Sin salida. [BTS X HOSEOK]

Capítulo 12.

No sabía cómo reaccionar y ahora mismo una incomodidad se asentaba en él, varias preguntas rondaban su mente pero por ahora no quería hacerlas, quería darles espacio a las personas frente a él.

-¡Papá!- la pequeña niña de siete años corría a los brazos del ex policía agitando sus manos y corriendo lo más rápido que podía.

-¡Yeon Seol!- el mayor la cargo con mucho cuidado haciendo reír a la pequeña niña que lo miraba con tanto amor. -No sabes lo mucho que te extrañe.

No había nadie en esa habitación, por espero y por otras circunstancias que ya sabía y tenía con claridad todos los habían dejado solos.

Después de pasar un rato abrazados y Hoseok mirar aquella escena con algo de curiosidad, la niña apartó el rostro del cuello de su padre y lo miro con algo que no parecía ser curiosidad sino celos.

-¿Quien es él?- el mayor miro detrás de él dónde la niña señalaba y suspiro.

-Es alguien quien conocí y supongo que también debes conocerlo, por ahora estarás aquí con él y otras personas además de mi.

-Huele feo.- el menor abrió los ojos y comenzó a olfatearse a si mismo para saber si era cierto, si lo era que mala impresión dió.

-Oye, eso es grosero, deberías saludar como se debe, se educada.- la pequeña asintio y bajo de los brazos de su papá para llegar a dónde Hoseok estaba.

-Un gusto, me llamo Kim Yeon Seol, ese de ahí es mi papá Kim Namjoon.- el omega sonrió por la formalidad de la pequeña.

-Es un placer señorita Yeon Seol, soy Jung Hoseok, soy amigo de tu padre.- rio un poco y saludo con su mano a la niña.

-Eso no es cierto, tienes mi marca así que somos algo más que amigos.

-¡¿SERAS MI NUEVA MAMÁ?!

-¡¿Que?! No, no voy a ser tu mamá, fue un problema que no podemos arreglar aún.

-¿No le gusta mi papá?- la niña estaba confundida.

-No es eso.

-¿Entonces si le gusta?

-Escucha Yeon Seol, tu padre es atractivo pero la marca que hizo fue un error, no tenía que ser hecha y no puedo hacer nada más, pero no creo que pueda ser tu nueva mamá.

-¿No le gusto yo?- Hoseok estaba entrando en un conflicto y todo gracias a ese alfa que solo lo miraba con burla, al parecer la niña era demasiado curiosa y para su mala suerte él odiaba a los niños...

-No es eso, eres una niña muy linda y tus preguntas te hacen una persona inteligente, pero yo no esperaba tener hijos, es algo complicado.

-Gracias por sus halagos señor, usted es bonito.

¿Señor? Apenas estaba entrando en sus 20...

El alfa pareció mirar la cara de frustración del menor y comenzó a reír, su hija podía ser muy curiosa con respecto a todo pues al tener un papá policía tenía que saber todo.

-Pequeña, ¿por qué no vas a jugar a la siguiente habitación? Sal por esa puerta y dile a la persona afuera que te lleve a jugar.- la pequeña sonrió y asintio corriendo hacia la puerta para salir. -De verdad lo siento, aprendió de mi a hacer muchas preguntas para saber sobre la gente.

-Ya lo imaginaba, aunque no creo que fuera buena idea decirle sobre la marca, no voy a ser su mamá, no me llevo con los niños.

-¿No quieres tener hijos?

-¿Con alguno de ustedes? No, no quiero, la vida que llevamos no es para criar niños, además, dije que nadie me tocaría así que no pasará.

-Hoseok creo que de verdad estás exagerando, un omega en celo con una marca es muy difícil de soportar, además, jamás has pasado un celo sin supresores es por eso que fuiste atrevido esa vez, si te empeñas en decir que no pasará tú mismo te harás daño, mejor acepta lo que nosotros podemos darte.

-Suena demasiado fácil, las palabras salen con facilidad de tu boca que parece que lo hago por mero egoísmo... Si los seis son mis destinados fue un destino cruel, el cual yo no quería tener.

-Lo lamento, de verdad pero por ahora no podemos hacer nada más, todos intentamos y no conseguimos nada.

-Sera mejor que vayas con tu hija y pases tiempo con ella, no creo que haya sido buena idea conocerla tan pronto, solo explícale que no soy su madre y todo estará bien.- no quería comenzar una pelea con nadie, solo quería descansar.

-Bien, nos vemos.- el mayor salió por la misma puerta que su hija y dejo a Hoseok con lágrimas en los ojos.

¿De verdad era egoísta por no querer dejar que lo tocaran?

Después de todo, toda su vida se baso en alejar a las personas y sobrevivir en un mundo tan roto.

Por algo cuando tenía 15 años tomo muchos supresores e hizo que sus celos se calmaran haciéndose pasar por un beta, por algo compro perfumes con aromas intensos para aparentar ser un alfa y poder trabajar y conseguir un lugar donde vivir junto a Mark.

Porque si antes no quiso ser un omega ahora mucho menos al saber que ahora dependía de seis alfas estúpido que la policía buscaba por múltiples crímenes...

Tampoco podía ser la madre de una niña que acababa de conocer, no era esa clase de persona, desde pequeño odio a los niños por rechazarlo múltiples veces, cada vez que quería jugar ellos lo rechazaban diciendo que no podía jugar por oler dulce y ser un omega, era una mierda.

Los niños no saben lo dañino que puede llegar a ser sus palabras que fingen ser con inocencia, Hoseok no podía aún si su lobo le decía que esa pequeña era de uno de sus alfas, no quería.

Ahora que no tomaba supresores su lobo estaba más activo, cada vez notando más sus sentimientos débiles y lo sensible que era, odiaba todo eso, odiaba ser un omega.

Salió de la habitación lo mar rápido que pudo, sentía impotencia porque esos seis solo se la pasaban recordándole que era su culpa por fingir ser alguien más.

¡Tenía sus razones! Esos idiotas no solo podían criticar las vidas de los demás.

Además, el jamás les dijo que se acostaran con él, ellos también tienen la culpa.

-Imbeciles...

No detuvo sus pasos, estaba enojado consigo mismo, así que no noto a la persona que lo miraba con el ceño fruncido y con una mirada algo confusa.

-¿Omega?- levantó la vista mirando al menor de los seis imbéciles.

-¿Que quieres?

-¿Estás molesto? ¿Paso algo?

-Cállate y lárgate a pelear con alguien, no me molestes.

-Bien vamos.- sin decir otra cosa tomo con fuerza la mano del omega y comenzó a arrastrarlo a algún lugar de la mansión que desconocía.

Sin duda su vida estaba arruinada.

-J⁷