Capitulo 13: Herida.

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— Belsazar, hijo mío— dijo Nitocris abrazándolo con todas sus fuerzas, entre lágrimas.

— Estoy bien madre, no tienes que llorar— dijo preocupado.

— ¿Cómo quieres que no llore? Después de que fuiste esclavizado por ese maldito Ale Mefari, pero me las va a pagar, mañana mismo mandaré a qué le corten la cabeza— dijo molesta.

— Todo a su tiempo madre, Nebuzaradan seguro sabe que estoy aquí, y sabe de la existencia de Ale Mefari, tengo vigilado a ese malnacido, como el perro de Nebuzaradan, si aparece de la nada muerto, las cosas pueden complicarse para mi— explico.

— ¿Lo tienes vigilado? ¿Como? —

— He sembrado varias amistades con la gente de abajo madre, ahora son mis súbditos y me juraron lealtad. Por eso estuve bien todo este tiempo, hasta que me encontré con Namu—

— Hijo, dinos de una vez...¿Cómo es que volviste con tu...Tu tía?— termino por decir. Estaba muy preocupado, ¿Preguntándose como un muerto podía volver a la vida. La ultima palabra dicha, hiso estremecer a Belsazar, quien no entendía la pregunta, ¿Tía? ¿Eshe? ¿Por qué decía que era su tía? Su tía murió cuando el era solo un niño, ¿Entonces que tenia que ver Eshe en eso?

- Ella no es mi tía padre. ¿Qué dices?- los esposos se miraron el uno al otro, sorprendidos, era cierto que Kassaia habia muerto cuando el solo era un niño, ¿Pero como era posible que hubiera olvidado completamente el rostro de ella? 

- Hijo mío, esta bien sino lo recuerdas, pero puedo jurarte por todos los dioses, que esa joven que esta sobre la cama, es idéntica a mi hermana, esa joven, no se como, pero es tu tía Kassaia, por eso tenia un enorme deseo de abrazarla, no sabes cuanto extraño a mis hermanos. ¿Cómo la trajiste del mundo de los muertos? ¿Belsazar que hiciste?- 

¿Era cierto, Eshe era idéntica a su tía? Belsazar cerro los ojos, intentando aclarar esos míseros recuerdos que conservaba de su infancia, con la princesa Kassaia. De la nada tres recuerdos vinieron a el, primero, su tía en los jardines de Babilonia, sonriendo mientras disfrutaba el aroma de una flor exótica, segundo, su tía mirando con una pena secreta y silenciosa el suelo. Tercero, su tía bañándose con su madre, mientras esta le hablaba de cosas que la molestaban y herían. Esos eran los recuerdos mas notorios que tenia de su tía, ya que en la mayoría de ellos, ella solo estaba triste. Y si, se sintió un imbécil por no darse cuenta antes. Eshe era la viva imagen de su tía. Pero a la vez era tan distinta, que no conseguía verla como su tía, y nunca lo haría. 

Conto entonces a sus padres, la historia que tenia con Eshe, también el sorpresivo encuentro que tuvo con ella esa noche, que alguien la quería muerta, y el haría hasta lo imposible por impedirlo. Nabonido no fue capaz de percibirlo, pero Nitocris si, y eso la preocupo. Porque simplemente no estaba bien, y le resultaba muy inmoral, con la explicación de su hijo entendió que ella no era su hermana, eso mato su escasa felicidad e ilusión. Y aun así, veía en esa joven una segunda oportunidad enviada por el cielo. Reconocía haber sido dura y mala con su hermana en vida, aun cuando la amaba mucho, tenia a su esposo e hijo, era cierto, pero el vacío que habia dejado la perdida de su familia, era algo que la hería en secreto. Junto a esa chica, aun sabiendo que no era ella, se sentía en paz, y motivada. 

- Belsazar, puedes no admitirlo ahora...Pero puedo notar un interés muy particular en ti, por ella. Y eso no es correcto- susurro.

- No tengo un interés como dices, pero aun si lo tuviera ¿Qué tiene de malo?- pregunto desafiante.

- Belsazar, puedes tener a cualquier mujer de Babilonia, extranjeras también, y mas cuando subas al trono...Pero a ella no- termino por decir firmemente.

El regreso de la princesa KassaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora