Capítulo 1

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La picazón se volvió banal ante la inmensa alegría que sentía desbordar desde lo más profundo de su alma, ni el estruendoso grito que dio consiguió agotar su energía

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La picazón se volvió banal ante la inmensa alegría que sentía desbordar desde lo más profundo de su alma, ni el estruendoso grito que dio consiguió agotar su energía. Jay estaba en el baño, no dejaba de ver y toquetear la enrojecida marca en el centro de su pecho, había aparecido esa madrugada. Era el lazo que finalmente lo uniría a la persona correcta, a su soulmate.
Una boba sonrisa adornó su rostro a la par de un ligero rubor, venía soñando con este momento desde hace años.

Una vislumbrante silueta femenina apareció en su mente, no le hacía falta verla con claridad para asegurar que se trataba de Nya, la chica que cautivaba con dulzura su corazón.
Hace unos días atrás, la vio rascarse con insistencia el hombro, un claro síntoma de la aparición de su marca del alma. Era su oportunidad para reconciliarse románticamente con ella. Estaba convencido, el destino trataba de unirlos.

—Jay, ¿está todo bien?

El mencionado dio un saltito por el susto, el llamado fue muy repentino.
No le extrañaba la pregunta, era obvio que el grito llegó a oídos de sus amigos. Lo más probable es que mandaron a Cole para cerciorarse de que todo estuviera en orden y no haya hecho una de sus miles de torpezas diarias.

De un segundo a otro, y sin darle oportunidad de oponerse, Jay arrastró a Cole al interior del baño. Apenas lo tuvo frente a frente, su sonrisa aumentó de tamaño.
Notó el bochorno y el aparente nerviosismo del otro, no comprendió esa reacción hasta recordar que lo único que le cubría eran sus calzoncillos; se alejó de él un poco para no seguir incomodando.

~ Inmaduro, insensible, pero aún así... Es hermoso ~

—Perdón, te juro que fue sin querer —se disculpó mientras se sobaba la nuca avergonzado. Agitó la cabeza buscando concentrarse en retomar el motivo por el que lo metió involucró en primer lugar—. ¡Por fin tengo mi marca del alma!

Cole miró a donde este señalaba con insistencia, en su pecho yacía un pequeño dibujo de una tecla de laptop, en lugar de una letra, esta tenía un corazón formado por pixeles. Le resultó apropiado para Jay, tenía muy en cuenta el gusto que tiene por la tecnología.

—Me da gusto por ti, Jay.
Dijo con tono sincero. Sabía de antemano lo mucho que esperaba por aquella marca, que cumpliera la primera parte de su más grande anhelo lo llenó de dicha.

—¿Sabes lo que esto significa? —preguntó Jay entusiasmado, parecía que en cualquier segundo de sus ojos saldrían chispazos—. ¡Tendré mi segunda oportunidad con Nya!

Se cubrió la boca con las manos al percatarse de que había vuelto a gritar, pero eso no impidió que volviera a reír juguetón, la vergüenza no lo haría decaer. Lo que no vio, fueron los temblorosos labios y ojos vidriosos de su mejor amigo.

Orquídea (Ninjago)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora