Final.

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Respondiendo nuevamente... Si, si había algo peor que un omega en cinta.

Siete alfas sobreprotectores.

¿Por qué siete? Fácil, ya habían pasado siete años desde que HoSeok había prometido quedarse al lado de esos seis y ahora la pequeña Seol era una linda adolescente alfa.

Tal vez no se presentó como una omega como tanto quería, pero al ver la cantidad de beneficios de ser una alfa, como tener un poco más de fuerza y ser intimidante, agradeció pues ahora de verdad podía golpear a los tipos que se acercaban a su mami y lo hacían sentir mal.

—¡Suéltalo! Te dije claramente que no.

—Te estaba mirando y ellos dijeron claramente que golpeara a los alfas que te mirarán con dobles intenciones.— con un último golpe soltó al hombre que ahora tenía rota su nariz. —Ese idiota, debí romperle la mano por querer tocarte.

—No, Seol no puedes golpear a todo alfa que se cruce conmigo.

—Por eso le dije a papá Kookie que me enseñará a pelear y en unos años me enseñará papá Minie a manejar un arma, ya estoy en edad.

—Si, les diré que con YeonJun lo hagan hasta sus 25 años. Aún no entiendo porque sentiste prisa por aprender rápido.

—Ya lo dije, quería protegerte y mis padres no objetaron nada, pero dicen que aún es muy pronto para llevarme con ellos.

—Claro que lo es, y si lo hacen los voy a matar.— la alfa tomo su mano y sonrió caminando a su lado.

—No te molestes con ellos, yo les rogué hacerlo.

¿Cómo podía negarse a la sonrisa manipuladora de su hija? Simplemente no podía.

—Sera mejor que entremos, y le digas a tu padre lo que hiciste.

—El estará de acuerdo conmigo.

Claro, sabía que estaría de acuerdo porque aunque no le gustará parecía que ser pareja de esos seis ahora le daba mucha curiosidad a todo mundo.

Conocer a la pareja de los seis alfas que iniciaron una guerra hace años era algo que todos querían ver. Incluso tenía precio su cabeza, pero que más daba, sus alfas le habían enseñado a pelear y manejar mucho mejor un arma, sabía todo lo que hacían ellos y de que trataba, sabía que el país le tenía miedo porque si algo le pasaba a él esos seis podían iniciar otra guerra.

Pero que más daba su cabeza si ahora tenía a una linda alfa a su lado que amenazaba a todo aquel que le mirara y golpeaba a los alfas que se quisieran propasar con él. La señorita Kim era una alfa que ahora su nombre tenía poder y no solo por ser hija de esos seis, si no por la belleza y capacidad para pelear que tenía.

Muy pronto su hija sería igual de intimidante y poderosa que sus padres. Pero igual que ellos, a su lado salía un lado amable y tierno que aún le generaba risa.

La dualidad de ellos era increíblemente asombrosa.

—Me alegro que llegaron, Jun no deja de preguntar por su padre, la niñera comenzaba a aturdirse un poco.— hablo JungKook.

—Bueno, tiene otros seis padres, ¿Ninguno pudo hacer algo?

—Te quiere a ti, parece que esa característica tan mandona y terca es algo propio de su papi, ¿No crees?

Camino hasta la habitación de su hijo, el pequeño parecía apunto de hacer un berrinche y niñera parecía estar al borde de las lágrimas al no saber que hacer.

—Puede irse a descansar, yo lo cuido.— hablo llamando la atención de la chica.

—Señor Jung, hice todo lo que pude pero solo pregunta por usted.

Sin salida. [BTS X HOSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora