Él idiota al que amo.

Por favor mírame.

~Kirishima~

Kirishima está demasiado nervioso, no ha visto a Bakugo en un largo tiempo, quiere llevarle algo, pero eso sería faltarle el respeto a Todoroki, después de todo es su cumpleaños y él solo le compró una carpeta ¿Qué le das a un chico que puede comprar lo que sea? Todoroki en realidad solo quiere una tarde con sus amigos y Kirishima se siente honrado que lo consideré su amigo.

Ha estado por más de 20 minutos revolviendo su ropa, quiere verse bien, Bakugo siempre se ve bien y no puede competir, pero si solo le diera una simple mirada de reojo el pelirrojo podría morir feliz.

—Hijo ya se te hizo tarde y ni te has cambiado.

—Perdón mamá, no quería hacer ruido —su madre era dueña de un pequeño puesto de ramen, por lo que él chico intentaba ayudarla como pudiera.

—¿Tienes una cita?

—¡No! Solo voy al cumpleaños de un amigo —se apresuró a corregir.

—El cumpleañero te gusta —la mujer podía leer a su hijo como un libro así que ante su reacción se corrigió. —No, no es él, pero va a estar allí, déjame ver que te puedes poner.

—Estoy bien, no es como crees —se llevaba muy bien con su madre, prácticamente nunca debió de salir del closet con ella pero no le contaba mucho sobre los chicos que le gustaba porque siempre pensó en hablarle únicamente de alguno que pudiera llevar a casa, alguien de quien estuviera seguro que valía la pena.

—No sé quién sea ese muchacho, pero me alegro, brillas cuando hablas de él, ahora ponte esto —dijo entregándole un montón de ropa doblada. —Voy a atar tu cabello, si no se queda babeando entonces no vale la pena para mi hijo.

—Gracias má.

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Se demoro demasiado en llegar a casa de Yayorozu, sabía que su madre lo había arreglado bien pero quizá era demasiado para esa reunión casual, tomo aire antes de tocar a la puerta, estaba nervioso sin ninguna razón, Kaminari fue quien lo recibió con unas nada sutiles palabras, todo el mundo volteó a mirarlo, pero el solo pudo observar al chico en la cocina, estaba cubierto de harina, eso lo hacía verse muy atractivo a los ojos del pelirrojo, pero para ser sinceros el chico rubio podría usar una bolsa de papas y aun así Kirishima pensaría que es la persona más atractiva sobre la tierra, Bakugo se fue corriendo y Kirishima solo puede pensar que quizá lo vio de forma demasiado obvia.

Se mantiene jugando y platicando con todos en aquella habitación, todos son muy interesantes a su modo.

—Mina encajo perfectamente entre las chicas —dijo Sero sirviendo los refrescos, todas las chicas se encontraban con Yayorozu en la cocina vigilando el horno por la orden de Bakugo le dio hace poco.

—¡Lo sé! —dijo preocupado Kaminari ante las miradas de sus dos mejores amigos. —¡Ella no me va a querer pasar el teléfono de Jiro!

—¡¿Te interesa?! —hablo demasiado fuerte el pelirrojo, afortunadamente fue callado por Sero a tiempo de soltar algo más.

—Viejo, cállate —hablaba nervioso el rubio que quedaba en la habitación.

—Oye, pero hablando en serio —Sero no susurraba, pero sabía mantenerse discreto. —Tienes un problema con el morado.

—Lo de Shinso es una cosa y esto es otra, solo quiero su número, ella se ve super genial y quisiera conocerla más, es todo en serio.

—Eres Bi como el infierno amigo.