Todo tiene un final.

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Bakugo no podía registrar el insistente murmullo de su padrino, sabía que estaba haciéndolo, pero no le importaba no cuando en el pasillo pudo verlo a él, se veía tan perfecto en su traje negro, contrastando con el suyo blanco, habían escogido los colores juntos, ya debería saber cómo se verían, agradecieron el haber escuchado a Mina, ella tuvo la idea de simular un yin yang, incluso se tomó la molestia de hacer los trajes por si misma junto con Aoyama, a nadie más podían encargárselo, ambas mitades encajan, así es como se sienten.

—Por favor pónganse en formación —anuncia el padre de la iglesia, nadie allí era particularmente adepto a alguna religión, pero a la madre de Eijiro le hubiese gustado.

Decidieron ser los últimos en la fila, entrarían y saldrían de allí juntos, les importaba poco que la tradición no lo dictara así, ellos no eran precisamente buenos siguiendo a otros.

—Oye —Eijiro toma su mano para tranquilizarlo y se acerca a su oído para susurrar. —Ese traje se ve perfecto en ti.

Su voz calmada hace a Bakugo volver a la realidad

—Se vera mejor en el piso —bromea tranquilizándose al fin.

El solo tocar al otro los calmaba demasiado, los nervios habían sido remplazados por decisión y el deseo de que la persona a su lado se convirtiera de una vez por todas en lo que ambos sabían que eran, una familia.

Ninguno de los dos pudo registrar mucho de la ceremonia religiosa, a pesar de escoger la liturgia, no podrían ver a otro lugar que no fuera al otro, no fue hasta que el sacerdote les pidió que dijeran sus votos que apartaron la mirada por un momento.

—Kats —la voz del pelirrojo sonó mucho más nerviosa de lo que había querido. —Haz estado conmigo en las buenas y en las malas, y me haces pensar en el futuro, y enloquecer de miedo con la idea de que algo pueda llegar a pasarte, el mundo sabe que trato de mantener la calma siempre, pero cuando se trata de ti es imposible, y por favor no te burles, me costo mucho escribir solo esto, sabes que las palabras no son lo nuestro.

—Eijiro —el rubio se quedó en silencio por un momento hasta que el resoplido de una risa se apodero de él. —Carajo tenía algo muy bueno y simplemente al verte olvide todo, ese es el maldito efecto que tienes en mí, puedo olvidar en un segundo todo lo que he planeado para respirar, calmarme y estar contigo en el ahora, y sé que les saque a mis votos todas las malditas groserías, pero esto es lo que tengo ahora, ya me conoces de todos modos, así que no importa.

—Es perfecto —Eijiro sonreía tanto que sentía que su quijada se trabaría, pero no importaba.

—Contigo todo lo es —nunca se imagino ser tan feliz, pero desde que lo conoció su vida solo mejoraba.

De nuevo se perdían uno en el otro, no les importaba nada más hasta queel sacerdote se aclaro la garganta para ofrecerle al publico su oportunidad derechazo ante el matrimonio, ambos novios miraron a la multitud como pararetarlos a intentarlo, aunque en el fondo sabían que nadie lo intentaría detodos modos. El tan esperado momento había llegado, al fin podría besar no a sunovio, si no a su esposo; se habían besado tantas veces que para ese momento deberíanestar acostumbrados, pero cada vez la sensación (y en especial en esta ocasión)era diferente, solo podían sonreír ante los labios contrarios.

 El tan esperado momento había llegado, al fin podría besar no a sunovio, si no a su esposo; se habían besado tantas veces que para ese momento deberíanestar acostumbrados, pero cada vez la sensación (y en especial en esta ocasión)era diferente, s...

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N/A: Perdón por desaparecer, me agarro la depresión y no quería soltarme, en fin este es básicamente el final, quería hacer un epilogo, pero en estos momentos no sé si me salga, les agradezco a todos los que leyeron esta tonta y cursi historia, se les quiere.

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⏰ Última actualización: May 21, 2022 ⏰

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