Jimin tiene una relación con Yoongi desde hace tres años y medio. Eran lo más lejano a la pareja perfecta que podía existir, casi a punto de explotar.
Pero nadie esperaba que la llegada del mejor amigo de Yoongi fuera a ser el detonante de la bomba.
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Junghyun se encontraba en el pequeño salón que había en la suite del hotel en la que se alojaban él y su hermano durante su estancia en Tokio. Por trabajo, estaba acostumbrado a pasar la mayor parte del año en suites como esas aunque lo único que quisiera más que nada en el mundo fuera estar junto con su beta, Taehyung, las 24 horas del día.
Pero siempre supo a lo que se arriesgaba a vivir si su hermano gemelo cumplía sus sueños, aunque no hubiera contado con el hecho de tener pareja estable durante ese tiempo.
Y allí estaba ahora, tomando un vaso de whiskey mientras terminaba el poco papeleo que le quedaba y escuchaba el alboroto que Jungkook estaba montando en la habitación. Tenía miedo de acercarse a su hermano en ese entonces, así que decidió que era más prudente esperar a que se quedara sin cosas que romper.
-Bueno... Creo que ya le he dejado bastante.-Dijo Junghyun, levantándose del sofá y dirigiéndose a la puerta de la habitación. La cual empezó a aporrear con fuerza.-¡Jungkook! ¿Has acabado ya? Porque no me gustaría pagar una millonada por tus ataques de ira. Otra vez.
-¡NO!-Dijo Jungkook con su voz de alfa, haciendo que Junghyun se pusiera serio.
-¡A mí no me hables con tu voz de alfa, jovencito! Quiero que respires hondo ahora mismo y que salgas de esta habitación para que podamos hablar como los alfas civilizados que somos. ¿Estamos?
Jungkook solo respondió con un gruñido, a lo que Junghyun tomó como un sí y volvió al sofá para terminar su trabajo. Cinco minutos después, Jungkook salió de la habitación con los nudillos sangrando y su cara de asesino en serie que solía tener cuando algo gordo pasaba.
-¿Qué te ha pasado en las manos, Kook?-Dijo Junghyun, intentando sonar calmado.
-La pared ha quedado peor.-Dijo Jungkook, haciendo que Junghyun suspirara.-No te preocupes, se curan enseguida.
-La próxima vez que quieras golpear algo, vete a un gimnasio y le das a un saco. Así nos evitamos dañar instalaciones ajenas. Voy a hacerte la tila que te ha nombrado Taehyung.
-Odio las tilas, lo sabes perfectamente.
-Lo sé, pero alcohol tampoco te pienso dar. Solo te faltaba eso: modo "acércate y te arranco la cabeza con los colmillos" y encima borracho.-Dijo Junghyun, sacando un gruñido de su hermano.-Además, mañana madrugamos y no quiero que vayas al aeropuerto con resaca.