— No pienso abrir, márchese de una vez, no importa si es un rey o un Dios, no tiene nada que hacer conmigo en una habitación. Soy una mujer casada — dijo con molestia Kassandra.
— Deja de decir esa idiotez y abre la puerta — pidió Nebuzaradan— O si no— amenazó
— ¿O sino que, me matara o a mi esposo, o a ambos? Parece que aún no lo entiende, a la fuerza nunca conseguirá nada conmigo. Además Asher ya debe regresar— advirtió. Nebuzaradan cayó al suelo, desecho se apoyo sentado contra la puerta. Tocando su pecho, un ardor allí lo estaba matando, y cada palabra despectiva y amarga de Kassaia lo hería aún más. No pudo retener ese dolor que le cortaba el aliento y la vida, fue así como escupio todo.
— Porque no entiendes...Que lo siento, que si pudiera volver el tiempo, nunca lo hubiera hecho Kassaia. Mis acciones no hablan del amor que realmente sentí por ti, te engañe, te lastime...Y me odie cada día por eso. Desde que te perdi, he vivido con este dolor... Pensando que nunca más te volvería a ver, y ahora apareces aquí, y me dices que me odias, que tú no eres tú, que estás casada...Dime Kassaia¿Cómo quieres que este? ¿Cómo quieres que me comporte?— pregunto al borde del desespero.
Aún con lo horrible que se había comportado, Kassandra no pudo evitar sentir lastima por ese hombre. El rey había abandonado su trono, por un suelo dónde rogaba un amor no correspondido. Asher nunca contó con detalle como era la relación de la tal princesa Kassaia con Nebuzaradan. Pero por todo lo que ya había escuchado, era más que evidente que la princesa había sido muy lastimada por él. Hasta sintió pena por la princesa, de carácter suave, dulce, tierno, con una terrible dificultad de ser mala. No le gustaba que la confundieran con ella, porque eran terriblemente diferentes, Kassandra en definitiva no tenía un caracter suave, no era dulce con todos, solo con la gente que ella quería, mucho menos era tierna, solo con Asher lo era, y en definitiva, si alguien la heria, tenia algo que ella consideraba una virtud, ser increiblemente mala.
No tenia idea como saldrian de Babilonia y volverian a casa, solo rogaba que su esposo encontrara una solución pronto, o sino ella tendria que moverse hasta conseguirlo. Un guardia paso frente a la puerta de Kassandra, observando lo nunca antes visto, al rey desecho en cuerpo y espiritu. Tenia una muy mala noticia para decirle. El nombre Belsazar hiso al rey salir por un momento de aquel sufrimiento, sin decir nada mas, fue hasta la sala del trono, para que el guardia le informara todo. Kassandra se fue a recostar a la cama, y solo se dedico a pensar, que en ese momento estaba maldita, por parecerse a esa princesa.
_ ¿Como dices Daris? ¿Como fue posible? ¿Como paso esto?_ dijo la reina comenzando a destruir los objetos preciados de la habitación, asustando a su sirvienta_ Nebuzaradan fue a rogar a la puerta de esa infeliz. ¿Como pudo hacerme esto? El es mi esposo, soy la madre de su hijo, y a la primera oportunidad le ruega a esa miserable_ sus ojos estaban desorientados, como sus manos, y todo el temblor de su cuerpo, decir que la reina hervia en ira era poco, lo correcto seria decir que la reina estaba a punto de desatar un infierno.
_ Mi señora, le juro que eso me dijo un guardia, dicen que la señora Kassandra nunca abrio la puerta, y que le grito al rey que se fuera_
_ ¡No le digas señora a esa gran zorra! ¡Esa sucia salvaje Khaitaniana con olor a bestias! Tu eres testigo Daris, yo no queria llegar a esto. Pero esa mujer no me dejo opción, debo deshacerme de ella cuanto antes_
_ ¿Que piensa hacer mi señora?_
_ Algo que acabe de una vez, con Kassaia, sino la mate la primera vez, juro que esta vez si lo hare_
_ ¿Cómo es posible Nabonido? ¿Aun no tenemos noticias de nuestro hijo?_ la princesa Nitocris paso en encierro esos días sin noticias de su hijo, sin querer comer, llorando en silencio, por amor Nabonido la acompaño, y no salieron de esa habitación. Nitocris estaba pálida y con malestares, y eso preocupo mucho a Nabonido, quien asustado decidio enviar a Namu al mercado para comprar algun remedio natural. No confiaba ni queria pedirle al medico del palacio que examira a su esposa, temia que en la medicina hecharan veneno, para finalmente deshacerse de ellos, pero Namu aun no llegaba.
_ Mi flor del desierto, calmate, mi amada, mi hermosa Nitocris...Hemos orado sin parar a los dioses, no nos queda mas que creer, en que nuestro Belsazar esta a salvo, donde sea que este, y que eventualmente nos enviara noticias_
_ No Nabonido, algo aqui, me dice que...Paso algo malo, algo de lo planeado salio mal_ dijo entre lagrimas, mientras señalaba su pecho. Nabonido se encontraba destrozado, por no tener noticias de su unico hijo, y por ver al amor de su vida, asi de triste, si perdia a Nitocris, perdia la vida. Solo la abrazo con todas sus fuerzas, esperando que el amor que recorria su cuerpo, sirviera de consuelo.
_ Señores, señores...Tengo noticias importantes_ dijo Namu, susurrando tan bajo como pudo.
_ ¿Que noticias? ¿De que hablas Namu? ¿Trajiste la medicina?_ pregunto restando importancia.
_ Señor, tome la medicina_ dijo muy seria Namu, tendiendo no solo la caja con la medicina, sino tambien una pequeña nota. La pareja leyo con sumo cuidado, y cuando acabaron, la vida regreso a sus cuerpos, se abrazaron, besaron, sonrieron y festejaron, su hijo estaba vivo, y no solo eso, estaba en Babilonia.
_ ¿Dónde Namu?_ pregunto Nitocris.
_ Por el momento, Casa de Liz. Es una posada, no puede acercarse, corre riesgo de ser descubierto, le di todo el oro que me dieron para la medicina, en unos días debo volver para darle mas...
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El regreso de la princesa Kassaia
Исторические романыKassaia murió en una terrible agonía luego de descubrir que su esposo Nebuzaradan, la había engañado durante años con la sacerdotisa Samu Ramat. Juro ante su vida cortar todos sus lazos con ese par de infieles, pero antes de poder contar lo descubie...