Parte 6

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Subí corriendo a mi habitación. Tenía que pensar en la ropa que me iba a poner para mi cena con el monegasco. Estaba nerviosa y lo primero que hice fue llamar a mamá por videollamada para que me ayudara. Los consejos de una madre son siempre buenos. No paraba de sacar ropa de mi armario, lo tenía todo desordenado. Entró Nat a la habitación y se quedó con los ojos abiertos sin saber que estaba pasando

-Nat: ¿Pero qué es este desastre?

-Mamá: Hola Natalie.

-Nat: Hola Isabela, no sabía que estabais en videollamada. ¿Qué hacéis que está toda la ropa en el suelo?

-Mara: Nat tengo una cita con Charles.

-Nat: OH DIOS MIO!!! ¿Que te vas a poner? ¿A dónde vais a ir? Tenemos que escoger el outfit perfecto. ¡¡¡¡Tienes una cita con Charles!!!

-Mamá: Chicas tranquilizaos. En tu armario tienes que tener un vestido blanco medio largo de flecos.

-Mara: Siii, es precioso. Me pondré este.

El vestido era precioso. Un vestido que me llegaba más abajo de las rodillas, blanco y con unos flecos que me daban ganas de estar moviéndome todo el rato para que no parar de moverse los flecos y tenía la espalda al descubierto. El vestido lo acompañé de unos zapatos de tacón color maquillaje y un bolsito del mismo color. Nat me ayudo a arreglarme el pelo y a maquillarme.

Hacía mucho que no tenía una cita. Creo que desde que mi padre murió. Desde que eso pasó no tuve fuerzas para hacer nada, solo me concentraba en mis estudios pero este chico ha hecho que me olvide de todo en tan solo unos días y haya sido capaz de aceptar ir con él a cenar sin haberlo pensado veinte veces.

Era la hora de ir a cenar y estaba esperando a que Charles llegara a casa para recogerme e ir a cenar. Sonó el timbre de la casa y Gabriela fue la que abrió la puerta. Menos mal que no todos estaban en casa, solo estábamos Nat, Gab y yo, porque me moriría de la vergüenza tener a todos en la puerta para despedirse de mi.

Gab me dijo que Charles ya había llegado por lo que me dirigí a la puerta y ahí estaba él. Llevaba un traje azul marino muy sencillo perfecto para la noche y llevaba unas gafas de ver que le quedaban genial. Se veía guapísimo.

-Charles: Hola, ¿estás lista?- me dijo mirándome con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.

-Mara: Por supuesto, vámonos.- le contesté yo devolviendole la sonrisa.

Charles me cogió de la mano para que no me callara con los tacones bajando las escaleras que había desde la puerta de la casa hasta donde estaba su coche. Que por cierto era un Ferrari negro con dos rayas en el techo con los colores de la bandera de Mónaco. Me abrió la puerta del coche y me ayudó a entrar. Después el se fue a su lado para entrar y me despedí de mis amigas por la ventanilla del coche.

El viaje hacia el restaurante no fue muy largo. Fuimos escuchando música pero sin apenas hablar. Yo me tiré todo el rato mirando por la ventana y veía de vez en cuando de reojo como Charles me miraba y sonreía ligeramente. Llegamos al restaurante. Era precioso, muy moderno y bastante grande. El monegasco había reservado mesa en una terraza del restaurante con unas vistas asombrosas. Estaba enamorada de esas vistas.

-Charles: Te ves preciosa.

-Mara: Gracias, tu también estás muy guapo esta noche.- Note que Charles se había sonrojado un poco y a mi me hizo gracia.

-Charles: ¿De qué te ries Mara?

-Mara: Te has puesto rojo cuando te he dicho que estabas guapo.

-Charles: Bueno tu también te pones roja cuando te doy un beso en la mejilla.

En ese momento giré mis ojos con una leve sonrisa lo que causa que esta vez fuera Charles el que se reía.
Pasamos toda la noche hablando de nosotros y un poco de nuestra vida privada. Descubrimos que los dos habíamos perdido a nuestro padre y nos pusimos algo melancólicos. Me contó cosas sobre la carrera de este fin de semana y que sería la última hasta septiembre. Yo le conté sobre lo que quería hacer en mi futuro y sobre moda y diseños. Nos pusimos muy al día de nuestras vidas.

Llegó la hora de irnos y Charles me dejó en casa. Y como siempre para despedirse de mi me dio un beso en la mejilla pero esta vez yo también le devolví el beso en la mejilla. Entré a casa y parecía que todos estaban dormidos. No era muy tarde, tal vez las doce de la noche pero todos solían dormirse pronto sobre todo cuando había sido un día largo con muchas actividades. Subí a mi cuarto y Nat estaba despierta. En cuanto entré me miró con cara de sorpresa. Me acerqué a ella y me di cuenta de que en la pantalla de su móvil había una foto de Charles y mía que rondaba por todas las redes sociales. Le cogí el móvil a Natalie y me pare a leer todos los comentarios. Al rato me saltó una notificación en mi móvil que decía:

"El joven corredor de la escudería Ferrari es visto con una nueva chica, ¿será el nuevo premio del piloto? "

Esta noticia me agobio mucho e hizo que no parara de hacerme preguntas. ¿Por qué me tratan como premio? ¿Con cuántas habría estado Charles para que fuera una noticia tan fuerte? ¿Charles es un rompecorazones que solo juega con las chicas?
Me agobie tanto que empecé a llorar y Nat se acercó a mi para consolarme y tranquilizarme.

-Nat: Deberías hablar con él y preguntarle por el tema.

-Mara: No se Nat, jamás me había pasado esto. Por cosas como esta también dejé de salir. Acuérdate lo que pasó hace seis años con Andrew, la misma historia se vuelve a repetir.

En nada recibí una llamada de Charles. Quería ignorarla pero Nat me obligó a cogerla.

-Mara: ¿Soy un premio para ti? ¿Con cuántas has estado y a cuántas has roto el corazón para que hablen así de nosotros?

-Charles: Mara déjame explicarte. No he tenido el mejor pasado en relaciones y estoy intentando cambiar eso. No me ha gustado nada ver esta noticia por todos lados. Quería que esto fuera lo más discreto posible para que justo no pasase esto. Mara por favor no te enfades conmigo. La prensa tiene una idea mía de rompecorazones que intento cambiar.

-Mara: Charles a mi esto me pasó una sola vez en toda mi vida y lo pasé muy mal. No puedo dejar que me pase otra vez

-Charles: Mara, por favor, dame la oportunidad de demostrarte que lo que dice la prensa de mi ya no es verdad y que he cambiado. Por favor, déjame demostrartelo.

Notaba que de verdad Charles quería cambiar lo que la prensa decía de él pero yo no sabía que hacer. Pase por esto con mi exnovio Andrew. Él era un rompecorazones del que me enamoré locamente y me dejó por otra con la que habia estado teniendo una relación a la vez que el y yo salíamos.

-Mara: Charles necesito pensarlo. De verdad que hace seis año lo pasé muy mal por una misma situación y no quiero pasar por esto otra vez

-Charles: Está bien Mara, pero que sepas que no voy a parar de demostrarte que de verdad lo que dice la prensa es mentira porque quiero pasar tiempo contigo porque me has hecho muy feliz estos últimos días.

Colgué la llamada con Charles y estaba un poco confundida. Todas sus palabras parecían salir desde el corazón y parecía que de verdad quería estar conmigo. Empecé a hacerme preguntas como si fuera una niña de quince años. ¿Charles me quería? ¿Él quiere estar conmigo?
Todo se había revolucionado en un momento y no sabía como llevar todo esto.

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