Capitulo 3.

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El dolor en su cuerpo era intenso y casi insoportable, la luz blanca llegando a sus ojos cuando intentaba abrirlos era algo que hacía doler su cabeza y cerrar los ojos con fuerza.

Con esfuerzo abrió los ojos mirando a una enfermera frente a él, eso solo indicaba que estaba en el hospital, trato de mover sus manos pero un traqueteo fuerte azotó en sus oídos, miró sus manos y noto las esposas que impedían moverse.

Así no murio eso solo le dejaba la última opción, estaba jodido.

—¿Te puedes mover?— pregunto la mujer con algo de preocupación.

—D-Duele todo...

—Es obvio, recibiste dos impactos de bala, tienes suerte de no estar muerto... Avisaré que despertaste, hay personas que quieren verte.

—Espere... ¿Que paso con el chico que estaba conmigo?

—Lo golpeaste algo fuerte asi que también vino al hospital hace un día, acaba de ser dado de alta así que se fue, dijo que no levantaría cargos contra ti.

La mujer de fue y dejo a Hoseok con una mueca en el rostro.

Sería bastante estúpido que Mark pudiera cargos en su contra, Hoseok estaba molesto, pero en especial con ese estúpido alfa que no supo hacer bien su trabajo y termino haciendo cosas que no estaban planeadas.

Después de cinco minutos un oficial entro, la seriedad en su rostro no le daba mucho que pensar, definitivamente estaba jodido.

—Todos deseamos que no hubieras despertado.

El pelinegro no dijo nada, sus planes de habían arruinado y ya no había marcha atrás.

—¿Sabes que asesinaste a un oficial?— no hubo respuesta —Bien si no quieres hablar no hay problema, solo vengo a informar después de todo... Tu condena es de 70 años por homicidio y robo a mano armada, mañana serás transferido.

—¿Y el chico que tenía de rehén?

—¿El? Se fue, dijo que no quería levantar cargos contra ti y no dijo nada más.

—Bien, entonces no tengo nada más que decir.

El oficial salió dejando a Hoseok con la curiosidad de saber dónde diablos estaba Mark, eran mejores amigos y era algo obvio que no podía dejarlo solo, eran casi hermanos, si el no se presentaba a visitarlo pronto sería hombre muerto.

•••••

La condena fue hecha y solo había pasado un día desde que había despertado, el dolor en su cuerpo no lo podía soportar y era por eso que ahora estaba en una celda especial para él.

Podía caminar y moverse con dificultad pero ese no era el problema ahora.

Al fingir ser alguien más había un problema.

Su mala idea de fingir ser un alfa lo había llevado a que lo tratarán como uno, y es por eso que ahora se encontraba en un cárcel especial para alfas, los olores lo mataban ahí dentro, las feromonas eran tan fuertes que mareaban su cabeza y ahora estaba en un lío, no tenía sus supresores y tampoco tenía sus perfumes, todo estaba arruinado.

Si Mark no lo visitaba dentro de dos días, su futuro podría ser, estar marcado por varios alfas y casi muerto.

Un hombre se acercó a él, caminando con tal actitud que desde kilómetros de miraban que era alguien con poder, el alcaide tal vez.

—Espero que no te acostumbres tanto a estar solo, muy pronto conocerás a personas de las cuales rogarias jamás haber conocido.

Su mirada estaba fija en sus manos esposadas, no podía hacer nada en ese momento más que aguantar el dolor y esperar a un milagro para que nada le pasará.

—Sabes... Aquí los nuevos son los tranquilizantes de los demás... El celo es muy difícil estando aquí así que sugiero que pienses bien tus acciones antes de salir de esta celda.— esas palabras fueron un detonante en la mente de Hoseok, era cierto, el celo era algo muy peligroso y más siendo un omega entre alfas, estaba muerto sino pensaba en un plan.

—Gracias por el consejo.

El hombre salió dejando a Hoseok pensando sobre todo lo que tenía que hacer si quería estar vivo en ese lugar, era obvio que no saldría de ahí pero sobrevivir ahora era su nueva tarea.

Sería imposible y ahora lo mejor sería estar muerto.

•••••

Hoy era el gran día, hoy terminaría el efecto de los supresores y seguramente solo tenía unas cuantas horas antes de que su verdadero aroma saliera a la luz, vainilla con fresas, odiaba ese aroma porque solo le recordaba lo malo que era su vida.

Un toque en su puerta llamo su atención, pensaba que tal vez era el llamado para transferirlo a otra celda, sin embargo la sorpresa fue otra.

—Tienes visita.— eso era lo que habia querido escuchar durango esos dos largos días.

Salió de su celda y camino siguiendo al oficial que lo llevaría a su visita.

Cuando llegó a ese lugar su sorpresa fue la mejor al ver a Mark sentado ahí mirándolo con arrepentimiento.

—¿Estás bien?

—¿Tu qué crees?

—Te vez bien... Escucha me siento muy mal por dejarte en este lugar, prometo que pagaré tu fianza y te sacaré lo juro, ¡Confía en mí Hoseok!

—Si no tomo mis supresoras no habrá fianza que pagar, mi aroma comienza a salir y si no los tomo mi celo llegará.

—¡Ya me encargue de eso!— el tono de voz sonó tan divertido como si no se tratara de un tema serio. —Toma.— de su sudadera saco dos pequeños frascos y se los dió. —Son tus supresores y tu perfume, tarde mucho en igualar el aroma que usas.

—¿Cómo lograste pasarlos? Se supone que te revisan antes de entrar.

—Somos ladrones, no preguntes cómo... Cada visita te traeré un frasco así que úsalos bien, vendré cada mes, si puedo será más seguido.

—¿Tú estás bien? Dicen que te golpee fuerte.

—Si, solo fue un pequeño golpe así que estoy bien.

Las miradas de burla que ambos tenían parecía que era un juego, tal vez para Hoseok así era, aún no conocía todo lo que pasaba dentro de prisión pero muy pronto vería que no todo se trata de mentir.

Pronto conocería a las personas que le harían ver qué ser ladrón fue la peor elección que pudo hacer en la vida.

¿O no?

-J⁷

Sin salida. [BTS X HOSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora