puerta con una sonrisa en su boca y lo que vio después le hizo sonreír aún más.

Todo era digno de una película porno, aquel chico nuevo estaba desnudo montando a Min, mientras otros cuatro alfas admiraban la escena encantados con una gran sonrisa en su rostro.

Miró a esos dos alfas que tanto busco, tomo del hombro a cada uno y se colocó a la altura de ellos.

—Asi que por esto no llegaban... Es una linda excusa...

Cuando escucho un quejido y un gran gruñido miro la escena ahora no tan convencido pero aún sonriendo, Min había marcado a él omega, y todos parecían esperar su turno.

—Oh... Un nuevo acompañante. ¿También quieres tu turno?— las palabras salían de su boca de una manera tan inocente pero a la vez tan provocadoras que todos estaban fascinados con aquel chico.

Todos cegados por el deseo y la excitación que Taehyung y los demás asintieron y Hoseok sonrió, encantado por tener a esos seis solo para él.

Y así pasaron, como si fuera fila para comprar el mejor de los dulces.

Embriagados por el aroma tan dulce que no se daban cuenta que con cada embestida que daban y la marca que hacían se formaban un lazo, uno que envolvía a los 7.

Cada dolor de las marcas era reemplazada por gemidos y gruñidos de parte de todos, ninguno se daba cuenta que el tiempo se acababa.

Al terminar los seis, por alguna extraña razón tomaron en cuenta el placer de su ahora omega, recostandolo y complaciendo la vista de los 6 con tan magnífico show, Hoseok vuelto en quejidos y ligeros gruñidos, su lobo aún no satisfecho por esos alfas.

—Descuida omega, todos cuidaremos bien de ti.— menciono JungKook.

Una ligera alarma sonó, asustando a todos, mirando a Taehyung quien era el culpable de tal alarma que arruinaba su momento.

El alfa pareció recapacitar y miro a su alrededor.

Ahora todos estaban jodidos.

-J⁷