Capítulo 16

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Déjà vu, fue la sensación que Jay tuvo al mirar por la ventana

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Déjà vu, fue la sensación que Jay tuvo al mirar por la ventana. Era un escenario familiar y distante al mismo tiempo, no lo comprendía. Esa mañana el cielo estaba empeñado en llorar gruesas gotas de agua dulce, el viento rugía implacable desde hace horas, parecía estarse lamentando, tal vez llamaba a alguien capaz de serenar su estruendosa canción.
Los ninjas no tuvieron más opción que llevar el bounty a tierra, la estructura podría dañarse de seguir flotando en tales condiciones climáticas.

Se encontraban en la sala, sumidos en un áspero silencio ocasionado por la falta de soluciones, pues a pesar de sus esfuerzos no habían dado aún con la forma de ayudar a su herido compañero de equipo. Habían estado en decenas de aventuras de alto riesgo saliendo victoriosos en cada una de ellas, y aún así, la angustia los tenía a su merced. Trataron con sentimientos antes, en más de una ocasión, pero esto se les escapaba de las manos.

La alimentación de Cole iba de mal en peor, comía en pequeñas cantidades, a veces ni el plato se dignaba a tocar, rechazaba los dulces que tanto le gustaban, era alarmante.
Lou, Zane, inclusive Wu trató de hacerlo entrar en razón, convencerlo de que debía comer como es debido, pero fue en vano, estaban perdiendo su confianza.
Ya tenía una semana así, si no conseguían hacerlo comer, su salud caería en picada.

~ Hola, ¿cómo has estado, amor? Espero que todo esté bien contigo ~

Cansado de no hacer nada, Jay se dispuso a tomar el control de la situación.
—Iré a hablar con él —dijo, decidido a realizar esa labor por voluntad propia; poco le interesaba mojarse de la cabeza a los pies, no se quedaría de brazos cruzados. La mirada de cada presente en la sala se posó encima suyo haciéndolo sentirse incómodo y con comezón. Se daba una idea de lo que le corría a sus amigos por la cabeza, creían que empeoraría las cosas al no tener una habilidad de sutilidad destacable—. Relájense, no voy a arruinarlo, se los aseguro.

De entre todos sus compañeros, tuvo el infortunio de cruzar mirada con Lloyd, resultaba evidente la nula confianza que le tenía para realizar esa importante labor. Jay no lo culpó, era comprensible que el ninja verde lo viera de esa amenazante forma, hizo sentir mal a Cole por no darse cuenta de sus sentimientos y lo hizo a un lado cuando no obtuvo la verdad deseada. En lo que a él concierne, se merecía ese desprecio.

—Puedes ir, pero nada de ser demasiado insistente, ¿queda claro? —demandó Wu, como única condición para su ansioso discípulo. Depositó su fe en que tendría éxito en su misión llevando un poco de paz mental a Cole, las palabras de aliento no habían dado resultado, quizás Jay tenía algo diferente que ofrecer.

—Como el agua, maestro —respondió, feliz de haber obtenido su anhelada oportunidad de enmendar las cosas.
Siguió a Zane hacia la cocina en busca de lo que le llevaría de comer a su mejor amigo; en el fondo, al igual que una semilla rompiéndose para dejar salir la raíz de lo que algún día se convertirá en una bella flor, Jay ya no estaba seguro de querer seguir llamándolo "mejor amigo", ese término quedaba pequeño.
De repente, la lluvia no sonaba tan melancólica como hace unos minutos atrás.

Orquídea (Ninjago)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora