ℝed Carpet ★ KOOKMIN → JIKOOK

Nota 13

NOTA 14  - SOBRE NUESTROS CELOS 

Los días pasan demasiado rápido cuando lo único que haces es trabajar, pero aún así, gracias a los miembros y nuestras pequeñas salidas, la vida se nos resultaba más amena. No me malinterpreten, no es como que no ame mi vida, no es como que no ame trabajar para darle todo a nuestras Armys, pero a veces el cuerpo pasa factura y te impide ver la realidad: somos simples humanos, con nuestras limitaciones y necesidades de descanso.  

Realizábamos viajes, muchísimos, para presentaciones y entregas de premios. Grabábamos Runs y siempre lo hacíamos con felicidad. Aquellos eventos se sentían diferentes al trabajo duro, y era muy divertido saber que siempre estábamos juntos en ellos.  

Juntos... y Jungkook conmigo. 

En los viajes, Jungkook y yo siempre elegíamos sentarnos uno al lado del otro, ya que había desarrollado una especie de dependencia al dormir sobre su pecho. Hablé con Natasha sobre esto y fue concisa al respecto: "son problemas de ansiedad, lamentablemente muy normales con la vida que llevan; lo importante es que el dormir a solas no tengas un verdadero problema"

Lamentablemente no podía asegurarle a Natasha que aún podía dormir solo. La fama era complicada, las redes eran aún peores, y el continuo acoso por parte de las Sasaengs y los paparazzis solo la hacían más difícil. 

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Yo siempre solía ser el chico celoso y eso me molestaba, porque denotaba desconfianza e inseguridad. Pero todo cambió en Singapur, cuando nos presentamos en el KBS Music Bank junto a otras estrellas del Kpop, y pude conocer la otra parte de Jungkook que se había encargado de ocultar. 

Por fin pude ver a Taemin, quien siempre compartía mensajes conmigo y con Kai, y eso a Jungkook pareció ponerlo más nervioso de lo normal.

— Tu amiguito no me saludó - Taemin se burló mientras compartíamos una charla tras bastidores- pero que guapo es, está perdonado. 

Tarde nos dimos cuenta de que estábamos siendo fotografiados, y que esas fotos recorrerían las redes luego. 

— Jungkook no es celoso... al menos eso creo - pensé, pero tal vez estaba un poco equivocado. 

— ¿Creías que eras el único con derecho a tener celos? Abre los ojos amigo... ese chico está colado por ti. Solo bastó que me saludaras frente a las cámaras para que se vuelva loco. 

— Oh dios, Tae, creo que exageras. 

Pero algo dentro mío me hizo saber que Taemin tal vez no estaba exagerando y que la mirada de Jungkook se había vuelto oscura en el preciso momento en que me vio interactuar con él.

— ¿Y tú amigo? ¿Cómo has estado? He visto tu presentación y déjame decirte que es excelente. Estoy orgulloso de ti - pregunté con una sonrisa verdadera. 

—Yo he estado muy bien... ya sabes. Con las típicas presiones de nuestra vida. Me alegra mucho que te haya gustado. 

Nos despedimos bajo la promesa de juntarnos nuevamente al retornar a Seúl. Necesitaba verlos y contarles por todo lo que estaba pasando, así como quería que tanto él como Kai me contaran a mí sobre sus vidas y problemas. 

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De regreso a la habitación del hotel, encontré a Jungkook y a Taehyung cenando... teniendo una  charla profunda, en la cual tal vez no debería participar.

— Yo nunca me meto en sus mierdas, Jungkook, tú lo sabes. Pero debes detenerte ahora... hay miles de cámaras viéndonos. ¿No has visto internet estos últimos días?