Nota 30

1.4K 112 2
                                    

NOTA 30 - SOBRE NUESTROS GUSTOS PERSONALES

29 DE MAYO DEL 2019

Una noche fuera de lo común. 

Iniciamos un vlive con Seokjin que terminaría con un Jungkook follándome en la habitación que compartíamos. Se enojó - supongo que en broma - porque apagamos la cámara y lo dejamos fuera. Me siguió hasta mi habitación e iniciamos otro vlive, en el cual también participó Taehyung. Tarde nos dimos cuenta de que las fans notarían que estuvimos juntos toda la tarde, pues mi ropa estaba allí, la que use antes de bañarme en la habitación con él. Tuvimos momentos íntimos frente a las cámaras, que se entrecruzaban con nuestra realidad, pero maldición, no podíamos evitarlo.

Nos mirábamos el uno al otro y nos perdíamos en nuestros propios caminos. Acaricié su pecho, lo acusé de actuar como un novato, y entendiendo el verdadero sentido de la frase, Jungkook rio, haciendo todo más cómodo e incómodo a la vez. Incómodo para nuestros directivos, pues para nosotros era algo genial.

Yo estaba enfermo, pasando por una gripe leve, pero ansiaba que me regañe, de esa manera que él sabía regañarme. La intimidad es algo que se construye con tiempo, pero que viene con la química natural, y ese era el problema entre nosotros: desbordábamos química, desbordábamos amor.

Taehyung y Seokjin se burlaron de nosotros una vez que apagamos la cámara, y con una mano en el corazón coincidieron: "que suerte que Namjoon no estuvo aquí, pero será cuestión de tiempo para que se entere de todo esto".

Tenía que admitirlo, me gustaba hacer enojar a Jungkook de vez en cuando, ya que su parte ingenua e inocente solía ser aplastada por su parte más salvaje y determinante, y lo liberada para ser más sucio, tentador, problemático. Eso fue lo que ocurrió. Aún sabiendo que estaba con mi molesta gripe y cansado por haber dormido poco, Jungkook me folló en nuestra habitación de hotel hasta que estuve tan agotado que me desarmé sobre él, sin oportunidad de nada más. Mis piernas cedieron, mi estómago se contrajo, mis brazos flamearon y mis tantos orgasmos explotaron convirtiéndose en la mejor reprimenda del mundo.

¡Era un placer vivir así! Estaba seguro de eso, pero más orgulloso estaba de mi, al haberle dicho que lo amaba frente a las cámaras, sin temor a nada de lo que pudiera llegar a ocurrir.

Como en esas parejas de adolescentes, donde todo se resuelve con sexo, nosotros solíamos tener discusiones tontas que se resolvían de la misma manera: en una cama, luchando por el control, y liberándonos sobre el otro de manera casi poética. Era como un sello, una confesión de amor, que se repetía y extendía en nuestro día a día.



Nos tomamos un momento para nosotros a pesar de todo. Jungkook sacó entradas para ir al cine y decidió que una salida a solas sería la mejor opción para ver End Game. Corríamos riesgo de que las fans se enteraran, pero tomamos la decisión de permitirnos tener una cita como chicos normales, aunque no lo éramos.

Todos saben lo que ocurrió en la película, y como las fans especularon alrededor de nuestra pequeña cita. Pero lo que ellas no saben, es que así como lo imaginaron, es como realmente fue.

Jungkook lloró al final de la película, cuando murió su personaje favorito, dejándome ver esa parte aniñada y dulce que tanto me gustaba de él. Mi Jungkook, el que podía ser fuerte, rudo, más grande que yo, no dejaba de ser ese niño al que le habían quitado la posibilidad de hacer muchas cosas. 

De vuelta en la habitación del hotel, Hoseok lo regañó por un tweet desafortunado, donde prácticamente spoileaba el final de la película, mientras que Namjoon nos llamó por teléfono y rogó que tuviéramos cuidado. Tanto él como Taehyung habían optado por cenar en un restaurante en el centro de la ciudad. No era nuestro caso.

ℝed Carpet ★ KOOKMIN → JIKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora