Dear Africa » harry styles (sin editar)

Capítulo 9

Harry punto de vista.

Mi alarma comenzó a sonar, indicándome que un nuevo día había iniciado en este lugar. Era costumbre mía quejarme cada vez que despertaba desde mi llegada, pero a través del tiempo he aprendido a soportar todo esto. Después de todo, se trataba del dinero y de ver nuevamente a la preciosura de Hillary. Me revolví entre las sábanas, queriendo estar todo el día en cama, pero el trabajo era más importante que mi vaga flojera.

Tomé mi teléfono y deslicé mis dedos sobre la pantalla para desbloquearlo, para entrar directamente a Twitter y compartir algo sin sentido, como siempre, teniendo como resultado muchas respuestas de mis fans. Leí algunas menciones, riéndome internamente de las adorables ocurrencias que escribían, hasta que un hashtag me pareció algo peculiar.

"#1DGhana" se resumía prácticamente a fotos mías y de mis compañeros compartiendo con los niños del pueblo y algunas que otras paseando por la ciudad. Empecé a deslizar mi pulgar hacia arriba, viendo algunas fotografías, hasta que una me llamó la atención.

Más bien, una pelirroja me llamó la atención.

Hillary también estaba en esas fotos, la mayoría de éstas conmigo y por inercia sonreí. Habían de aquél momento en que paseamos y conversamos bajo una fría noche y unas pocas de cuando me acompañó a la aldea.

Miré con atención su lindo rostro y la manera en la que sus ojos se achinaban cada vez que sonreía. Creo que cada día me parecía más atractiva y más ganas tenía de compartir sábanas con ella, obviamente con su plena disposición. Además, al paso que voy, sé que en unas pocas semanas la tendré rendida a mis pies.

Decidido a pasar otro día más con ella, dejé mi teléfono a un lado y me levanté de un salto para dirigirme al baño para tomar una rápida ducha. Una vez listo, salí de mi habitación y me dirigí hacia la de Hillary, con el propósito de desayunar juntos.

Me apoyé en la pared adyacente a la puerta con los brazos cruzados, mientras esperaba impacientemente a que se abriera para encontrarme con esos lindos ojos verdes. Pero a medida que pasaba el tiempo, la puerta no se abría, preguntándome si ella se había quedado dormida o ya estaba abajo.

Creyendo en la segunda opción, me encaminé hacia los ascensores para bajar a la cafetería. Y mis sospechas fueron ciertas, al verla tomando el desayuno con... ¿Zayn?

Al parecer, el mal genio de mi amigo se fue de un día para otro, ya que mis ojos lo veían disfrutando la compañía de la pelirroja. Ambos reían cada vez que uno decía una palabra y parecían pasar un buen tiempo. Luego, divisé a Liam que se sentaba a su lado y se sumía al ambiente en menos de un segundo. Decidí unirme a ellos, por lo que caminé hasta ellos, golpeando amistosamente la espalda de Liam para llamar su atención.

—Veo que despertaron con buen ánimo hoy —comenté mientras tomaba una silla y me sentaba. Mis amigos me respondieron moviendo su cabeza con afirmación, al mismo tiempo que Hillary sólo sonreía.

—Hillary nos estaba contando una de sus anécdotas cuando hacía voluntariado en un centro veterinario en Londres —dijo Zayn al mismo tiempo que mordía una manzana y entre mordiscos, agregó:—. Hombre, fue muy divertido.

—¿Ah sí? —la miré con una ceja alzada mientras me acomodaba en mi asiento y ponía mis manos entrelazadas bajo la nuca—. ¿Cómo fue eso?

Ella se mantuvo en silencio por unos segundos, mirando su taza de café al mismo tiempo que los chicos se miraban, preguntándose si ella iba a responder o no. Me quedé observándola, pero ella parecía evitar mi mirada, o evitar cualquier contacto conmigo, por lo que me incorporé un poco y toqué su hombro. Hillary alzó la cabeza y simulando una terrible expresión de asombro, preguntó: