Dear Africa » harry styles (sin editar)

Capítulo 15

Harry punto de vista.

A pesar de los incontenibles nervios que me produjo esa pregunta, no evité en sonreír y mirar a la pelirroja divertido.

—¿Estás celosa? —le pregunté alzando una ceja.

—Por supuesto que no —respondió rápidamente, metiéndose un pedazo de fruta a la boca—. Sólo que me pareció inapropiado que una momia como esa te esté coqueteando.

—Dios mío, suenas como si fueras mi novia —reí y negué con la cabeza. Luego, dirigí mi vista nuevamente hacia la posición de Francesca, pero ella ya se había ido de la mesa en donde comía junto a Marley.

Hillary no respondió a mi comentario, sino que sólo se dedicó a rodear los ojos y empujarme el hombro con el suyo juguetonamente. No hice nada más que devolverle una sonrisa y beber de su jugo, ganándome una queja por su parte.

Zayn y Liam se levantaron de la mesa sin decir palabra alguna y se dirigieron hacia Marley, quien les habló en murmullos que me vi incapacitado de escuchar. Mis compañeros asintieron, me observaron con una media sonrisa y se fueron de la cafetería. Vi la cabeza de Marley girar hasta mi posición, guiñándome un ojo una vez que nuestras miradas se encontraron. Sinceramente, no sé qué carajos acaba de hacer, o qué carajos quería decir ese guiño, pero luego de que mi mánager hizo una seña en dirección a Hillary, supe inmediatamente la respuesta.

Milagrosamente estaba a solas con la pelirroja.

Marley es un bendito ángel caído del cielo.

—Oye —llamé su atención tironeando un mechón de su cabello—. Tengo una buena noticia, ¿quieres escucharla?

—Si tiene que ver con tu narcisismo y elevado ego, prefiero pasar —contestó burlona revolviendo su café con una cuchara.

—¿Ouch? —hablé poniendo la mano en mi pecho, ofendiéndome con su comentario.

—Estoy bromeando, Harry —rió palmeando mi hombro—. Aunque debo admitir que estás muy distinto desde que nos conocimos. Me gusta eso.

Respiré profundamente al mismo tiempo que digería sus palabras, siendo una placentera música para mis oídos. Aún así no supe qué responder a su comentario, por lo que decidí continuar con lo que tenía que decirle.

—Bueno, me siento halagado —es lo único que logro atinar—. Como sea, hablé con tu jefa y logré que te quedaras hasta que tu pie esté completamente sano.

—¿De veras? —sus ojos se abrieron de puro asombro y soltando un grito ahogado, me abrazó—. ¡Gracias, gracias! ¿Cómo lo conseguiste?

—Digamos que fueron horas y horas de charla —mentí en medio del abrazo para que así no me viera a los ojos y sepa que le estoy mintiendo deliberadamente. De todos modos me creyó y a pesar de que fue un sentimiento de alivio por un lado, no evité en sentirme culpable.

Luego de eso, terminamos de tomar desayuno y la ayudé a colocarle la bota clínica que le había conseguido Zayn para después acompañarla a su habitación. Recibí un mensaje de Marley que decía que debía estar en la recepción en diez minutos para ir a la aldea y volver a la rutina.

—¿Qué harás tú? —le pregunté una vez que le conté sobre mis planes.

—No tengo muchas opciones que digamos —se lamentó mirando su pie—. Reth habló con el Dr. Aqeeb y ambos me tienen prohibido ir a la reserva hasta que mejore mi tobillo.

—Quisiera quedarme para hacerte compañía —comenté siendo cien por ciento sincero—. Quizás cuando vuelva pasaré por tí para hacer algo entre los dos.