ℝed Carpet ★ KOOKMIN → JIKOOK

Nota 8

NOTA 8 - SOBRE NUESTRAS PELEAS

Una vez en el departamento. 

Caminando como podía, lidiando con la mirada melancólica y enojada de Jungkook a la vez. Llegué al sillón y me senté enfurecido, quitándome la camisa y poniéndome la primera prenda que encontré. Un remera de Seokjin, que había dejado tirada por el comedor horas atrás.

Y finalmente empezó... la guerra necesaria para entender porque nos hacíamos tanto daño sin quererlo.

— Ya no puedes tratarme como a un niño. No puedes - Jungkook no tuvo nada más interesante que decir, mientras me seguía al cuarto y echaba sus zapatos por cualquier lado.

— Pues lo eres, lo eres. ¿Actúas así para darme celos? - ¿Qué carajos le estaba diciendo? ¿Celos? ¿Cuántas cosas diría esta noche y de cuantas me arrepentiría?

— Oh por dios, no eres el centro de mi mundo.

— Pues a la mierda.

¡A la mierda! Pero no por sus palabras hirientes que destruyeron mi psiquis en cuestión de segundos. Era un "a la mierda" por mi necesidad de atención y cariño de su parte. Me puse a  llorar inesperadamente incluso para mi, el tequila me estaba pasando factura y demasiado fuerte. Pero Jungkook no se acobardó, y como siempre solía hacer cuando me veía angustiado, se acercó a mi y sujetó mis manos.

— Ya no vienes a dormir conmigo, Jimin. Éramos inseparables... dejabas tu ropa en mi habitación y yo te quitaba el maquillaje cuando dormías. Mirábamos películas y comíamos lo que cocinábamos en medio de la madrugada. ¿Qué está pasando entre nosotros?

— Eso es lo mismo que yo me preguntó... ¿Qué está pasando?

— No me respondas con otra pregunta.

¡Carajo, no podía y no quería discutir!

Caminé hacia mi habitación con la seguridad de que Hoseok no estaba. De hecho ninguno de los miembros había regresado del "Boulevar", solo Jungkook y yo.

Me detuvo con rudeza cuando aún no tocaba mi propia puerta, me miró a los ojos, me hizo temblar como una presa frágil en medio de la selva. ¿Por qué me pasaba esto? ¿Por qué con él?

— Te he alcanzado en edad.

— Jungkook... ¿Qué tan ebrio estás? Eso no es cierto, de hecho eso es imposible. 

— Lo suficientemente ebrio para preguntarte si es verdad que tienes un lenguaje corporal con Yoongi.

No podía estar pasando esto. Lenguaje corporal. Internet estaba destruyendo nuestra cabeza. Los análisis, los tweets, los shipps, todo era una locura. 

— No debes pasar más noches colgado a Youtube, es lo único que responderé.

— Otra vez me estás tratando como a un tonto.

— Solo estoy marcando límites.

— No hay límites entre nosotros, Jimin. No luego de lo ocurrido en el ensayo - el baile, mi jodida erección, su jodida sonrisa, el jodido ambiente desbordando sexualidad y asfixiando nuestros propios pulmones - si me vieras como un adulto me dirías lo que está ocurriendo. Admítelo... estás celoso y yo también lo estoy. Esos vídeos me ponen de malas, las cosas que dicen de ti y de Yoongi también lo hacen. ¿Tienes la capacidad de admitirlo? Si un niño como yo puede, tú deberías poder también.

No podía estallar y hablar de las notas y los videos como si nada. Era yo quien vivía leyendo comentarios de mierda sobre mi posición entre él y Taehyung. Pero eran nuestros sentimientos los que estaban en juego y era nuestra relación la que estaba a punto de irse al demonio.