El demonio del Edén

De vuelta al matadero

Su madre de seguro estaría muy molesta de verlo beber esa cosa, siempre le decía que no le aportaba nada más que cafeína a lo tonto.

Necesitaba estar despierto, cualquier camino que tomara, debía recordar cómo volver. Fueron cerca del bosque que daba a lo que hoy era un terreno vacío , donde hubo una casa que fue incendiada , en las noticias no hubo nada acerca sobre si encontraron cuerpos en el sótano, pues suponían que eran de las personas que habitaban ahí .

Miro que el señor Fell se detuvo en algún punto.

-Mantente atento, recuerda los lobos-

Ahora que lo pensaba, en toda la estadía que tuvo ahí , nunca escucho a alguno aullar. Podría haber sido un miedo que le inculcó sólo porque sí, pero también podría ser una mentira que le dijo su padre cuando también lo llevo para allá.

Le ayudo a hacer un agujero , a Anthony le dolían los brazos horriblemente. Cuando alcanzo a ver, los rayos del Sol ya le acariciaban el rostro . El señor Fell cubrió el hueco con algunas ramas que había recogido, lo tapo bien y era bien seguro que a menos que anduvieses de curioso en un camino muy específico del bosque, te ibas a caer ahí. Con suerte algún animal encontrarían cuando tuviesen que ocupar eso.

¿Cómo iba a despegar al niño de Almeida? Si parecia que de las pocas veces que lo veían con él, no se le despegaria nunca , entendía la sobreprotección. El señor Fell estaba seguro de que Almeida no se creía aún que había muerto.

Tenía un plan,por supuesto.

En lo que llevaba a cabo su plan, le pidió a Anthony llevar otro de los gatos a casa, está vez fue uno blanco con ojos azules, era muy bonito y esponjoso.

"No le pongas nombre o te vas a encariñar, sólo has algún ruido para llamar su atención para cuando necesites atraerlo a ti" recordó lo que le dijo el señor Fell, así que no lo nombró con nada. Sólo le decía gato, un poco de curiosidad por recordar ahora mismo , volvió a forzar los seguros de las ventanas y está vez con suerte logro aflojarlo , tuvo miedo de abrirla, pero aún con su dolor de brazos lo consiguió.

Un aire que le calmo entro al departamento y el gato frotándose contra su pierna lo hizo volver en si, decidió cerrarla para hacer de cuenta que el seguro estaba puesto, si llegaba el día en el que conseguía despegar a Almeida de el niño, esperaba poder sacarlo por ahí lo más rápido posible.

Por su parte, el mismo vagabundo seguía en el estacionamiento, Almeida no había tenido oportunidad de haberle llevado algo, así que esa vez le cedió su almuerzo.

-Espero que le guste- espero un momento a ver si había respuesta, pero sólo escucho un balbuceó y  observo como el vago desenvolvía el emparedado y lo devoraba apresurado, quizá tenía mucho tiempo sin comer .

No le molestaba estar sin comer ese día , estaba contento. Por fin, después de tantos años podría darle el alta a su esposa, ya rehabilitada , claro que no bajaría la guardia , pero esperaba ya por fin confiar al 100% de nuevo, por fin respirar en paz.

No dudo en pasar con ella para recoger a su hijo del preescolar, los ojos de aquel niño se iluminaron y no pudo estar más feliz esa noche , pudo mostrarle todos los dibujos que había echo , sus juguetes y animarle a jugar con Pipo.

Pareciera que esa madrugada Pipo estaba inquieto, Félix despertó porque el gato se encontraba rasguñando la puerta del cuarto, el niño suponía que quería ir al baño así que una vez abierto le siguió , pues sólo se separaba de él por la escuela ,para bañarse y para comer .

Observo a Pipo ir hasta la puerta corrediza que daba al patio trasero , enseguida insistió en rasguñar el vidrio.

-No hay nada afuera para ti- dijo , al terminar la oración pudo escuchar otro maullido, parecía un gato de la misma edad de Pipo, así que pensando que podría resultar molesto despertar a sus padres, optó por abrir un poco la puerta corrediza, le habían dicho que no lo hiciera porque podían entrar extraños , pero ahora mismo el maullido del gato , que parecía estaban lastimando, le hizo olvidar aquello.

Estaba cerca de el arbusto grande , ese en el que le gusta a meter a sus muñecos , justo cuando llegó hasta ahí un costal le cubrió la cabeza y pego un grito del susto, Anthony se encontraba cerrando la puerta corrediza y alcanzando a el señor Fell en el auto.

Almeida se removia en la cama , sabía que entre sueños escucho algo , no imaginaba como se le iba a helar la sangre una vez que fuese al cuarto de su hijo y no sólo encontrará la puerta abierta, si no que también pudo ver la puerta corrediza sin el seguro y a el par de gatos maullando afuera.

-Shhhh - el señor Fell lo sacudió de nuevo, había olvidado lo difícil que le era mantenerse tranquilo cuando un mocoso comenzaba a llorar.

-Sí lo sacude de nuevo, no va a dejar de hacerlo - esperaba que no, pero no hubo más remedio . Felix alcanzo a reconocer la voz

-¿David?- tuvo que ceder a quitarle la bolsa de la cabeza , sólo de ese modo pudo conseguir que dejara de llorar, aunque aún se le veía el terror en los ojos .

-Todo va a estar bien¿Si?- Félix asintió , observo por la ventana a ver si conocía el lugar por donde iba. Era muy listo y solía aprenderse las calles con una vez al pasar por ahí, pero definitivamente su padre nunca lo había paseado por esos lugares. Además estaba todo a oscuras , a penas si iluminado por algunas lámparas .

Cuando lo hicieron bajar del auto, claramente se negaba y amenazó con comenzar a gritar. "David" lo convenció de algún modo y le cargó en brazos, pidiendole por favor que no dijera nada, pronto podría estar en casa de nuevo .

-Ya vas aprendiendo, Sarah te enseño muy bien- murmuró el señor Fell, Anthony lo llevo a su habitación y lo dejo en su cama, él se quedaría ahí con él para evitar que hiciera algo. Pero en cuanto Fell se distrajera, lo sacaria por aquella ventana que dejó sin seguro.

-¿Que me van a hacer ?- pregunto , ya no quería dormir y aunque estaba visiblemente cansado, pues fue despertado muy de madrugada. Estaba tan lleno de miedo y dolor por sentir que "David" le haría daño y tan bien que le caía.

-No lo sé- admitió- pero, te prometo que intentaré todo porque salgas de aquí con vida -

Eso le dejo intranquilo toda la noche , miraba el techo esperando que el cualquier momento su padre entrara por la puerta para salvarlo , pero también en su lógica y porque estaba claro que estaba en un lugar de la ciudad que no conocía, que eso no sería posible .

Roberto Almeida se removio nuevamente cuando escucho la alarma, aprovecharía el domingo para poder poner al tanto a su esposa de todo lo que sucedía en la vida de ellos, pero se congelo por completo cuando vio el cuarto de su hijo y no lo encontró , sólo fue hasta la puerta corrediza del patio , donde no sólo la encontró sin seguro . Si no, que encontró a dos gatos afuera maullando , temblando de frío .

Continuará...