Confianza.

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~Katsuki~

No recuerda en qué momento llegaron los dos bastardos que en el fondo considera buenos amigos, tampoco sabe si hubo algún intento de conversación apagado por el humor del pelirrojo, él se limitó a sostener su mano, acariciar su palma y de vez en cuando mirarlo con un intento de sonrisa que sabe lo calmara, es un largo camino y han estado en silencio por un largo rato.

—¿Yayorozu les dijo lo que sucedía? —es el pelirrojo quien decide romper el sepulcral ambiente.

Ambos chicos niegan con tranquilidad.

—Mi mamá... —se detiene antes de poder decir lo que estaba enfrentando, mira de reojo a Bakugo y este le da la mirada más tranquila que puede. —Está muy enferma.

Otro ligero silencio de parte de los chicos que van en la parte frontal del auto, ambos están analizando que decir, que pueden hacer.

—Conozco buenos doctores —se apresura a decir el peli verde, Katsuki sabe que debe de estar pensando en mil planes para ayudar a su novio. —Los conocí en las practicas.

—Trabajas en un hospital particular, no podríamos pagarlo.

—El dinero no es un problema —Todoroki quien hasta ahora se encontraba apaciblemente conduciendo al fin habla.

Con total nerviosismo en su voz Kirishima habla —No, no es necesario.

—Solo cállate y acepta la ayuda de tus amigos —Bakugo habla por primera vez. —Además, no dejaran de joder hasta poder ayudarte —ante esto ambos chicos asienten.

Tardan un poco más en llegar a la casa de Eijiro, sin embargo, el ambiente había cambiado, Katsuki toca la puerta, mientras Midoriya abraza sin parar a Kirishima, asegurándole que todos estarán allí, Todoroki se limita a asentir

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Tardan un poco más en llegar a la casa de Eijiro, sin embargo, el ambiente había cambiado, Katsuki toca la puerta, mientras Midoriya abraza sin parar a Kirishima, asegurándole que todos estarán allí, Todoroki se limita a asentir.

La madre del pelirrojo tarda un poco en abrir la puerta, al salir Bakugo puede notar que se la ha pasado llorando, sin embargo, no dice una palabra al respecto.

—¿Quién es ese chico abrazando a mi hijo? —pregunta en su típico tono de broma.

—Un brócoli con patas —lo mínimo que puede hacer es seguirle el juego.

—Eso suena a celos.

—Para nada, su hijo tiene buen gusto.

La mujer rio ante sus palabras, Bakugo se animó un poco al verla así, normal, la mujer que conoció hace un par de días

—Mira su cabeza color tomate y luego repite esas palabras.

Ambos rieron levemente tras esas palabras, Katsuki vio como Deku comenzaba a llorar mientras se negaba a soltar al pelirrojo, Kirishima se estaba dejando llevar también soltando un par de lágrimas, eso iba a tardar un rato, por lo que Bakugo aprovecho para volver a su temple serio.

—¿Qué tan malo es? —dijo sin dejar de mirar a su novio. —¿Tenemos alguna esperanza para aferrarnos o...? —fue incapaz de terminar la pregunta.

—¿Tenemos? —repitió la mujer con cierta alegría al saber que no se iría, que se quedaría con su hijo. —No muchas, la verdad.

—Nos prepararemos para cualquier cosa entonces.

—De verdad no piensas bajarte de este bote ¿Verdad niño? —la mujer volvió a su tono juguetón, pero su rostro reflejaba seriedad. —Solo quiero saber que cuando no este, ese niño no se quedará solo.

—No lo hará, solo miré como lo sostienen esos idiotas —el rubio tomo un momento antes de poder seguir hablando, su garganta parecía secarse. —Aunque claro, va a llorar... Mucho...

Katsuki debe tomar un momento antes de hablar, debe de buscar las palabras en su cabeza que suele funcionar siempre, aunque parece que su cerebro se va de vacaciones cada vez que tiene que hablar del dolor que es inevitable para la gente que ama.

—Él es el tipo de persona que cualquiera quiere en su vida, te ayuda a cambiar sin notarlo, a ser mejor, pero es débil consigo mismo, así que me quedaré, intentaré ser su maldito apoyo, lo prometo.

—Lo sé —ese pequeño temblor en la voz de la mayor no pasó desapercibido por ninguno de los dos.

—Deberían conocer a mis padres... Ambos, para cuando esto se ponga peor.

—Gracias niño, pero no deberías...

Katsuki no tenía ninguna intención de dejarla terminar esa frase.

—Madre e hijo tan iguales, déjense ayudar maldita sea

La mujer sonrió con tranquilidad, sabía que ese chico era una buena persona después de todo.

—Hey montón de idiotas muevan el trasero, voy a cocinar algo —miro rápidamente a su suegra. —Y ni intente decir que me ayudará, entre a descansar.

Bakugo Katsuki era un malhumorado muchacho de buen corazón, por ello supo que se quedaría con su hijo, no eran las cosas que decía, era cada una de las cosas que hacía, cuando presentó a su propia familia tan parecida a él, cuando esta se ofreció a hacerse cargo de su hijo en el peor de los casos, y estar allí para ambos. Agradeció día con día cuando el muchacho iba a ayudarles, como su hijo sonreía hablando de él, como ese chico cumplió su palabra y se mantuvo allí en cada momento, estuvo allí con su hijo en cada visita al hospital, cuando todo se puso peor y no sabían que hacer, no dijo una palabra solo se quedó allí tal y como lo prometió. La mujer maldijo no ver a su hijo graduarse, conseguir un trabajo o casarse, pero sabía que no estaría solo en ninguna de esas cosas.



N/A: Dos capitulos más y esto acaba

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N/A: Dos capitulos más y esto acaba.

Por cierto feliz resistencia del 8M ¿Alguien fue a la marcha de sus países? ¿Están todas bien? Espero que cada lectora de aquí llegué a salvo a casa, las quiero mucho y aunque no las conozca yo sí les creo, sé por toda la violecia que pasan las mujeres, por todo eso quiero decirles que no están solas. Existimos porque resistimos. 

Él idiota al que amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora