ℝed Carpet ★ KOOKMIN → JIKOOK

Nota 7

NOTA 7 - SOBRE COMO NOS DEFINE NUESTRO DESEO

Ya no hay días libres ni días de ocio desde que la fama tocó a nuestra puerta. Cuando finalizamos nuestro segundo Red Bullet, aún no habíamos superado el primero. Wings era todo lo que teníamos y todo lo que pensábamos de nuestra vida entre cuatro paredes cuando las cámaras se apagaban. Por ese motivo, y por lo satisfechos que estábamos con nuestro trabajo, planeábamos defender nuestro arte hasta el final.

Mis prácticas comenzaron a extenderse sin que pudiera notarlo. Cada vez era mayor el tiempo que pasaba encerrado en el estudio, mientras repasaba una y otra vez nuestras propias coreografías, y para mi pequeño deleite lleno de confusión, solo Jungkook y Hoseok siguieron mi mismo esquema. Ser bailarín es algo maravilloso, pero también resulta muy exigente cuando tus piernas tiemblan de agotamiento.

Pero hay días aleatorios que terminan siendo especiales, donde mi propia intuición me exige correr hacia el estudio para practicar una coreografía que ya conozco y manejo de memoria. A veces juego al utilizar ciertos pasos con otra canción que me motive, con algo que escucho a diario, con un gusto personal que queda representado en mi IPAD por las mañanas.

Llegué al estudio a las 12 de la madrugada y solo estaba el chico de seguridad para recibirme. Esperaba pasar la noche completamente en soledad, ya que nadie soportaría una segunda ronda de entrenamiento. No iba a repasar nuestras coreografías, pero si repasaría una serie nueva y bastante exclusiva. Own it, de Drake, al cual elegía y el resto de los miembros también.

Hip hop, terreno, poder, todo eso representaba la coreografía que Brian había desarrollado para nosotros, y si bien la intención no era utilizar esa canción, quedada fantástica.

Hasta que Jungkook llegó y aprobó mis movimientos sin que pudiera notarlo, y no solo se atrevió a observar, se atrevió a imitarme de manera magnífica.

— ¿Cómo sabes la coreografía con tanta perfección?

— Siempre te observo, Jimin. Observé esta coreografía incontables veces... me encanta, y me encanta cómo la llevas adelante.

Se ganó una sonrisa genuina de mi parte. Jungkook era sincero cuando debía dar un cumplido. Lo invité a seguirme en el próximo intento, pero nuestros chistes sin sentido y la simple presencia del otro nos hacía volar fuera de esa sala de ensayo a gran velocidad.

— ¿Cuál es el problema? - le pregunté al fallar por cuarta vez. Jungkook sonrió y volvió a iniciar la canción.

— Concéntrate y mira hacia adelante, Jimin-ssi.

Jimin-ssi. Otra vez jugando conmigo y con mi cabeza. Él no tenía la necesidad de hablarme coquetamente y mucho menos de mirarme como lo hacía. El espejo frente a nosotros se convirtió en el arma más letal allí dentro.

Uno, dos, tres pasos. El estribillo fue perfecto y mi mirada se trabó en su figura magnífica deleitándome a través del su propio reflejo. Jungkook podía volverme loco siendo simplemente él, acompañado con la canción que yo mismo había escogido; quería toda su compañía esta noche... aunque se volviera un problema luego.

Mierda.

Me miró y sus ojos brillaron cuando mi vergüenza fue revelada. Mi mente me llevó hacia esa parte oscura y fisiológica que yo siempre quise ocultar de él. Jungkook me gustaba, me atraía, así como a un hombre le puede llegar a atraer otro, y totalmente perdido y desorientado, tuve una erección provocada por el placer de mis movimientos y la belleza de mi compañero siendo tal cual es.