Capitulo 8

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Hace tiempo que han dejado de viajar en la parte trasera de alguna carreta, es sol apenas estaba alumbrando el mundo cuando se despiden del cochero al le han pedido el favor de que los deje lo más cerca posible de un camino en específico, el último tramo se ve complicado y cansado, ir cuesta arriba nunca es fácil y los coches que podrían ir hasta la aldea a la que se dirigen no salen ese día, por lo que no tenían otra opción más que la de caminar.

—Puedo llevar las mochilas... —sus piernas parecen reconocer sin problema el esfuerzo que está realizando, ese camino lo conocía como la palma de su mano, podrían incluso adentrarse al bosque y de todas formas sabría por dónde caminar, aunque lamentablemente aquello no era ninguna clase de atajo y con lo que traen encima no se veía como la mejor idea que podía tener en la vida, a pesar de que se muere por mostrarle a Shion todo aquello de lo que le ha platicado durante todo el trayecto—-. Digo, solo si quieres, aun nos falta mucho camino por recorrer.

—A... ¿Ah? —algunos huesos en su cuello crujen cuando se gira rápidamente para observar a Dohko, demasiado distraído por los arrozales que ha estado apreciando desde que finalmente llegaron a China, maravillado ante la falta de nieve y la abundante vegetación que los rodea, no es como si nunca hubiera visto un paisaje así, parte de la montaña donde creció tenía su parte verde, pero este lugar obviamente era totalmente diferente, estaba incluso tragando la realización de que viviría cerca de una cascada donde el agua no se congelaría—. Perdón, yo estaba... ¿Estas cortando bambo?

—-... Mm... —una de sus piernas esta cómodamente posicionada sobre una piedra que sobresale del suelo mientras sus manos están ocupadas sosteniendo el bambo y el machete, todo movimiento se detiene cuando la mirada de Shion recae en sus acciones, intercalando su mirada entre su compañero y lo que está haciendo—. Bueno, es más cómodo y entretenido para subir la montaña.

—¿Puedo tener una? —entrelazar sus manos sobre su pecho en modo juguetón, mientras inclina un poco su cabeza sin dejar de sonreír, es una acción inconsciente que realiza desde hace muchos años, con la simple y llana intención de obtener algo que no es seguro que le den, no piensa absolutamente nada cuando hace tal cosa frente a compañero, únicamente interesado en la vara de bambo que le intriga.

—Sí... —su rostro se caliente de inmediato ante la "linda" forma en que Shion se mueve, tan distraído esta que sigue sin ponerle atención a lo que está haciendo y simplemente deja caer el machete contra la vara que sostenía ya sin fuerza.

—¡Dohko!

Ciertamente no era la mejor idea que había tenido en años.

[...]

El pequeño contratiempo no había sido la gran cosa, un poco más abajo y tal vez se habría cortado varios dedos, pero aún no llegaba a ese grado de estupidez por quedarse embelesado ante una cara bonita, aunque estaba casi seguro de que alguna vez le contaron anécdotas de ese tipo cuando recién le enseñaban a usar correctamente el machete.

—Entonces, ¿Qué te gustaría probar primero? —usa su vara de bambo para picar el suelo, de vez en cuando apoyándose en partes donde tenían que subir una pequeña colina, el sol del medio día finalmente los estaba alcanzando, pero si la memoria no le fallaba y ese lugar se mantenía tan intacto como el tiempo que vivió ahí, ya faltaba cualquier cosa para finalmente llegar, tomar un merecido baño y descansar tranquilamente en casa de sus padres, antes de moverse a la que definitivamente seria el hogar para los dos—. Los rollitos de primavera de mi madre son, uf, una delicia, aunque si tiene cerdo agridulce, deberíamos de aprovechar para que nos dé un poco.

—Me interesan los dumplings, estoy seguro que en mi casa comemos algo parecido a ese platillo, así que me interesa notar las diferencias —está feliz con el bambo en una de sus manos mientras disfruta del recorrido que están haciendo, las mangas de su ropa están sujetas casi por sus codos debido al calor, uno que no había esperado sentir con la expectativa de vivir y permanecer en una montaña llena de nieve—, por cierto, ¿Estás seguro de que no hay problema si llegamos a casa de tus padres? Suena, algo irrespetuoso.

La marca del amor [Dohko&Shion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora