Dear Africa » harry styles (sin editar)

Capítulo 24

N/a: Ok so antes de que lean, debo aclararles que soy como la mierda escribiendo weas dramáticas, así que perdón si no era lo que esperaban. Se viene capítulo largo, intenso y demasiado cursi (?) hasta a mí me dio monos escribiéndolo, ah. Espero que les guste, no se olviden de votar y/o comentar :) En multimedia una selfie de Harry y Hillary (juro que son mi OTP) PD: cada vez estamos más cerca del final, lloro

Hillary punto de vista.

Otra semana pasó más rápido de lo que esperaba. Al día siguiente de la pesadilla, finalmente logré comunicarme con mi hermano y el logró calmarme diciéndome que mamá estaba bien, mas no ha tenido ningún avance. Aún así, nuestras llamadas se tornaron diarias y en algunas oportunidades pude hablar con mi madre vía Skype, por lo que me vi obligada a contarle todo lo que me había pasado: mi accidente en la excursión, mi intento fallido de realizar un reportaje y lo que fue principal tema de conversación en cada llamada: Harry. Ella pareció bastante feliz con la noticia, sin embargo le inquietaba el tema de que no estuviéramos juntos de manera oficial. Le expliqué que no era tan fácil, ya que aún seguíamos en la etapa de "conocernos" y de ver si nuestra relación llegaría a tener un verdadero futuro. Además, ambos necesitábamos prepararnos para la posible reacción que tendría el mundo una vez que sepa que el soltero más codiciado y famoso del mundo esté finalmente en una relación amorosa.

En cuanto a Liam, como él había dicho, se marchó tan pronto como pudo sin haberle avisado a nadie más que a mí y a Harry. Obviamente eso produjo cierta molestia en Paul, pero al enterarse de la verdadera razón lo dejó pasar. Lo mejor de todo es que a tres días de haberse marchado, nos mandó un mensaje diciendo que afortunadamente Sophia le había dado una segunda oportunidad, provocando así también el regocijo de sus fans al saber que su pareja favorita volvieron a estar juntos.

Las cosas con Harry iban como viento en popa. Aunque se lo negaba una y otra vez, al final terminó pagándome la habitación del hotel con su propio dinero una vez que Francesca se había ido. Algunas veces yo lo acompañaba a estar con los niños y él hacía lo mismo conmigo en la reserva, pasando el mayor tiempo con las suricatas. Mi trabajo se volvió más ligero ya que finalmente me habían sacado la apestosa bota clínica y, gracias a eso, Harry y yo hemos hecho otras actividades aparte de nuestros trabajos como paseos nocturnos por la ciudad, más excursiones en la reserva y más cosas que incluían largas horas de caminata. En resumidas cuentas, todo iba bastante bien.

Me encontraba alimentando a las crías del leopardo que ya habían crecido lo suficiente para ser liberados. Luego de eso, toda la clínica iba a presenciar la liberación de la cebra que le faltaba una pierna, la cual hace unos días le habíamos conseguido una prótesis para que pudiera caminar y así pueda volver sin ningún problema con su familia. Yo fui encargada de su recuperación, y a decir verdad, estaba muy orgullosa de mi trabajo ya que tras arduas sesiones, el animal pudo caminar mejor que nunca, claro que con un poco de torpeza. 

El momento había llegado. Harry llegó unos minutos antes porque él también quería presenciarlo, por lo que luego de que Reth y yo pusimos al animal en un compartimiento parecido a esos que se llevan caballos, nos dirigimos a la parte de La Sabana en donde habitaban las cebras. 

Apenas salí del coche, mis ojos se achinaron cuando hicieron contacto con la luz del sol que estaba ocultándose, dándole un color anaranjado al cielo. Pudimos observar a lo lejos la manada de cebras que pasteaban tranquilamente. Junto con Reth, sacamos al animal del compartimento, lo alejamos unos metros de los autos y una vez que estuvimos a unos kilómetros de la manada, volvimos con los demás, dejando al animal algo confundido en medio del pastizal.

Me abracé a Harry, quien tenía el celular en su mano mientras observaba con una sonrisa la escena.

-¿Qué estás haciendo? -le pregunté mirando su pantalla.