Babilonia.
—Dime Zack, ¿Cómo van los preparativos para la celebración de mi cumpleaños?— pregunto desde el trono arrebatado. Samu Ramat estaba a su lado, observando fijamente a Zack, sintiendo que los problemas venían a ellos. Pero no sabía porque.
— Majestad, antes de hablar sobre los preparativos, debo darle una noticia. La delegación que venia de Khaitan, al parecer va a retrasarse, más de lo previsto—
—¿Cómo dices?¿Por qué estarán retrasados?—
— Al parecer a mitad de camino fueron atacados por esclavistas, el gobernador de Khaitan fue herido de gravedad, pero tuvo la fortuna de seguir con vida, sin embargo, está muy débil, y han tenido que estar transportandolo con delicadeza. Su subordinado envío una paloma mensajera, pidiendo disculpas a su majestad por no poder llegar el primer día de festejo, sino que llegarán el tercer y último dia. Para presentar sus respetos y los presentes— la sangre de Nebuzaradan hervía en rabia, se sentía humillado y despreciado. Rebajado, en su mente acomplejada creía que si se tratase de Nabucodonosor, esa delegación no se detendría por nada del mundo, hasta llegar a Babilonia en el tiempo correcto. Pero como se trataba de el, un rey sin sangre real, podían despreciarlo y darle poca importancia al respeto que debían brindar. Samu Ramat noto esto, y con ganas de satisfacer los deseos asesinos de su esposo, hiso una sugerencia de lo más cruel.
—Supongo que no podemos hacer nada, lo mejor será no ofenderse por esta ofensa involuntaria. Sin embargo, al estar dándoles otra oportunidad, Khaitan debera retribuirnos como corresponde, si no llegan a tiempo, al mediodia, en el tercer día de festejo de su majestad, ese pequeño e insignificante reino será declarado enemigo de la gran Babilonia...Y se convertirá en cenizas— dijo sonriendo.
— Excelente sugerencia mi reina— realmente le gustaba que tuviera los mismos deseos violentos que el. Aún cuando no fue la culpa de la delegación, Nebuzaradan seguía guardando rencor por el desprecio que sintió contra el. Quería y ansiaba como nada en el mundo, demostrar a cada reino e imperio, que el nació para ser rey. Y que la violenta forma en que tomo el trono, era solo la naturaleza cumpliendo su función. El fuerte acaba con el débil y reina en su lugar. El era fuerte y Evil Merodack fue débil. Zack por otra parte se puso muy nervioso ante los deseos de los soberanos, creía que era demasiado excesivo planear el aniquilamiento de un reino entero, por algo que ellos no pudieron evitar.
Sin embargo no lo dijo, aún si el había sido nombrado como gobernador por Nebuzaradan, su medio hermano. El ya había pasado el tiempo suficiente a su lado, para saber el tipo de persona que era, y lo que esperaba de el como gobernador, no quería alguien que le dijera sus verdades, solo quería un perro fiel. Así que no pensaba provocar la ira del rey y de la reina, rogaría a los dioses que la delegación de Khaitan llegarán en el tiempo acordado. No tenía idea sino, como le explicaría a su querida Johanna, que su medio hermano y rey había derramado tanta sangre inocente. Ahora que finalmente, después de tanta maldad y errores que había cometido, después de tantos años amándola y deseándola, ahora que finalmente era su esposa, no podía permitirse perderla, había traicionado y mentido por el amor de esa mujer. Si la perdía, todo lo malo que había hecho en su vida, no valdría la pena.
Esperaba continuar viviendo tiempos pacíficos y de amor con su linda y tierna Johanna, y para eso, necesitaba que Babilonia estuviera en pie, pero en lo preferible, sin herir a otros. Así que ya vería cómo resolver el problema. Solo asintió con su cabeza, mientras fingia sonreír, listo para contestar lo que Nebuzaradan preguntara.
— Luego da el aviso a Khaitan, ahora en cuanto a los preparativos, necesito que mi fiesta sea alucinante, no un festejo más, necesito diversión, lujo extravagante, y atracción exótica. Quiero que cada imperio invitado se maraville, necesito que sea aún más alucinante de lo que fue el festejo en los jardines colgantes de la reina Amitis. Y por eso, necesito hacerte una petición especial—
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El regreso de la princesa Kassaia
Historical FictionKassaia murió en una terrible agonía luego de descubrir que su esposo Nebuzaradan, la había engañado durante años con la sacerdotisa Samu Ramat. Juro ante su vida cortar todos sus lazos con ese par de infieles, pero antes de poder contar lo descubie...