Parte 3

2.8K 117 9
                                    

Entraban los primeros rayos de luz por la gran ventana de la habitación y hacían que me despertara lentamente. Estaba tan a gusto en la cama que intentó dormirme de nuevo pero mi querida Nat corre hacia mi cama a darme los buenos días. ¿Esta chica nunca está cansada?

-Nat: Buenos días bella durmiente

-Mara: Nat son las siete de la mañana. ¿Me explicas eso de bella durmiente?

-Nat: Tenemos muchos planes para hoy. Tenemos que desayunar en la cafetería que vimos al llegar aquí, ir a tomar el sol a la piscina, comer en el bufet italiano que vimos anoche al salir de la cena...

-Mara: Ey, relájate un poco. Me has dicho muchas cosas recién despierta y tengo que procesarlo todo.

Natalie se ríe de mí y yo le sigo la risa. Después de media hora intentando despertarme y escuchando a Nat hablar del día de hoy, decidimos arreglarnos y bajar a esa cafetería que decía Nat. Angelo, el papá de Natalie, estaba sentado en el sofá leyendo el periódico y Sira aparecía con dos tazas de café. Ese café olía tan bien que ya sabía que me pediría en la cafetería. Les damos los buenos días y le contamos nuestro plan de hoy por lo que ya se dieron cuenta de que no apareceríamos mucho por casa hoy pero a penas les importó.

Tomamos el Ferrari descapotable en dirección a la cafetería. Estaba vez conducía yo pues hacía poco que me dieron mi carnet de conducir y tenía muchas ganas de conducir un coche así. Natalie no paraba de decirme que no fuera tan rápido pero no podía evitarlo, este coche volaba en cuanto yo pisaba un poco el acelerador y eso me emocionaba mucho.

Llegamos a la cafetería que aún estaba un poco vacía pues era muy temprano. Era una cafetería no muy grande con paredes blancas y los muebles y decoraciones con distintos tonos de pastel. También había grandes toques de madera y había un rincón precioso del que me enamoré nada más entrar. Estaba en una esquina decorada con unos palés de madera en la pared y unas hojas que colgaban. Había una mesita con una preciosa rosa roja en el centro y una pequeña tira de luces que colgaba del techo y hacía que el rincón se viera precioso. Además, a uno de los lados había una gran vidriera desde la que se veían unas vista geniales. La chica de la caja tomó el pedido de Nat y mío. Yo me pedí ese café que tanto quería desde esta mañana y era un Café Mocha Blanco y lo acompañé de un delicioso croisant. En cambio Nat se pidió un zumo de naranja natural y lo acompañó de una Magdalena con frambuesas.

Nos sentamos en el rincón que tanto me gustaba y dijimos que este sería nuestro sitio cada vez que viniéramos a esta cafetería. De repente veo cómo Nat mueve la cabeza a un lado dirigiendo su mirada a la puerta.

-Nat: No puede ser...Mara te voy a pedir que seas muy discreta porque acaba de entrar ese británico llamado Lando Norris a esta cafetería

Discretamente giro mi cabeza y veo que era cierto. El británico del que tanto habló anoche Natalie estaba en esta cafetería y se veía acompañado de otro chico pelinegro que vestía unas gafas de sol y una gorra al igual que Lando. Supongo que para que no los conocieran aunque no les ha funcionado pues nosotras los habíamos reconocido y a saber quién más. Me fijo también en que el pelinegro lleva de la mano a una chica rubia que también lleva gafas de sol y un recogido muy alocado como cuando vas con prisas y coges la primera pinza que ves y te recoges el pelo.

-Mara: Se ve lindo. Y el chico de al lado, ¿quién será?

-Nat: Supongo que uno de sus amigos de las carreras. Bueno creo que si me suena de haberlo visto en las fotos de Lando. Creo que es Carlos Sainz

Así que Carlos Sainz... el compañero de escudería de ese tal Charles Leclerc del que tanto habló Binotto anoche. Vaya creo que atendí más a la conversación de anoche más de lo que yo creía.

Natalie me dice que se habían sentado a un par de mesas más lejos de nosotras y que Lando se había sentado mirando hacia ella. Me daba rabia estar de espaldas porque no podía ver nada de lo que estaba pasando y la trama se veía interesante sobre todo cuando Nat empezó a decir que no paraba de mirarle. Que pillin el tal Lando Norris.
Al momento Natalie se pone muy nerviosa y no consigue decir ni una palabra hasta que veo que es lo que intentaba decir. El británico se había acercado a nuestra mesa.

-Lando: Hola. No he podido evitar sentirme atraído por acercarme a esta mesa. Sobre todo cuando ella no deja de mirarme.- esto último se lo decía mirando a Nat y empieza a ponerse roja como un tomate.

-Mara: Hola. Soy Mara y ella es mi mejor amiga Natalie. Un gusto conocerte

-Lando: Yo soy Lando, Lando Norris. Es un placer conocerlas. Y decirme que os trae por aquí

Yo iba a hablar pero de repente Natalie se adelanta y dejo que hable con su crush.

-Nat: Venimos de vacaciones con la familia. Y tú?

-Lando: He venido a correr una carrera de Formula 1. Soy un piloto de la escudería McLaren.

-Nat: ¿Enserio? Entonces nosotras dos te veremos correr en esa carrera.

-Lando: ¿ Os gusta la Fórmula 1?

-Mara: No pero los padres de Natalie son los propietarios de Ferrari y ya que estamos de vacaciones pues vamos a apoyar a la escudería.

-Lando: Wow, con que eres de la familia Ferrari increíble. ¿Y tú Mara perteneces a alguna prestigiosa familia como tú amiga?

-Nat: Mara es de la familia de los Prada. Así que si, las dos venimos de grandes familias.

Analizo la expresión del chico al darse cuenta de que familias formábamos parte y se veía muy sorprendido. Lando decidió llamar a Carlos y la chica que estaba con él. Estuvimos charlando todos durante horas. Descubrí que la chica era su novia. Se llamaba Isabel y era una chica muy agradable. Me había caído bastante bien y compartimos varias risas. Se nos echó el tiempo encima y ya era casi la hora de comer. Nos despedimos de los chicos de F1 y de Isabel. Pero antes de marcharnos nos invitaron a una fiesta en el yate de otro piloto de F1. Sin pensarlo aceptamos.

Nos quedamos en casa lo que quedaba de día pues necesitábamos guardar fuerzas para esta noche. Decidimos invitar a Enzo y Gabriela pero solo acepto la invitación Enzo porque Gabriela ya tenía planes con sus amigas de Mónaco. Por supuesto Enzo no iba a rechazar esta invitación. Él era un gran fan de F1 y por lo que era su oportunidad de conocer y compartir tiempo con los pilotos.

VolemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora