Capítulo 3

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Cole despertó sin necesidad de escuchar la alarma, la carencia de sueño lo motivó a levantarse

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Cole despertó sin necesidad de escuchar la alarma, la carencia de sueño lo motivó a levantarse. Deslizó con facilidad las puertas corredizas que separaban la cama del resto de la habitación, se arrepintió de hacerlo cuando el sol le lastimó los ojos, debió cerrar las cortinas antes de dormir.

Dentro de una hora se reuniría con Lloyd para seguir con la vigilancia, le sobraba tiempo, así que se tomó la libertad de jugar un rato. La vida es un payaso que disfruta de lanzarte harina a la cara, eso le quedó claro al encender su laptop, pues la galería estaba abierta en una de sus fotos con Jay. Con disgusto, se golpeó la frente contra la mesa y cerró la ventanilla. Ayer esperó poder hacer las paces, siquiera escuchar una disculpa, ahora no quería ni verlo en pintura.

Hizo la laptop a un lado para concentrarse en la linda vista que la enorme ventana delante suyo le ofrecía, no le apetecía ser atormentado tan temprano por su propia consciencia.
Snake's Hole, era visible desde ahí; Cole sonrió al recordar su conversación con Kalani. Siguió admirando el paisaje hasta dar con un segundo letrero, esta vez con él título La flecha de cupido escrito en un vibrante color rojizo, se trataba de un restaurante.

De pronto, una dulce melodía proveniente del pasillo llegó a sus oídos. Abrió la puerta encontrándose a Kalani sentado junto a la pared, traía un ukulele consigo.
—Cole, buenos días, espero no haberte despertado.
Dijo dejando de tocar el instrumento.

—Desperté hace un rato. —Lo dejó entrar para hablar con comodidad—. ¿Qué haces aquí tan temprano? Acordamos vernos a medio día.

—No tenía nada que hacer y pensé en venir contigo, ¿te molesta?

—Para nada. —En realidad, sentía la necesidad de agradecerle, le había salvado de sus propios pensamientos—. No me dijiste que sabes tocar el ukulele.

—No lo creí necesario, hasta que te recordé mencionando que tu padre es músico, creí que escuchando algún instrumento te sentirías como en casa.

Para Cole, fue como si en ese instante la ternura tomara forma humana.
—¿Tocarías para mí?

Kalani asintió con fervor, se sentó en una silla frente a su único espectador, acomodó el ukulele entre sus manos y respiró profundo antes de comenzar.
Los acordes A#, F, C y Dm cumplieron su objetivo, animar a Cole; quien pareció quedar más que extasiado al escucharlo cantar.

~ No hay forma de decir que esta canción es sobre alguien más ~

Concluyó la canción satisfecho del resultado.
—¿Qué te pareció? Me falta práctica, pero supongo que no quedó tan mal.

—¿Bromeas? Fue increíble.
Exclamó Cole, la voz de Kalani lo dejó maravillado.

Hablaron de música, bailes, bandas, cambiaron de tema varias veces sin percatarse de ello, estaban tan metidos en su mundo que Lloyd tuvo que gritar y casi tirar la puerta para que lo escucharan. Tenía hambre, no pensaba hacer la vigilancia con el estómago vacío.

Orquídea (Ninjago)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora