Nota 1

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NOTA 1 - SOBRE CÓMO NOS CONOCIMOS

[No more Dream]

·

1️⃣3️⃣

La primera vez que vi a Jungkook pensé en lo tierno y frágil que se veía. También pensé en que debía cuidarlo de todo lo que pudiera pasarnos a partir de ese momento, como grupo, como Idols, como seres humanos. Cuando debutamos y empezó a demostrar que era capaz de todo, me di cuenta de que tal vez él llegaría a cuidarme alguna vez. Y así fue.

Con quince años y alejado de su familia, se sumergió en un mundo peligroso pero fantástico a la vez. Todos éramos como hermanos pero aún así, había algo que le impedía acercarse a mí del todo. Jamás me había sentado a pensar en mí sexualidad hasta los 17. Había follado con algunas compañeras de clase y con otras del estudio de danza. Siempre fui popular entre las mujeres, tal vez porque no era tosco como el resto de mis compañeros. Eso me permitió recibir la atención de todos, incluso de los chicos de mi edad y de otros chicos más grandes... menos la atencion de Jungkook.

Eso me hizo poner toda mí atención en la única persona que no quería gastar su tiempo en mí, sumado a su ferviente ímpetu a la hora de volverse mejor. Me gustaba su fortaleza, su determinación.

No quiero extenderme en nuestros primeros años... porque ya repasé nuestra historia mil quinientas veces, incluso Natasha también lo ha hecho, gracias a las declaraciones de su hija, que era nuestra fan. Lo cierto es que hay recuerdos que comparto con ese Jungkook pequeño que no podré borrar jamás... y en todos esos recuerdos, alguno de los dos está llorando.

Lloré porque extrañaba a mis padres y a mí hermano menor... entonces Jungkook lloró peor. Lloré porque los espejos me mostraban la parte oscura de mi alma y mi cuerpo, entonces Jungkook también lloró.

Durante el primer año, Jungkook asistió al colegio con ayuda de cada uno de los miembros. Fue Seokjin el que tomó mayor responsabilidad y se encargó de llevarlo a sus clases cada vez, mientras que Yoongi y Hobi lo ayudaron con sus almuerzos. Namjoon actuó como figura paterna sin planearlo ni quererlo, debido a que la admiración de Jungkook por él era demasiado grande. Y por último, pero no por eso menos importante, estábamos Taehyung y yo, quienes podíamos colaborar con sus tareas.

Esas tareas "escolares" fueron las que nos llevaron a pasar más tiempo juntos, y como nuestras horas de ensayo extra siempre terminaban a la vez, podíamos aprovechar el poco tiempo libre que nos quedaba para estudiar y avanzar con nuestra responsabilidad como Idols.

El talento y el esfuerzo que Jungkook aplicó en cada esfera de su vida, me hizo admirarlo y quererlo cada día más. Su inocencia y sus temores mantuvieron mis pies sobre la tierra, y sin notarlo, me fui encariñando cada vez más con él. Mientras que tenía charlas crudas sobre la vida y trabajo con Taehyung, con Jungkook tenía momentos tranquilos y reales, en los que olvidábamos todo lo que ocurría a nuestro alrededor.

Pasaron varios meses desde nuestro debut y la presión aumentó considerablemente. Nadie pensó en que podríamos llegar hasta donde llegamos siendo rookies, excepto por nuestro productor.

Cada uno de los miembros forjó su personalidad en base a sus gustos y sus deseos personales. Yo, por mi parte, me dediqué a escuchar- de más - los gritos y comentarios de la gente. Eso me llevó a perderme cuando mi mente y cuerpo colapsaban... y lamentablemente, eso comenzó a pasar muy a menudo. Elegí perderme en soledad, desarmarme en las mismas cuatro paredes de siempre, regido por el temor de que mis propios compañeros y familia creyeran que mis temores no fueran lo suficientemente buenos para quebrarme.

Jimin, tienes que estar más delgado... tienes que conservar tus líneas durante las presentaciones, tienes que agradar a las mujeres y seducirlas a la vez, tienes que ser una persona que no eres. Tienes que ser más masculino. Tienes que ganar masa muscular. Jimin, así no te ves lo suficientemente guapo. No eres divertido... no eres como el resto de tus compañeros.

Jamás hubo nada de agradable en que mi alma se desarmara frente a alguien más, porque eso significaba dejar ver una parte sensible de mi y por ende significaba ser frágil. Pero con Jungkook todo eso desaparecía, y podía sentir que mis lamentos eran escuchados sin ningún tipo de vergüenza. Me apegué a él, confié en él, le cedí los derechos de mi mente en los momentos más difíciles... fui imprudente e inmaduro, al no notar que tal vez mi pequeño compañero no estaba sintiéndose de la misma manera que yo me sentía.

Para el cumpleaños de Seokjin, terminando el año y recibiendo las benditas fiestas, le confesé a Jungkook lo mucho que me gustaba su compañía, aunque su baja autoestima no le permitió confiar en mis palabras. Namjoon intervino y me calmó con las palabras justas: "Jungkook te quiere mucho, Jimin, pero tu forma de ser a veces lo excede y pone nervioso"

Esa noche fingí que todo estaba bien, cuando en realidad no lo estaba.

Me fui a dormir esperando que Hoseok no volviera tan pronto, haciendo valer su lugar como uno de los mayores yendo a tomar algunas botellas de soju. Lo hizo. O mejor dicho lo hicieron, él, Yoongi, Namjoon y Seokjin.

Taehyung llegó a mi cama con su pijama puesto y supe que había entendido que mi silencio, en realidad demostraba miles de oraciones no dichas... todas tristes por supuesto.

— ¿No irás a ponerte mal por lo que pasó hoy en la cena, verdad? - Taehyung se sentó a los pies de mi cama y me regaló una sonrisa comprensiva y demoledora a la vez. Mi amigo era tan perfecto que a veces me costaba no perderme admirando sus expresiones - ¡Oh vamos Jimin! Eres como eres y así te queremos...

— Pues parece que Jungkook no.

— Jungkook es pequeño y todo es más difícil para él. Ha sido separado de su familia para convivir con seis chicos mayores que jamás vio en la vida. Somos amigos, nos cuidamos entre nosotros, compartimos el mismo sueño, pero aún no nos conocemos del todo.

Taehyung tenía razón y tal vez yo debía relajarme respecto a todo el asunto con nuestro menor. Estaba pensando en mí y en mis sentimientos, pero jamás me había detenido a pensar en los de Jungkook.

— Tienes razón...

— Nunca dejes de ser tú mismo... ¿si?

— Si...

Quise llorar en aquel momento, pero un ruido en la puerta de la habitación me detuvo. Taehyung alzó las cejas y yo lo acompañé con una mirada cautelosa. ¿Quién vendría a visitarnos si los miembros aún estaban bebiendo?

— ¿Puedo pasar?

La voz de Jungkook retumbó dentro de mi cabeza y por alguna razón desconocida, mi corazón empezó a galopar como un caballo en medio de una carrera.

Esta secuencia se repitió como un deja vú incontables noches. Mí mente estaba llena de preguntas mientras que mí cuerpo se desarmaba cuando se trataba de la voz melódica de mí compañero.

Jungkook podía dormir conmigo y meterse hasta en mis sueños, mientras que yo podía hacerle creer a mi Jimin interior, que nada de todo esto me traería consecuencias en el futuro.

Éramos compañeros, éramos miembros de un mismo sueño, éramos parte de BTS.

ℝed Carpet ★ KOOKMIN → JIKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora